Opinion

Puentes para que no se fundan las provincias e internas con tendencia a la autodestrucción

El gobernador pampeano tiende posibles consensos con otros espacios políticos para defender intereses del federalismo frente a la avanzada libertaria. En un contexto de crisis total, y salvo excepciones, la dirigencia política no sale de su andar decadente, repite modos antiguos y privilegia intereses sectoriales o personales aunque se ponga en riesgo al conjunto.

Escuchá esta nota

EL DIARIO digital

minutos

Una de cal…

La decisión de ponerle un freno a la avanzada libertaria sobre el federalismo hizo confluir al gobernador de La Pampa no sólo con sus pares del peronismo, sino con otros actores que pueden resultar claves en el Congreso Nacional para que al momento de tratarse el presupuesto el gobierno de Javier Milei no tenga facilidad para seguir abusando de los intereses provinciales.

Sergio Ziliotto mantuvo en Buenos Aires, durante la semana que se fue, un encuentro con sus colegas del justicialismo, pero más importante e impactante pudo resultar la cumbre con el santiagueño Gerardo Zamora y dos figuras que en el Congreso circulan por la avenida del medio, ni tan ancha ni tan estrecha, como son Nicolás Massot y Emilio Monzó.

La necesidad de tender esos puentes es parte de la agenda inevitable que tiene Ziliotto en estas horas, que aunque lidia con focos de fuego amigo en la provincia prefiere poner en el centro de su escena la gestión y la posibilidad de encontrar puntos en común con otras fuerzas políticas para evitar que Milei haga realidad su sueño de fundir a las provincias.

Esa posibilidad de consensos y horizontalidad asoma como una estrategia potable en un contexto en el que crece socialmente la molestia con algunas políticas nacionales, pero no se adivinan dirigentes capaces de conducir esa bronca.

La posibilidad de resistir desde el federalismo tampoco es una tarea sencilla porque entre los sectores políticos que en las provincias se presentan a primera vista como supuesta "oposición" a Milei, a la hora de poner la carne en el asador terminan alineándose como en los viejos tiempos, seducidos por una alianza antiperonista.

En ese andarivel confluyen varios de los gobernadores que se arrimaron al pacto con Nación, pero que hasta ahora no han obtenido de ese gesto ningún beneficio: los "arreglos" tan difundidos han representado para las provincias que pactaron la resignación de derechos, obras y recursos, sin que se entienda por ahora qué es lo que obtienen a cambio.

Frente a un gobierno feroz, esa postura de oposición "amigable", que navega entre la ambigüedad y la contradicción lisa y llana, queda al desnudo también en la provincia, donde los mismos actores que pusieron mil y un palos en la rueda al "aporte solidario" para afrontar la emergencia alimentaria aparecen prestos para plegarse al blanqueo que pretende premiar a los evasores.

Como si no fueran parte de "las fuerzas del cielo" que otorgaron facultades extraordinarias a Milei en el Congreso, ahora la culpa republicana sacude también al PRO, que en un escueto comunicado de prensa pretende un distanciamiento del gobierno nacional en lo que hace al pisoteo de la ley de información pública: la mentada "transparencia" se mide con la cantidad de varas que al pragmatismo macrista le sean necesarias.

…y una de arena…

La dirigencia pampeana de la oposición, no es ningún secreto, responde desde hace rato más a los llamados telefónicos que derivan de los conciliábulos en oficinas porteñas que a los intereses locales, por lo que es previsible que los comportamientos de las próximas semanas estén dirigidos de acuerdo a lo que haya establecido el "pacto de la milanesa" entre Milei y Mauricio Macri.

Todo ese despliegue de accionares políticos, que a veces son omisiones o simples dichos, ocurre en un contexto en el que la dirigencia política en general no sólo está pésimamente considerada en las encuestas, sino en el que algunos comportamientos parecen comandados por una idea de autodestrucción.

Esa pulsión de apariencia degradante no es privativa de la oposición local, sino que también sacude al peronismo vernáculo en estas horas, donde con una anticipación desfasada hay dirigentes que ya están jugando partidos preelectorales: aún cuando el año que viene hay legislativas que pueden resultar fundamentales, hay sectores y personas que ponen en su radar el 2027 como si fuera de verdad la prioridad de esta hora.

Una pregunta válida a esta altura es si esos espacios en pugna son conscientes de que tirar de la cuerda hasta los extremos puede incluso romper al peronismo. Otra pregunta válida es si hay sectores o dirigentes del propio oficialismo a quienes justamente les seduce esa posibilidad, y por eso encuentran con mayor facilidad sus enemigos fronteras adentro.

Otros peronismos provinciales (Chubut, San Juan, San Luis, Chaco) ya dejaron de ser oficialismos a partir de esas peleas que empezaron como enfrentamientos menores o personales, y terminaron siendo cuestión de Estado.

Las tensiones pampeanas implican por un lado una confrontación de ambiciones, en las que aparecen cuestionamientos a los entornos y a los estilos, pero también ciertas discusiones de fondo: como semilla o fruto de esa interna, hay espacios del peronismo pampeano que pretenden que el gobierno provincial abandone su posición de resistencia ante el libertarismo y se muestre permeable a una suerte de arreglo.

Eso pese a que, por ejemplo, durante la etapa macrista -que fue incluso bastante menos dañina que la actual- La Pampa ya fue centro de la defensa de sus derechos e intereses, una jugada que a la provincia le salió tan bien que terminó siendo centro de la conformación de la coalición que le puso freno a ese neoliberalismo. 

"Hay gobernadores que están más cerca de Macri que de Perón", se había quejado el entonces gobernador Carlos Verna de sus pares de otras provincias, que buscaban vías de arreglo con el poder amarillo: hoy Verna no tiene aquella función de propiciar consenso y unidad, desde ya, aunque también está visto que no quiere salir del candelero y disfruta del protagonismo, aunque más no sea en su rol de padrino de futuros candidatos.

También te puede interesar...