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EL DIARIO digital
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La canela ha sido utilizada desde tiempos inmemoriales con fines tanto culinarios como curativos. Su potencial para la salud aún no ha sido plenamente explorado y muchos de los beneficios que se le atribuyen están pendientes de una evaluación científica rigurosa. No obstante, algunos de los resultados obtenidos en estudios recientes son muy prometedores.
"La canela es una especia milenaria rica en compuestos bioactivos (como cinnamaldehído y polifenoles) que le confieren numerosos beneficios para la salud", explica a CuídatePlus Mª Eugenia Menechey, miembro de la Comisión de Sanidad del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa). "Entre los distintos tipos de canela, la de Ceylán es preferible porque contiene niveles mucho más bajos de cumarina, una sustancia que, en altas dosis, puede tener efectos tóxicos para el hígado y afectar a la coagulación sanguínea", añade. La menor cantidad de esa sustancia la hace "más segura para un consumo regular, especialmente cuando se utiliza como parte de una estrategia nutricional para mantener un equilibrio saludable en el organismo".
Posibles efectos de la canela en la salud
Diversos estudios científicos han ido perfilando los posibles efectos beneficiosos de la canela para la salud:
-Antioxidante y antiinflamatoria. Posee altos niveles de polifenoles y otros compuestos que neutralizan radicales libres y reducen la inflamación. Por ejemplo, la canela puede disminuir la producción de moléculas proinflamatorias ayudando a modular la respuesta inmune. Estos efectos protectores contribuyen a prevenir el daño celular y se han asociado con menor riesgo de enfermedades crónicas.
-Antimicrobiana. Muestra actividad antibacteriana y antifúngica. Sus aceites esenciales (ricos en cinnamaldehído y eugenol) inhiben el crecimiento de diversos microorganismos patógenos. Tradicionalmente,se ha usado para desinfectar y conservar alimentos.
-Regulación de la glucemia. Numerosos estudios indican que la canela ayuda a bajar y estabilizar el azúcar en sangre. Mejora la sensibilidad a la insulina y el metabolismo de la glucosa, lo que favorece un mejor control glucémico. En modelos experimentales y ensayos clínicos se ha visto que el cinnamaldehído que contiene puede disminuir los niveles de glucosa en sangre de forma significativa. La evidencia sugiere que su consumo regular puede contribuir a la prevención y manejo de la diabetes tipo 2, aunque con resultados variables según las dosis (1-3 gramos) y la población estudiada. Se suele usar en forma de infusiones o suplementos nutricionales concentrados a base de sus antioxidantes.
-Mejora del perfil lipídico y la salud cardiovascular. Además de su efecto sobre la glucosa, la canela puede mejorar otros parámetros metabólicos. Estudios en personas con síndrome metabólico encontraron que suplementar con canela redujo los triglicéridos, el colesterol LDL (el malo) y el colesterol total. Estos cambios, junto con leves reducciones de la presión arterial observadas en algunos casos, sugieren un efecto hipolipemiante y cardioprotector de la canela. Al disminuir tales factores de riesgo, podría contribuir a prevenir enfermedades cardiovasculares a largo plazo.
-Neuroprotectora y potenciadora cognitiva. La canela también impacta en el eje neuro-inmunológico. Sus compuestos bioactivos pueden proteger las neuronas y mejorar algunas funciones cerebrales. Asimismo, se ha propuesto su potencial uso preventivo en trastornos neurodegenerativos como el Parkinson y el Alzheimer.
-Digestiva y carminativa. Tradicionalmente, la canela ha sido un remedio para molestias digestivas, ya que estimula la activación de enzimas digestivas, tiene efectos carminativos (ayuda a reducir los gases intestinales) y puede aliviar molestias como la indigestión o distensión abdominal. Su infusión se emplea para calmar náuseas leves o malestares gastrointestinales.
¿Afrodisíaca, estimulante o relajante?
Con frecuencia se atribuyen propiedades afrodisíacas a la canela, pero, como saben muy bien los sexólogos, el deseo sexual es muy complejo y depende de múltiples factores fisiológicos y, sobre todo, psicológicos. De hecho, son muchos los expertos en sexualidad que argumentan que no existe ningún alimento o fármaco que estimule por sí solo el deseo sexual.
En cuanto al poder relajante o estimulante de la canela, la dietista-nutricionista de CODiNuCoVa precisa que no contiene "cafeína ni compuestos típicamente excitantes o sedantes, por lo que no se considera un estimulante potente ni un relajante directo".
Los efectos de esta especia "tienden más hacia una estimulación suave del organismo y se la define en fitoterapia como una especia caliente o estimulante suave". Esto significa, según la experta, "que puede aumentar ligeramente la termogénesis y la circulación sanguínea, promoviendo la vitalidad". De hecho, agrega, "se ha observado que, simplemente con olerla, se despiertan los sentidos y mejora la capacidad de respuesta motora y visual, aumentando el estado de alerta".
Menechey aclara, asimismo, que la canela "no es un relajante o sedante como podría serlo la manzanilla o la valeriana", ya que no induce sueño ni tiene un efecto directo calmante del sistema nervioso central. No obstante, se ha comprobado "que su sabor y aroma reconfortantes pueden generar sensación de bienestar o confort psicológico en algunas personas, especialmente al tomarla en una infusión caliente".