Resistencia desde el federalismo y más agite municipal

Una de cal…

El gobierno pampeano honró el compromiso que tenía consigo mismo y con la población y brilló por su ausencia en la puesta en escena que el presidente Javier Milei armó en Tucumán con la pretensión de firmar el supuesto "Pacto de Mayo", trámite que ni siquiera pudo implementar en fecha y en el que hubo otros contundentes faltazos.

La fragilidad institucional de esa pantomima no sólo está debilitada por el plantón de otros cinco gobernadores, ministros de la Corte Suprema de Justicia, expresidentes y representantes del sector trabajador y productivo, sino por la propia motivación del encuentro y el insólito texto que terminaron rubricando algunos dirigentes, incluyendo a los legisladores oficialistas que aporta el PRO pampeano.

Martín Ardohain y Victoria Huala también promocionaron en sus redes sociales la decisión de poner la firma, como si fuera motivo de orgullo y jactancia, y en un confuso movimiento político de Mauricio Macri, a quien siguen reconociendo como líder partidario, y que así como fustigó con dureza al gobierno nacional se hizo un repentino viaje desde Europa para estar en el evento con mala cara por el destrato que le dispensó la gestión libertaria.

Lejos de la Independencia, y más bien cerca de su perfecta antinomia, Milei cosechó algunas firmas de gobernadores, pero no se sabe muy bien de qué servirán, puesto que el decálogo de buenas intenciones está lejos de poder convertirse en un esquema jurídico real: la verdadera motivación presidencial es desplazar con esas máximas liberales la Constitución Nacional, tal como describió el abogado pampeano Andrés Gil Domínguez.

Mediante presiones y aprietes y extorsiones vinculadas con los recursos, Milei reforzó lo que presuntamente indican las encuestas y las mediciones que se hacen en las redes sociales, respecto del aparente respaldo que sigue teniendo el gobierno, fundamentalmente porque la ciudadanía no detecta del todo cuál sería otra opción posible.

Desde La Pampa, y en el Día de la Independencia, el gobernador Sergio Ziliotto reafirmó su decisión de estar a la vanguardia de la resistencia a esas políticas de entrega, refrescó que no hay ninguna medida a favor de los sectores populares, insistió en su denuncia de que se busca la desaparición del federalismo y repitió que lo que se concretará si no hay oportunas medidas en contrario es un "industricidio".

Lejos de la realidad que se palpa en las calles, en las plazas, en las oficinas o lugares de trabajo, donde la parálisis económica angustia y alarma, el presidente emprendió otro de sus viajes, que parecen más de placer que de gestión, nuevamente hacia los Estados Unidos para seguir rellenando su álbum de selfies cholulas y compartir momentos curiosos con multimillonarios.

Lejos de esa melosa travesía, en las comunidades reina la tristeza y crece la desesperanza, impacto de la crisis de depresión económica y recesión, porque el horizonte se ve oscuro: la desocupación golpea a las puertas de las viviendas familiares, en medio de la ola de heladas el tarifazo se hace inalcanzable para los bolsillos trabajadores y las autoridades siguen hablándole al "mercado", fijándose en el cepo o el riesgo país, en una dimensión muy distinta a la de las personas de carne y hueso.

…y una de arena…

Santa Rosa vive tiempos complicados, una situación que no la diferencia en demasía del resto de la provincia o del país en un contexto económico y socio-político complejo y sin buenas noticias, pero en el que la capital pampeana tiene algunos asuntos pendientes que son su particularidad.

En la semana que se fue, el conflicto con el gremio de Camioneros sacudió no sólo las estructuras institucionales sino que también incidió negativamente en la vida cotidiana de vecinos y vecinas, que se toparon con la ingrata consecuencia derivada del paro de ese sector, por un enfrentamiento generado en el Ente Municipal de Higiene y Salubridad Urbana (EMHSU).

Como en todo conflicto, es posible que un poco de razón asista a cada una de las partes, pero son las autoridades comunales las principales responsables de que en situaciones de este tipo no se afecte a quienes habitan la ciudad.

La sensación es que pese a que hubo advertencias y planteos previos, la gestión local no vio venir la dimensión de ese conflicto, que desde ya estalló del todo cuando se anunció el despido de tres trabajadores, aparentemente en forma repentina.

Independientemente de los asuntos en disputa, a la administración local también le viene sucediendo que genera rispideces con cuestiones de forma, como ya ha ocurrido en otras áreas de trabajo de la comuna, quizá con el extendido conflicto que tuvo en el área de Género como ejemplo palpable.

Justamente en la semana que se fue, otro problema laboral estalló en la caja de resonancia que es el Concejo Deliberante: el planteo de trabajadores y trabajadoras del Centro Municipal de Cultural, que sienten el ninguneo de la Secretaría, se hizo sentir con reclamos argumentados y pedidos de justicia y democracia.

Se suma al hecho de que loa gestión municipal de Luciano di Nápoli aparece tironeada por distintos conflictos, una circunstancia institucional diferente respecto de la primera gestión: la paridad en el Concejo Deliberante tienta a la oposición política a hacer su propio juego, una situación tan natural como legítima, aunque complica el avance diligente de ciertas herramientas.

Lo que se modificó en ese sentido también es el panorama de la convivencia: la oposición política provincial, a la luz de los últimos resultados electorales, atisba la posibilidad de ser gobierno en el próximo turno, y para ello decide incluso extender hipotéticas alianzas a fin de ir oteando un horizonte que conforme una coalición no peronista.

Ese clima de oposición ferviente, que incluye ponerle palos en la rueda al oficialismo histórico, derrama desde el clima nacional hacia el provincial y de ahí a Santa Rosa: si los diputados y diputadas provinciales de las fuerzas no peronistas deciden no dar quórum para paralizar el proyecto que el Ejecutivo de Sergio Ziliotto considera más importante en este momento, ¿por qué actuarían diferente ediles que en la capital no tienen responsabilidad directa de gobierno?