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EL DIARIO digital
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El Gobierno nacional decidió ampliar una vez más la condición de venta libre para una serie de medicamentos que hasta ahora se vendían bajo receta. De esta manera se acelera un proceso que comenzó cuando a través de la resolución 284, de marzo de este año, se encomendó a la ANMAT que reviera cuáles eran las presentaciones farmacéuticas que podían cambiar su forma de expendio.
Fuentes oficiales explicaron a Clarín los motivos de la disposición: "Se tomó esta medida luego de que las especialidades medicinales de 'venta bajo receta' han probado la ausencia de efectos adversos graves al menos durante los últimos 5 años, y por lo tanto podrán ser declarados de 'venta libre'".
La ANMAT dictó la medida para los medicamentos compuestos por acetilcisteína de hasta 400 mg como monodroga, destinados a la descongestión de vías respiratorias superiores. "Pertenecen al grupo fármaco-terapéutico mucolíticos. Su mecanismo de acción como agente mucolítico consiste en disminuir la viscosidad de las secreciones mucosas, fluidificando las secreciones", explicaron fuentes del organismo.
Si bien la acetilcisteína de 400 mg no existe en el mercado -algunas fuentes del sector consideraron la fijación de ese límite como un "blooper"-, en la ANMAT dijeron que "en el futuro podría haber" una presentación con esa concentración. Por el momento entonces pasan a venta libre todas las formulaciones de 200 mg que registra el vademécum. La presentación de 600 mg seguirá vendiéndose con receta y tendrá descuento. También hay una formulación de 300 mg, pero ya combinada con amoxicilina para una acción terapéutica diferente.
La medida se conoce unos días después del decreto que habilita a exhibir los medicamentos de venta sin receta en las góndolas de las farmacias para que estén al alcance del público sin la intermediación del farmacéutico. Los nuevos remedios que ahora pasan a venta libre, conocidos por su nombre comercial, son: Qura Muk, Tempotane, Acemuk y Toflux.
Aunque la ANMAT informó que en total serian 19 presentaciones, fuentes farmacéuticas dijeron a Clarín que en el vademécum hay actualmente siete presentaciones de acetilcisteína de 200 mg: dos del laboratorio Casasco (en sobres y jarabe), uno del laboratorio Bernabó (jarabe), uno de Lazar (jarabe), dos de Sigfried (tabletas efervescentes y jarabe) y uno de Elea (sobres).
Las mismas fuentes explicaron que esta dosis se usa frecuentemente para pediatría. Sin embargo, la disposición de la ANMAT, publicada este viernes en el Boletín Oficial bajo el N°10.823/2024, hace hincapié en que la medida apunta a "adultos y mayores de 14 años" y aconseja exceptuar del cambio de las indicaciones para los menores de esa edad.
Antecedentes
Durante mayo la ANMAT ya había dispuesto la "venta libre" de una serie de medicamentos conocidos como "prazoles", para la protección estomacal, por un total de 133 presentaciones. Además, en agosto, liberó medicamentos para el tratamiento del herpes, cremas antialérgicas, productos con corticoides, analgésicos, antifúngicos, laxantes y suplementos dietarios.
El pase a venta libre de los medicamentos significa un gasto menos para obras sociales y prepagas. ¿Cuál ha sido el impacto económico para esas entidades a partir de esta política de los últimos meses? "Fue positivo en la reducción del costo en medicamentos ambulatorios. Baja el uso y pasa el gasto de las personas que lo necesitan a un 100 por ciento gasto de bolsillo", dijo una fuente que asesora al mercado de las prepagas.
El experto advirtió también que "con los medicamentos que salieron del vademécum hubo reducción de precios, producto de la caída de las ventas al ya no tener esos remedios su histórico descuento". Y estimó que "el porcentaje de ahorro de prepagas y obras sociales puede haber oscilado "entre el 2 y 4 por ciento del gasto total de medicamentos ambulatorios".
De modo que estas decisiones -sumadas a la de acotar el acceso gratuito a los medicamentos del PAMI- significan tanto un perjuicio para los bolsillos de los consumidores como eventualmente para su salud si no pueden afrontar la compra del fármaco. El beneficio para los financiadores, sin embargo, fue relativizado desde una obra social consultada, que fue menos optimista en ese sentido: "Por ahora no vemos una disminución en el gasto porque los medicamentos involucrados en esa medida no son de alto costo".
Hay dos datos, finalmente, que hablan de las implicancias de estas decisiones de la ANMAT, uno político y otro económico: el primero es que el organismo -aún con alguna desprolijidad desconcertante como el tope de 400 mg- está haciendo los deberes, tratando de cumplir con las exigencias del Ejecutivo de pasar una cuota periódica de medicamentos de venta bajo receta a venta libre. Lo de la acetilcisteína, tal como salió la norma, tendría menos peso sanitario que administrativo, ya que la presentación usada mayoritariamente es la de 600 mg.
El segundo dato es que, según pudo saber Clarín, hubo un proyecto para que el pase a venta libre incluyera también la presentación de 600 mg, pero fue descartado por el supuesto peligro que implicaba que esa dosis adquiriera el nuevo status. Sin embargo, fuentes de la industria consideraron que incluso la dosis más alta de acetilcisteína es muy segura -de hecho por mostrador se vende muchas veces sin receta-, y vincularon la decisión conservadora más a algún tipo de resistencia del mercado por potenciales perjuicios comerciales que a lo que hubiera provocado el hecho desde el punto de vista médico.