Salud

¿Cuáles son los síntomas de la angina de pecho?

La angina de pecho es síntoma de una enfermedad coronaria en la que el flujo de sangre oxigenado que llega al músculo cardiaco se reduce. El sexo, la edad o enfermedades como la diabetes o la hipertensión son algunos factores de riesgo para sufrirla. 

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EL DIARIO digital

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El dolor en el pecho asusta, y mucho. Uno siempre se pone en lo peor, pero lo cierto es que son numerosos los motivos que se pueden esconder tras esta dolencia, desde problemas digestivos a lesiones musculares. Sin embargo, también es verdad que puede ser un síntoma de enfermedad coronaria, como es el caso de la angina de pecho. 

"Es una manifestación que sufren los pacientes con isquemia miocárdica, caracterizada por la falta de flujo sanguíneo oxigenado al músculo cardíaco. Como no le llega de forma adecuada, se manifiesta con dolor en el tórax", define Miguel Artaiz Urdaci, especialista en Cardiología en la Clínica Universidad de Navarra (CUN). El experto indica que se trata de una dolencia que puede variar en su localización o irradiación. Además, añade, hay pacientes que, por diferentes causas, como una agitación de nervios, son asintomáticos. 

No hay cifras actuales sobre la prevalencia de la angina de pecho en España. El estudio OFRECE de la Sociedad Española de Cardiología es el más reciente. Realizado entre 2010 y 2011, estimó una prevalencia del 2,6% en la población española de 40 años o más. Artaiz distingue dos tipos de anginas: la de esfuerzo y la de reposo. Sobre la primera, ocurre cuando una persona presenta estrechez coronaria y sufre este problema cuando realiza ejercicio físico o un esfuerzo. 

No obstante, "si la reducción del calibre de esa arteria es muy grande, se puede padecer una angina en reposo o con actividades rutinarias", detalla el cardiólogo, quien aclara que, por otra parte, no se tiene por qué sufrir una enfermedad cardiovascular para tener una angina: "La arteria puede hacer un espasmo coronario, que es una reducción de una forma brusca de la misma porque los músculos se contraen. Esto disminuye el aporte de sangre oxigenada y produce este dolor en reposo también".

¿En qué se diferencian una angina y un infarto?

Como se ha mencionado, la isquemia miocárdica es un déficit del aporte de sangre oxigenada al corazón. Sin embargo, en el caso del infarto, se produce una falta de sangre completa a una zona concreta. 

"A pesar de que ambos cuadros se engloban dentro de una misma enfermedad, el infarto es una manifestación aguda porque se obtura casi completamente una arteria coronaria. Deja de llegar sangre, mientras que la angina se caracteriza por una reducción de la misma", subraya Artaiz. 

¿Cómo distinguir una angina de pecho de un dolor muscular?

Un problema muscular, una fractura costal, un espasmo, una dolencia vascular… para descubrir la causa del dolor torácico, lo mejor es acudir al médico y que sea él el que reconozca cuál es el problema.

Para confirmar el diagnóstico, normalmente un electrocardiograma detecta la angina de pecho. Sin embargo, el especialista consultado aclara que, si este síntoma se produce cuando el paciente está en reposo, puede que esta prueba no advierta el problema. Por ello, en estos casos, se recurre a otro tipo de técnicas básicas, como la de esfuerzo.

También conocida como ergometría, es una prueba que valora la respuesta del corazón ante el ejercicio. "Su uso en la enfermedad coronaria se fundamenta en la capacidad de poner de manifiesto alteraciones cardiovasculares no presentes mientras el paciente está en reposo y que pueden ocurrir con el ejercicio físico", detallan desde la Fundación Española del Corazón (FEC). Asimismo, Artaiz alude a la coronariografía por TAC, que es un examen por imágenes del corazón que ayuda a saber si la formación de placa ha producido estrechamiento de las arterias coronarias. 

Factores de riesgo de la angina de pecho

Artaiz alude a los siguientes factores de riesgo:

-El sexo y la edad. El hombre tiene más riesgo que la mujer a edades más tempranas. En el caso de ellas, a partir de la menopausia, tienen un mayor riesgo de enfermedad coronaria. 

-Hipertensión e hipercolesterolemia.  

-Diabetes.  

-Tabaquismo. 

Por tanto, a priori, cumplir con unos hábitos de vida saludables reduce la probabilidad de sufrir una enfermedad coronaria. No obstante, hay que tener en cuenta que también existen unos factores genéticos que aumentan el riesgo. Además, "con el paso del tiempo, los tejidos se van deteriorando y se va acumulando grasa", agrega el experto. 

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