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EL DIARIO digital
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Una de cal
La inauguración del Mercado Concentrador de Alimentos en Santa Rosa es, a la vez, el fruto de un camino iniciado hace tiempo y la apuesta a un futuro en el que los Estados locales y la comunidad puedan garantizarse un modo más justo de comer y definir los precios de esa alimentación.
La Municipalidad de Santa Rosa, con el respaldo contundente del gobierno provincial y la firme participación de empresas y emprendedores de la provincia, hicieron realidad un mojón que merece la atención de las autoridades y de la población, y que se supone que de ahora en más encontrará formas de crecimiento.
Desde ya que el proceso tiene limitaciones y cuentas pendientes, algunas de las cuales incluso fueron debatidas en el Concejo Deliberante, cuando la oposición señaló aspectos que no la convencieron del todo.
No obstante, hay que mirar el asunto en forma panorámica y no sólo como una foto sino como una película, destacando un primer éxito de la apuesta que se hizo pública hace años, y deseando la posibilidad de que ese paso no sólo sea firme sino que sea el primero de varios, de un proyecto que se sostenga, perdure y se multiplique.
Ya el funcionamiento del Mercado Municipal resultó para Santa Rosa un interesantísimo modo de acercar la justicia social a la distribución de alimentos: primero con el puesto que cada sábado atrajo multitudes, después con el desembarco en distintos barrios de la capital provincial ofreciendo productos básicos para la mesa familiar a precios accesibles.
No es ningún secreto que el precio de los alimentos es parte de las preocupaciones cotidianas de la gente común, muy especialmente durante los últimos años, en que los valores crecieron de modo injustificable pero como consecuencia del despliegue de varios oligopolios que manejan los productos esenciales a su antojo.
Para colmo, la ponderación de esos alimentos en el índice oficial de inflación se alejó cada vez más de la realidad: los productos que aumentan sus precios en las góndolas no se reflejan en su real dimensión cuando el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos dibuja sus números mensuales del índice de precios al consumidor, que ha quedado desfasado pero es utilizado por el gobierno nacional para promocionar su relato de que va en camino de extinguir la inflación.
Como la inflación no es estrictamente un fenómeno monetario, distintas circunstancias inciden en los precios de productos variados: no es ningún misterio que Santa Rosa, por diversos motivos, se ha ido convirtiendo en una ciudad bastante cara en comparación con otras urbes de su tipo.
Frente a los cantos de sirena del libre mercado, que siempre termina salvando a los peces gordos y condenando a los que menos tienen, bienvenida sea una mano visible del Estado para incidir en los precios de los productos elementales que cualquier familia necesita cada día.
y una de arena
La Pampa llamó la atención en la VII Sesión Plenaria del Consejo Federal de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional sobre las políticas nacionales que están perjudicando al sector productivo y al país en su conjunto.
En representación provincial, el titular de la Agencia I-COMEX Sebastián Lastiri aludió al efecto pernicioso de los aranceles anunciados por el gobierno norteamericano de Donald Trump, algo así como uno de los supuestos aliados que milita el presidente Javier Milei, pese a que las decisiones que toma el líder estadounidense van a contramano de los intereses argentinos.
El funcionario pampeano también advirtió sobre otro punto que distintas provincias empiezan a poner en su agenda de inquietudes: la parálisis de la obra pública repercute cada vez de modo más potente en perjuicio de distintas formas productivas, como es lógico y estaba cantado, ante la destrucción de rutas, la falta de mantenimiento de la infraestructura o la nula inversión en emprendimiento imprescindibles.
Esa problemática es, posiblemente, una de las que mejor pone en evidencia la decisión libertaria de ser el topo que destruye al Estado desde adentro: algunos impactos, siempre negativos, de la desidia y el abandono, empiezan a verse ahora, pero el real daño, profundo e imposible de medir, sólo describirá los reales padecimientos en el mediano y el largo plazo.
Es difícil encontrar un paralelo histórico para el ataque que el actual gobierno nacional representa parta todo lo que signifique productivo y laboral: ni la dictadura que intentó desindustrializar y desnacionalizar la producción fue tan contundente en su agresión a esos sectores del trabajo.
Algunos representantes de esos espacios que piensan en producir y generar riqueza y mano de obra participaron en la semana que se fue del encuentro promovido por el gobierno provincial para fijar una estrategia que le permita a la provincia algún tipo de incidencia en las decisiones que se tomen respecto de la "barrera sanitaria".
El gobierno contó con el firme apoyo de la industria frigorífica y de las organizaciones que representan a las patronales agropecuarias, en una cumbre donde también hubo representación de las autoridades del área de la Producción y el Trabajo: la expectativa es que el gobierno nacional, que decidió el levantamiento de la barrera pero dio marcha atrás, atienda necesidades no sólo de La Pampa sino del país.
Es posible que en esa representación que quedó para la foto haya faltado una presencia de la oposición política, para que la postal inmortalizara la presencia de los distintos sectores del quehacer institucional de nuestra provincia que le reclaman a la Nación una decisión a la altura de las circunstancias, que respete lo que técnicamente ya han manifestado organismos como el SENASA y que pueda gambetear el interés mezquino de quienes con esa maniobra hacen mejores negocios, y en perjuicio de los sectores populares del sur de la Patagonia.