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EL DIARIO digital
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En los países de América del Sur, el mate es mucho más que una simple bebida. Es un símbolo de la cultura, una tradición compartida entre amigos, familiares y hasta desconocidos.
Y muchas veces nos hemos preguntado cuánto mate podemos consumir diariamente, sin que perjudique nuestro organismo. Desde tiempos prehispánicos, el consumo de yerba mate estuvo vinculado a beneficios para la salud, aunque los estudios científicos más recientes sugieren que esta infusión, originaria de las cuencas de los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay, podría tener efectos mucho más profundos, incluso en enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer.
La yerba mate, cuyo nombre científico es Ilex Paraguariensis, es un árbol nativo de la Selva Paranaense, una región que abarca el sur de Brasil, el noreste de Argentina, Paraguay y Uruguay. En su estado silvestre, la planta puede crecer hasta alcanzar los 16 metros de altura, aunque para facilitar su cosecha, los arbustos de mate son podados hasta dos veces al año a una altura de aproximadamente 2 metros. Esta poda frecuente no solo facilita la recolección, sino que también contribuye a la salud de la planta, permitiendo que se mantenga productiva año tras año.
El mate se consume tradicionalmente por sus propiedades energizantes y sociales, pero en los últimos años ganó atención por sus posibles beneficios para la salud. Investigaciones científicas han comenzado a explorar en detalle cómo los compuestos activos presentes en la yerba mate, como la cafeína, los polifenoles y otros antioxidantes, podrían influir positivamente en la prevención de enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer.
El reconocido doctor Alberto Cormillot, especialista en obesidad, explicó en una columna anterior en Infobae que tan solo la yerba mate, es decir la hoja, aporta 75 calorías por cada 100 gramos diluidos en 1 litro de agua. Y que en su versión cebada o tereré aporta solo 30 calorías cada 50 gramos de yerba (cantidad promedio).
Aunque los estudios sobre los efectos positivos de la yerba mate son prometedores, el consumo de esta bebida no está exento de riesgos, especialmente cuando se realiza en grandes cantidades. El mate contiene cafeína, lo que puede causar efectos secundarios como insomnio, ansiedad y alteraciones en el ritmo cardíaco si se consume en exceso. Aunque la cantidad de cafeína en el mate es menor que en el café, aquellos que son sensibles a la cafeína deben tener precaución.
Cuántos mates se recomiendan tomar por día
"El contenido de cafeína que uno puede consumir diariamente son 400 miligramos, número que se traduce en 3 o 4 tazas de café. Sin embargo, el equivalente es dos o tres mateadas durante el día. Tenga en cuenta que si empieza a tener nerviosismo o le cuesta dormir, no olvidemos que contiene cafeína y es un estimulante, la recomendación es que no tome después de las 6 de la tarde", recomendó el médico nutricionista.
Y agregó: "El mate es una bebida cuyo único posible efecto dañino es si lo toma muy caliente. Si lo toma continuamente muy caliente, posiblemente le dañe el esófago. Sin embargo, no produce otros daños. Está considerada una bebida muy saludable, tiene antioxidantes, puede ayudar a bajar el colesterol y reduce el apetito. Su sabor amargo se origina en los taninos que contiene".
Los nutricionistas y profesionales de la salud recomiendan que la cantidad diaria de mate no supere los dos litros, o lo que es lo mismo, entre ocho y diez mates al día. Esta cantidad se considera segura para la mayoría de las personas y es suficiente para disfrutar de los beneficios de la yerba mate sin poner en riesgo la salud. Sin embargo, un consumo excesivo de mate puede ocasionar problemas relacionados con el sistema digestivo, los riñones y el sistema nervioso.
Además, el mate debe consumirse con moderación debido a su potencial vínculo con ciertos tipos de cáncer.
Algunos estudios sugieren que el consumo excesivo de mate a altas temperaturas podría estar asociado con un mayor riesgo de cáncer de esófago, aunque este vínculo aún está siendo objeto de investigación. Es importante, por lo tanto, tomar mate a temperaturas moderadas para evitar este riesgo.
Beneficio contra enfermedades neurodegenerativas
Juan Ferrario, investigador del CONICET y líder del laboratorio de Neurobiología de la enfermedad de Parkinson en el Instituto de Biociencias, Biotecnología y Biología Traslacional (iB3) de la Universidad de Buenos Aires, explicó a la Agencia CTyS-UNLaM que, aunque los estudios sobre el impacto de la yerba mate en enfermedades neurodegenerativas son aún limitados, "el hecho de que tenga propiedades medicinales está totalmente comprobado". Sin embargo, Ferrario aclara que, aunque hay indicios importantes, "falten más estudios si hablamos de enfermedades neurodegenerativas".
Uno de los avances más significativos en esta línea de investigación se dio en 2015, cuando la neuróloga Emilia Gatto dirigió un estudio epidemiológico que encontró una relación benéfica entre el consumo de yerba mate y la reducción del riesgo de desarrollar Parkinson. A pesar de que este estudio incluyó un número relativamente reducido de pacientes, los resultados abrieron un campo de investigación prometedor.
Según Ferrario, "estos indicios permiten pensar que ciertos compuestos presentes en el mate podrían ser los responsables de dicho efecto preventivo", lo que a largo plazo podría dar lugar al desarrollo de moléculas terapéuticas. En este contexto, el mate se une al café y al té verde, bebidas que comparten muchos principios activos y que, en diversas investigaciones, también mostró beneficios potenciales para la salud del cerebro.
El componente clave que está detrás de estas investigaciones es el ácido clorogénico, un potente antioxidante que se encuentra en grandes cantidades tanto en el café como en la yerba mate. El ácido clorogénico es estudiado principalmente en relación con el café, pero las propiedades similares en el mate han comenzado a recibir atención científica.
La historia de la investigación sobre los efectos del mate en la salud no es nueva. De hecho, uno de los primeros informes sobre sus propiedades medicinales data de 1711, cuando el cura jesuita Pedro de Montenegro estudió las plantas utilizadas por los guaraníes para hacer la infusión de mate. Sin embargo, fue en el siglo XX cuando los estudios sobre la yerba mate y la salud comenzaron a tomar más forma, y especialmente después de que el Nobel de Medicina, Bernardo Houssay, realizara investigaciones entre 1938 y 1944, a pedido de la Comisión Reguladora de Yerba Mate.
Hoy en día, el laboratorio de Ferrario en la UBA se dedica a investigar cómo la yerba mate podría influir en el sistema nervioso central, específicamente en modelos animales que simulan los efectos del Parkinson. "Por un lado, buscamos demostrar el efecto que puede tener esta infusión en un modelo animal para reducir los signos parkinsonianos. Por el otro, trabajamos en una hipótesis más amplia para indagar cuáles son los mecanismos celulares al exponer las células a la yerba mate", comenta Ferrario.
Si los resultados son positivos, este tipo de estudios podría sentar las bases para futuros tratamientos o, al menos, para confirmar los beneficios de la yerba mate en la salud cerebral.
Más allá de sus propiedades medicinales, el mate tiene un valor cultural y social muy profundo en Argentina y en otros países sudamericanos como Uruguay, Paraguay y Brasil. El acto de compartir un mate se convirtió en un ritual que refuerza los lazos sociales y comunitarios. Ya sea en reuniones familiares, con amigos o incluso en solitario, el mate es un símbolo de convivencia y pertenencia.
El mate también logró traspasar fronteras y, hoy en día, es consumido en lugares tan distantes como Siria, donde la tradición ha comenzado a calar hondo. En Argentina y Uruguay, la yerba mate forma parte de la vida diaria, desde el desayuno hasta la merienda, y en muchos hogares es habitual ver a las personas tomar mate mientras conversan, trabajan o simplemente se relajan.
Como siempre ocurre con las infusiones populares, el mate debe consumirse con moderación. Aunque su impacto positivo en la salud cerebral podría ser significativo, es fundamental que los consumidores sean conscientes de los posibles efectos secundarios del exceso de cafeína y otros compuestos.
Así, el mate continúa siendo un emblema cultural y un aliado potencial en la lucha contra enfermedades del cerebro, mientras sigue siendo la bebida que une a generaciones enteras.