Opinion

Una fuerte política pública vs. el dejavú de siempre

La semana que pasó no será una más, por la innumerable sucesión de acontecimientos. El Estado pampeano dio una muestra más de que su apuesta es por la inclusión y la extensión de derechos. El Estado nacional no claudica en su arremetida contra los sectores más desprotegidos de la sociedad.

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EL DIARIO digital

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Una de cal....

En medio de los tironeos por el Aporte Solidario, que pretende asegurar la alimentación de los sectores más empobrecidos por la gestión del presidente Javier Milei en la provincia, la Legislatura pampeana aprobó por unanimidad la semana pasada que 1175 empleados públicos pueden acceder al beneficio de jubilarse con 30 años de aportes, con 55 años de edad para las mujeres y 60 años los varones.

La iniciativa parlamentaria de retiro especial está destinado a agentes del Estado provincial y de las Municipalidades y Comisiones de Fomento que adhieran.

El proyecto ya había tenido dictamen por unanimidad la semana anterior cuando se trató en un plenario de las comisiones de Hacienda y Presupuesto, Legislación Social y Legislación General en la Cámara de Diputados de la provincia.

Entre los detalles más salientes se estableció que las vacantes del personal que acceda a la jubilación anticipada serán eliminadas, con excepción de las ramas profesionales de salud y técnica del sistema de salud pública, que deberán cubrirse. 

El beneficio, además, no tendrá alcance entre la planta de los funcionarios.

Otro detalle saliente dentro de la normativa es que el haber jubilatorio será el 82% móvil del salario de bolsillo de cada agente. Y tampoco se verá afectada la sustentabilidad del sistema previsional pampeano, ya que será la Provincia la que realice el aporte para alcanzar ese 82% móvil.

El Gobierno provincial también realizará un aporte para financiar las jubilaciones anticipadas en municipalidades y comisiones de fomento que adhieran a la Ley y se comprometan a eliminar las vacantes.

La ley, presentada por el gobernador Sergio Ziliotto en el mes de marzo de este año, en el arranque de su segundo mandato, va en línea con la idea da brindar una respuesta a quiénes -luego de una larga trayectoria en la administración pública- hoy encuentran dificultades para la adaptación a los nuevos entornos digitales.

Esa decisión era reclamada hace años por los gremios y ahora el gobierno avanzó con el beneficio a partir del proceso de modernización y digitalización del Estado que está llevando adelante a través del Ministerio de Conectividad y Modernización de la provincia.

La jubilación anticipada, como en estos casos, nos es más que una fuerte apuesta a una política pública que trae consigo inclusión, extensión de derechos y una firme construcción de igualdad.

Lo saben más que nadie los propios destinatarios, que hoy son sujetos con derecho a una protección social, pero a la comunidad no debería pasarle por alto, sobre todo ante un presidente que sueña con un mundo sin Estado.

... y una de arena

El debate y todo lo que vendrá con la aprobación de la Ley Bases no es más que un triste dejavú, una esas tantas experiencias que los argentinos y argentinas ya han sufrido con anterioridad en la historia moderna de nuestro país.

El presidente Javier Milei, a través de su bancada ultraderechista y la ayuda de la oposición light, consiguió lo que bien podría definirse como una victoria pírrica: la votación resultó igualada, con 36 senadores a favor y 36 en contra, y fue la vicepresidenta Victoria Villarruel quien con su voto inclinó la balanza a favor del Gobierno.

Con la aprobación en particular, se cristalizaron los cambios que el oficialismo tuvo que aceptar para poder avanzar con ley. Y hubo una fuerte represión fuera del Congreso y cacerolazos, como así también protestas en distintas ciudades del país.

Claramente, esta no era la ley que quería el Gobierno: al menos por ahora se logró poner a salvo a los trabajadores del Impuesto a las Ganancias. Y algo similar ocurrió con Bienes Personales. El Gobierno perdió en ambos casos en el Senado.

Ahora, que Milei tiene su Ley Bases, bien vale una pregunta de rigor: ¿cambiará algo en el corto y mediano plazo en las urgencias de los sectores más vulnerables de la sociedad y la clase media empobrecida?

Esa pregunta ya tiene una respuesta contundente: no.

Lo que viene para adelante, a pesar de las sobrevaloradas expectativas de los votantes de Milei, y de los que lo padecen, no depende en ningún sentido de la Ley Bases.

Paradójicamente, también es muy probable que las improvisaciones en la gestión presidencial queden en evidencia por una ley "salvadora" con la que prometían curar todos los males del populismo y de la Argentina.

Que la economía rebote o derrame en "V", en "U" o en "L" no depende en absoluto de una sola ley. Y ese velo se acaba de correr.

El hábil discurso de la derecha para sostener el fuerte programa de ajuste podría tener un golpe de realidad. Este modelo de país, como pasó en otras ocasiones, planteado como está, solo va a enriquecer a los de siempre y generar más pobreza de la que ya existe.

La reacción de los mercados ante la aprobación de la Ley Bases es más que un botón de muestra.

El dejavú también viene a cuento del fantasma que sobrevoló en el Senado en el inicio del año 2000: a la verdadera "casta" le están pagando de manera obscena, hasta con embajadas a cambio de levantar la mano.

Es posible, como ya ocurrió, que los senadores que acompañaron con su voto en algún momento tengan que dar cuenta ante el pueblo, y ante la Justicia, de la decisión que tomaron entre gallos y medianoche.

La historia oficial, la del INDEC, contó al otro día de la celebración libertaria, que la inflación de mayo fue solo del 4,24%. Pero al mismo tiempo hay un dato mata relato: no solo acumula el 71,9% sino que además una familia tipo argentina necesita hoy, con solo seis meses de la era de Milei, más de 850 mil pesos para no ser pobre.

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