Salud

Qué significa que una persona siempre llegue temprano a las citas

Llegar siempre puntual a las citas es indicio de responsabilidad y organización, así como de una buena gestión del tiempo. A quienes tienen desarrollado este hábito no siempre les resulta fácil entender y relacionarse con quienes llegan tarde por sistema. Hablamos con una psicóloga para conocer recomendaciones que pueden ayudar a manejar la situación.

Escuchá esta nota

EL DIARIO digital

minutos

Llegar a los sitios o a las citas siempre puntual e incluso antes de la hora, además de ser un hábito para la buena convivencia, refleja también algunos rasgos de personalidad, según explica la psicóloga clínica Laura Fuster, entre los que destaca: 

-Responsabilidad: personas que tienen muy claro las consecuencias de sus actos y como lo que hacen puede influir también en los demás. 

-Empatía: son capaces de ponerse en el lugar del otro y pensar que, si su tiempo es importante, el de los demás también. 

-Control: personas que les gusta tener controladas las situaciones. 

-Organización: suelen planificar con anticipación y gestionar bien su tiempo. Mantienen calendarios o listas de tareas para evitar imprevistos. 

-Autodisciplina: son capaces de priorizar actividades y evitar distracciones para llegar a tiempo. 

-Conciencia del tiempo: tienen una percepción clara del tiempo que toman las actividades y desplazamientos, lo que les permite hacer estimaciones realistas. 

- Empatía: entienden que su impuntualidad podría afectar negativamente a otras personas, por lo que respetan el tiempo ajeno. 

-Fiabilidad: tienden a ser personas en quienes se puede confiar para cumplir con sus palabras y compromisos. 

-Perfeccionismo (en algunos casos): quieren evitar errores, incluidas situaciones que generen críticas por llegar tarde. 

Eficientes y confiables 

Cuando una persona combina organización y responsabilidad, se vuelve altamente eficiente y confiable, señala Laura Fuster, dado que "no solo planifica bien su tiempo, sino que también asume con seriedad la importancia de cumplir con sus compromisos, lo cual se traduce en una reputación positiva y en relaciones saludables, tanto personales como profesionales". 

Por ello, personas con estos rasgos tienden a ser puntuales y a no faltar a los compromisos con los demás. 

Buena gestión del tiempo  

La gestión del tiempo es la capacidad de planificar, organizar y distribuir las tareas de manera efectiva para aprovechar al máximo las horas disponibles. Y las personas que gestionan bien su tiempo no solo logran ser más productivas, sino que también tienen mayores probabilidades de ser puntuales, explica Fuster, ya que dominan el arte de anticiparse a los imprevistos y mantener el control sobre su agenda. 

Esta psicóloga pone un ejemplo para entender la relación entre la gestión del tiempo y la puntualidad: "Supón que tienes una reunión a las 9:00 AM y que el trayecto habitual dura 20 minutos. Una persona con buena gestión del tiempo no solo saldrá a las 8:40 h, sino que también tendrá en cuenta el tráfico, posibles imprevistos y la necesidad de aparcar. Además, revisará el material necesario para la reunión la noche anterior para evitar perder tiempo buscando documentos justo antes de salir". 

Miedo a la incertidumbre 

La puntualidad también puede relacionarse con miedo a la incertidumbre en personas con necesidad de mantener el control y evitar situaciones que puedan generar ansiedad. "El miedo a la incertidumbre, también conocido como intolerancia a la incertidumbre, se refiere a la dificultad para manejar situaciones impredecibles, cambios inesperados o cualquier tipo de ambigüedad", explica esta psicóloga clínica. 

En el contexto de la puntualidad, muchas personas que valoran ser estrictamente puntuales lo hacen como una estrategia para reducir la ansiedad que les provoca lo desconocido o aquello que no pueden controlar. "Podríamos decir que las personas que temen la incertidumbre tienden a planificar meticulosamente sus actividades. Ser puntuales les permite sentir que tienen el control de su agenda y que están evitando posibles situaciones imprevistas, como llegar tarde a una reunión y enfrentar con ello consecuencias incómodas". 

Necesidad de agradar  

La puntualidad también puede relacionarse con la necesidad de agradar a los demás por el deseo de obtener aceptación, aprobación y evitar el conflicto o el rechazo social. "Las personas que tienen una fuerte necesidad de agradar suelen ser puntuales como una forma de demostrar respeto, consideración y responsabilidad hacia quienes los esperan, lo que les ayuda a construir una imagen positiva ante los demás", señala Fuster. 

Las personas con una necesidad elevada de aprobación temen ser juzgadas negativamente si llegan tarde. "Prefieren ser puntuales para evitar comentarios que puedan poner en duda su responsabilidad o compromiso", añade. Además, ser puntual refuerza la percepción de alguien confiable, eficiente y profesional, "cualidades valoradas tanto en entornos laborales como sociales. Quienes buscan agradar suelen cuidar estos aspectos para ser bien considerados". 

Encontrar el equilibrio

La necesidad de ser puntual puede llegar a ser un problema cuando la conducta está motivada por razones extremas o genera un impacto negativo en la vida de la persona, explica Laura Fuster. Aunque es una cualidad generalmente valorada, cuando se lleva al extremo o tiene raíces en factores como la ansiedad, la necesidad de control o el deseo excesivo de agradar, puede convertirse en una fuente de estrés, conflicto o autoexigencia poco saludable. 

También te puede interesar...