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Las marcas interesadas en volver a Argentina: de las especulaciones a la realidad

Diversas compañías internacionales habían manifestado su intención de ingresar al mercado argentino; sin embargo, hasta la fecha, su llegada no se ha concretado.

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EL DIARIO digital

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Desde la llegada a la presidencia de Javier Milei, mucho se habla -y se escribe- del interés de empresas multinacionales junto a marcas de renombre y/o lujo por volver o desembarcar en Argentina. Lo cierto es que, en concreto, la realidad demuestra que efectivamente hasta el momento todo se mantiene en especulaciones y muy pocas acciones.

Quizás el caso más emblemático de las fake news en torno al desembarco de marcas de lujo fue del Gucci. Más concretamente, a principios de este año, la inscripción de la marca Gucci en el Registro de la Propiedad Intelectual argentino generó expectativas sobre la apertura de una tienda de la prestigiosa firma italiana en el país. Sin embargo, especialistas del sector señalaron que, por el momento, es improbable que Gucci inaugure una tienda en Argentina en el corto plazo.

La realidad es que Argentina no es un mercado de interés para las marcas de lujo. Los factores son muchos, pero en líneas generales el más evidente es que el poder de compra de los argentinos está muy lejos de este tipo de artículos. Por caso, el consumo masivo se desplomó 18% en diciembre y el 2024 fue el peor año en dos décadas. Muy lejos de cualquier lujo.

Mientras tanto, allá por mayo del año pasado, Alfonso Dolce, CEO de Dolce & Gabbana, anunció la intención de la casa de moda italiana de abrir su primera tienda en Argentina para la primavera de 2025, considerando que era "el momento correcto" para ingresar al mercado local. Sin embargo, hasta la fecha, no se han concretado avances significativos en este proyecto, y la empresa no brindó actualizaciones sobre su desembarco en el país.

Bastante lejos del glamour de una marca de lujo, también se mencionó a Pizza Hut como una marca de renombre con intenciones, en este caso, de volver al país, esta vez bajo la modalidad de franquicias, algo que podría ser más coherente con el tipo de mercado que presenta Argentina. En rigor de la verdad, sería una apuesta arriesgada porque la misma marca desembarcó en dos oportunidades en el país, en 1983 y 1997 y en ambas se retiró porque la competencia con las tradicionales pizzerías porteñas la dejó fuera de juego. Por ahora, tampoco hubo novedades.

Por su parte, Decathlon es otra marca que se menciona como posible interesada de desembarcar en el país. En este caso, como punto a favor es que tiene detrás al Grupo One, una sociedad que integra Manuel Antelo, empresario argentino radicado en Uruguay, junto a Sabine Mulliez y Pedro Aguirre Saravia, quienes también poseen vínculos estrechos con la familia Mulliez, propietaria de Decathlon y de otras marcas como Leroy Merlin y Auchan.

Lo cierto es que el proyecto todavía está en evaluación y aún depende de factores clave como el cierre de acuerdos comerciales y la evaluación del entorno económico local.

Mientras tanto, la reconocida marca de lencería y productos de belleza, Victoria's Secret, prometió y cumplió. En las próximas semanas abrirá su primer local oficial en Argentina, ubicado en el shopping Unicenter y en mayo tiene proyectado abrir otra tienda en Galerías Pacífico.

La llegada de esta marca estaba anunciada desde 2019, pero luego se paralizó por la pandemia a lo que siguieron los vaivenes económicos de Argentina. En este marco, la firma ya tiene online su página web donde comercializa productos de belleza y perfumería.

Precios argentinos

La cuestión fundamental es que, a pesar del posible interés de algunas marcas internacionales por ingresar al mercado argentino, un factor clave que juega en contra de su expansión es el alto costo de los productos en el país. En comparación con otros países de la región, los precios en Argentina se encuentran entre los más altos, especialmente en categorías como indumentaria, accesorios y electrodomésticos. Esto se debe, en gran medida, a la combinación de alta inflación, tasas impositivas elevadas y una cadena de distribución complicada. Como resultado, los consumidores argentinos se ven obligados a pagar precios mucho más altos que en otros mercados cercanos, lo que limita la capacidad adquisitiva de la población y desalienta el consumo.

El desajuste en los precios también está generando un fenómeno donde muchos argentinos optan por viajar a países vecinos como Chile para realizar compras, ya que encuentran productos mucho más baratos, incluso cuando se consideran los gastos de viaje. En la actualidad, Chile se consolidó como un destino clave para los argentinos que buscan desde electrodomésticos hasta ropa de marcas internacionales. Este comportamiento refleja una realidad económica compleja, donde la falta de poder adquisitivo de gran parte de la población y los precios elevados complican el acceso a productos de marcas extranjeras en el mercado local.

En líneas generales, para que estas marcas finalmente se materialicen en el país, es fundamental que haya una recuperación en el poder adquisitivo de los argentinos. Las empresas internacionales, a pesar de su interés, es poco factible que tomen la decisión de invertir a gran escala en Argentina si la situación económica no mejora, ya que sus márgenes de ganancias estarían bastante lejos de lo ideal.

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