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EL DIARIO digital
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Las Fiestas pueden ser como un banquete interminable: platos rebosantes, brindis incesantes y momentos compartidos que parecen colmar tanto el corazón como el estómago. Pero, al igual que un árbol necesita luz y agua para mantenerse firme, nuestro cuerpo requiere movimiento para equilibrar los excesos y florecer durante estos días.
Cabe preguntarse, -¿por qué no?- si este año, además de regalos, nos regalamos salud. Sí: las Fiestas pueden ser un buen momento para comenzar a pensar en una vida saludable.
Las festividades navideñas son una época de celebración, pero también un momento de excesos que puede tener repercusiones en nuestra salud. Según un estudio publicado en The New England Journal of Medicine, las personas suelen ganar entre 0,5 y 1,5 kilogramos durante estas fechas. Esta ganancia de peso puede acumularse con el tiempo y contribuir al desarrollo de problemas metabólicos y cardiovasculares.
La combinación de banquetes ricos en grasas y azúcares, bebidas alcohólicas y la disminución de la actividad física, crea un desequilibrio calórico significativo.
Además, la grasa acumulada suele centrarse en el abdomen, aumentando el riesgo de enfermedades como la diabetes y patologías cardíacas. "El ejercicio físico es un antiinflamatorio natural que ayuda al cuerpo a contrarrestar la inflamación sistémica de bajo grado tan común en esta época", afirmó Claudia Lescano, licenciada en Alto Rendimiento Deportivo.
El rol del ejercicio físico en la época navideña
El ejercicio físico no solo ayuda a contrarrestar los efectos de los excesos alimenticios, sino que se convierte en una herramienta esencial para el bienestar integral. Actividades simples como caminar después de una comida copiosa pueden tener un impacto significativo en el metabolismo. Esto se debe a que nuestras mitocondrias, componentes celulares responsables de la producción de energía, respondan positivamente al movimiento.
Un estudio reveló que un programa progresivo de caminatas durante 17 semanas incrementó el grosor muscular en los muslos, tanto en su parte anterior como posterior, en personas mayores. Por otro lado, otra investigación identificó que las mujeres posmenopáusicas que caminaron a diferentes velocidades lograron reducir su grasa corporal, con mayores resultados en aquellas que caminaron más rápido.
Históricamente, el ser humano necesitaba desplazarse largas distancias para conseguir alimento, una realidad que ha cambiado drásticamente en las últimas décadas. Durante las Fiestas, la disponibilidad de comida sin esfuerzo físico pone a prueba nuestra capacidad metabólica. Sin embargo, pequeños cambios pueden marcar la diferencia: Caminar entre 10.000 y 15.000 pasos diarios puede mejorar nuestra salud y longevidad, sugieren los especialistas.
Además, estudios recientes han confirmado que el ejercicio estimula la neurogénesis, es decir, la creación de nuevas neuronas, favoreciendo la memoria y el aprendizaje, y previniendo enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Excusas comunes para evitar el ejercicio y cómo superarlas
Aunque el ejercicio físico ofrece beneficios indiscutibles, muchas personas encuentran razones para evitarlo, especialmente durante las Fiestas.
Entre las excusas más comunes, se afirma que no se tiene tiempo. Sin embargo, se ha demostrado que rutinas de alta intensidad de apenas 20 minutos pueden ser suficientes para mantener la salud metabólica y el control del peso.
Por otro lado, aparece la falta de motivación. Una estrategia efectiva es convertir el ejercicio en una actividad social, como bailar en reuniones familiares o participar en caminatas grupales. El profesor de Educación Física Xavier Carmenini afirmó que "comenzar a hacer algo por uno mismo aumenta la confianza y la autoestima".
Finalmente, otro de los ítems, es la falta de espacios adecuados. No obstante, parques, plazas y hasta el hogar pueden convertirse en escenarios perfectos para realizar actividad física, demostrando que el ejercicio es accesible para todos.
Estrategias prácticas para mantenerse activo durante las fiestas
Para quienes buscan integrar el ejercicio a las celebraciones navideñas, existen múltiples opciones que no requieren equipamiento ni planificación compleja. Una de las más recomendadas son las caminatas en familia, una oportunidad para socializar mientras se promueve la actividad física.
Otra alternativa es el baile, una actividad que puede quemar entre 200 y 400 calorías por hora y que se adapta perfectamente al espíritu festivo. Para quienes prefieren ejercitarse en casa, las rutinas de 20 minutos que combinan ejercicios de fuerza y cardiovasculares son ideales.
La clave está en incorporar el movimiento a las tradiciones. Por ejemplo, se pueden organizar juegos activos con los más pequeños o participar en actividades deportivas con amigos y familiares. Estas prácticas no solo mejoran la salud física, sino que también fortalecen los lazos afectivos.
El ejercicio como herramienta integral de salud.
Los beneficios del ejercicio físico trascienden el ámbito estético y abarcan múltiples sistemas corporales. El ejercicio físico regular mejora la capacidad cardiovascular y la eficiencia pulmonar, reduciendo el riesgo de enfermedades cardíacas y regulando la presión arterial.
A nivel inmunológico, aumenta la producción de células defensivas, mientras que en el ámbito mental, la liberación de endorfinas combate el estrés y favorece el sueño.
En palabras de Lescano, "el ejercicio físico es una herramienta fundamental en el logro de nuestros objetivos de salud, estéticos o de rendimiento físico".
Además, la actividad física tiene un impacto directo en la longevidad. Se ha comprobado que 150 minutos semanales de ejercicio aeróbico pueden prolongar la vida al combatir el estrés oxidativo y la inflamación crónica.
Esto se debe, en parte, a la producción de mioquinas como la irisina, que actúan como antioxidantes naturales.