Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
La CGT cambió la fecha de la marcha por el Día del Trabajador: será el 30 de abril y no el 1° de mayo. Sorpresivamente, el cambio obedeció a temas organizativos: algunos sindicalistas dijeron que sus afiliados iban a descansar el mismo 1° de mayo y por eso lo anticiparon a una jornada laborable, que, en la práctica, acentuará el carácter opositor de la movilización porque afectará las tareas.
La decisión, sin embargo, no es compartida por muchos dirigentes que en la reunión de Consejo Directivo prefirieron quedarse en silencio. "Nuestro día es el 1° de mayo. Es un papelón no salir a la calle cuando nos corresponde", criticó un líder sindical. Donde hubo unanimidad fue en la aprobación de la visita de la CGT a la Comisión de Legislación del Trabajo, la semana próxima, para exponer en contra de proyectos que establecen, entre otros puntos, la prohibición de la cuota solidaria, la principal fuente de financiamiento de muchos sindicatos a través de aportes compulsivos en los convenios colectivos de trabajo.
Al encuentro, realizado en la sede de Azopardo 802, no fueron el cotitular cegetista Carlos Acuña (estaciones de servicio) y dirigentes del sector dialoguista como Gerardo Martínez (UOCRA), José González (Comercio) y Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), entre otros. Las deliberaciones fueron presididas por los otros miembros del triunvirato, Héctor Daer (Sanidad) y Octavio Argüello (Camioneros).
Algunos sindicalistas que concurrieron esta tarde a la CGT fueron Andrés Rodríguez (UPCN), Abel Furlán (UOM), Sergio Romero (UDA), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Sergio Palazzo (bancarios), Rodolfo Daer (Alimentación), Jorge Sola (seguros), Cristian Jerónimo (vidrio), Alejandro Amor (municipales porteños), Guillermo Moser (Luz y Fuerza) y Maia Volcovinsky (judiciales), entre otros.
La sorpresa del encuentro fue el sorpresivo cambio de día de la movilización por el Día del Trabajador, que, a juicio de dirigentes que se oponen a la modificación, le quitará potencia a la marcha porque el 1° de mayo, que será feriado, podía garantizar mayor presencia de militantes y ciudadanos comunes que se oponen a Javier Milei.