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Inundaciones en Bahía Blanca: hallaron restos humanos que podrían ser de Delfina Hecker

Se trata de piezas óseas que se detectaron en cercanías de la Base Naval de Puerto Belgrano. En el mismo episodio murió el pampeano Rubén Zalazar.

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EL DIARIO digital

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Restos presuntamente humanos y compatibles con una niña de aproximadamente dos años, hallados en costas interiores de la Base Naval de Puerto Belgrano, llevan a la Justicia a presumir que pueden corresponder a Delfina Hecker, la única víctima que permanece desaparecida tras el temporal que provocó la inundación de gran parte de la ciudad de Bahía Blanca y las localidades de General Cerri e Ingeniero White y la muerte de 17 personas.

Se trata de algunas piezas óseas que se detectaron en cercanías de donde se encuentra la piscina de oficiales de esa unidad militar en el marco del rastrillaje que se mantiene desde más de siete semanas y que tuvo como anterior y principal resultado el hallazgo del cadáver de Pilar Hecker, que al momento de la tragedia estaba a punto de cumplir cinco años.

La novedad la ratificó la fiscal a cargo de esta investigación, Marina Lara, y anticipó que se realizará un cotejo genético con muestras tomadas a los padres de las niñas, estudio que ya está en curso en el Instituto de Investigación Criminal y Ciencias Forenses de Junín.

Recordó que dispuso una búsqueda específica en la franca de costa de Coronel Rosales, el Arroyo Pareja y su desembocadura, próxima a zona costera de Base Naval. "En el sector de la pileta de oficiales se produjo un hallazgo de evidencia biológica de interés forense que recolectó personal de Policía Científica de Bahía Blanca", detalló la funcionaria, sobre una novedad que se logró el pasado 21 de abril y que recién hacen publica a partir de considerar que podrían tener relación directa con el objetivo perseguido en este operativo.

Pilar y Delfina Hecker estaban acompañadas de sus padres durante la mañana del pasado 7 de marzo, cuando en el VW Gol en el que viajaban por Ruta 3 hacia la localidad de Mayor Buratovich quedaron varados por el volumen de agua acumulada -más de medio metro para ese momento de mitad de mañana- sobre la cinta asfáltica.

Aceptaron ayuda del pampeano Rubén Zalazar, al volante de una van de un transporte de encomiendas para trasladarse a ese vehículo que era más alto y de mayor porte. En ese intento lograron que Pilar llegue a manos del chofer, pero no alcanzaron a hacer lo propio con Delfina, de poco más de un año y medio. Quedó en brazos de su madre y ambas fueron arrastradas por la correntada. La mujer pudo retenerla por unos momentos, pero luego, en su testimonio, contaría que la fuerza con la que viajaba el agua "se la arrancó de las manos".

El cadáver de Zalazar fue encontrado dos días después, a unos 500 metros de la ruta 3 donde tuvo origen este incidente. Los restos de Pilar los hallaron el 6 de mayo, en la zona de Baterías de la Base Naval Puerto Belgrano, a más de 40 kilómetros de aquel punto.

Sus padres los reconocieron por la ropa que la niña vestía aquel día y una pulsera que, a pesar del tiempo transcurrido, todavía tenía colocada.

"Ahora nos queda mediante estudios genéticos determinar con la mayor urgencia posible si estamos en presencia del hallazgo de Delfina", señaló la fiscal Lara, y evitó dar mayores precisiones o detalles sobre los restos que componen este último hallazgo por respeto a los papás de la niña.

"La confirmación sería dar una tranquilidad a la familia y un cierre para esta intensa búsqueda que estamos haciendo hace casi dos meses", detalló.

Esa labor se inició en la misma jornada del 7 de abril, apenas Andrés Hecker y Marina Haag denunciaron que habían perdido contacto con sus hijas en el medio de esa suerte de río bravo en el que se había convertido el voluminoso torrente de agua que llegaba desde el casco urbano bahiense, atravesaba la ruta 3 y en pendiente buscaba salida hacia el mar.

En jornadas siguientes se amplió el rastrillaje con helicópteros, drones, embarcaciones y en la medida que drenaba el agua se avanzó con recorridas a pie, con más de 300 oficiales de fuerzas de seguridad que paso a paso y metro a metro transitaron el posible destino que las niñas pudieron haber tenido por acción de la correntada.

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