Opinion

Abrazos que resisten y un conflicto entre sectores castigados

Respaldo de la población a la UNLPam y a Radio Nacional, para sostener tendencias federales, igualitarias y humanas; la paritaria provincial no tiene un final feliz, mientras la andanada libertaria se alegra del conflicto entre provincias a las que desprecia y sectores trabajadores a los que ataca.

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EL DIARIO digital

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Una de cal…

 

Los abrazos que en la semana que se fue se hicieron para defender a la Universidad Nacional de La Pampa y a Radio Nacional son una demostración de lo que esas dos instituciones representan para la provincia, y esencialmente para su población, y tal como ocurre en otros puntos del país.

El ataque al federalismo, en un contexto de agresividad sobre un cúmulo de representaciones que son parte de la identidad argentina, tiene en las distintas jurisdicciones una reacción popular que más que medirse por el número de personas que acompañan esa resistencia se definen por el cúmulo de razones en los planteos y por un innumerable e invalorable patrimonio desde las más diversas dimensiones.

Corre un tiempo oscuro, poblado de banalidades, consignismo urgente, referencias que duran minutos, afirmaciones de falacias como si fuera reales, agresividades naturalizadas, misticismos berretas, pero se supone que en algún momento todo ese combo también caerá a manos de un poco más de racionalidad y humanidad.

Para que eso en algún momento suceda, tiene que haber sectores a plantarse ahora, que el grupo de quienes sostienen banderas ninguneadas parece debilitado y atravesando una suerte de derrota cultural.

Las batallas culturales se extienden de por vida y las vidas de los pueblos tienen permanentes avances y retrocesos, una circunstancia que la mirada anarcolibertaria suele ignorar justamente porque en general desprecia las enseñanzas de la historia.

Radio Nacional es un pedazo grande de la historia de La Pampa, como del país, el espacio por donde han pasado las instituciones, los deseos, los sueños, las estéticas musicales, los servicios imprescindibles para la comunidad, el vínculo afectivo, la mirada crítica, la posibilidad de sentirse parte, la vida y la obra de referencias centrales de la vida nacional y del territorio local.

Radio Nacional es la que es capaz de llegar donde ninguna otra, la que facilita el contacto entre provincias, el medio de comunicación más federal e igualitario y quizá es por eso mismo que sufre semejante ataque de las "fuerzas del cielo" que conciben esos valores como si fueran aberraciones.

Idénticas razones impulsan la ofensiva desembozada del régimen de Javier Milei contra la Universidad y la educación pública en general: es ese un escenario cargado de historia e identidad, donde el conocimiento y la ciencia llegan a rincones que el centralismo ignora o desprecia.

La maniobra tramposa mediante la cual La Libertad Avanza pactó un auxilio exclusivamente a la UBA y discriminó a la UNLPam y al resto de las universidades del país muestra a las claras varias de las características de este oficialismo: el proceder mesiánico se complementa con ese tipo de arreglos sucios, donde se convence mediante dádivas de que "pertenecer tiene sus privilegios".

La diversidad de los abrazos populares que siguen sosteniendo la necesidad de una comunidad con lazos solidarios mantiene viva una llama que en algún momento extenderá su alcance a los espacios que hoy, como sucede con la mayoría de los fascismos de la historia, asiste cómplice, con tibieza y silencio, al despliegue de esa violencia institucional.

…y una de arena…

 

Un inesperado desenlace parcial tuvo la paritaria entre el gobierno provincial y los gremios estatales, que negocian un incremento salarial en un contexto de crisis como no se recuerda otro desde el inicio de este siglo.

A cada una de las partes le asiste razón en los planteos que hace, además en un marco en el que en otras jurisdicciones hay ejemplos dolorosos de conflictos violentos que lejos lucen de encontrar un punto de acuerdo.

En general, el Estado pampeano y los sindicatos que se sientan en esa mesa a negociar han dado sucesivas muestras de madurez y generosidad, entendiéndose mutuamente, desarrollando la empatía y demostrando una altura política para interpretar los intereses de cada parte sabiendo además que en un punto comparten objetivos, proyectos y cajas, porque la Provincia es una sola.

Es lógico que en tiempos de convulsiones y carencias, los tiempos armónicos encuentren obstáculos que no estaban a la vista: la extendida idea de que "no hay plata" castiga tanto a las arcas provinciales, que sufren el violento castigo del régimen centralista de Javier Milei, como a los bolsillos trabajadores, blanco predilecto de la ofensiva anarcolibertaria.

Entonces, la paritaria pampeana se convierte en una discusión donde dos partes derrotadas se sientan a conversar cuál de las dos es la más perjudicada y cuál de las dos tiene que absorber más pérdidas.

Con toda razón, los gremios plantean que sus representados vienen perdiendo ya desde la pandemia, o en todo caso -y reconociendo la voluntad política de la Provincia- empatándole a la inflación en los últimos años gracias a las cláusulas gatillo mensuales, un beneficio que ni por asomo no tuvieron estatales de otras provincias ni trabajadores pampeanos de otros rubros.

La Provincia siente que sus finanzas están contra las cuerdas: Nación acumula una deuda superior a los $30.000 millones y toma de modo sistemático decisiones que además de golpear a las instituciones perjudican a la población, reducen el consumo e impactan de lleno en la recaudación impositiva local.

El oficialismo dice que ya se consumió gran parte del mentado fondo anticíclico, que a fines del año pasado era equivalente a la deuda que acumuló Nación en este período.

Así y todo, la oferta que apareció en la paritaria llegó al 15%, cuando la propia dirigencia sindical estimaba que la propuesta sería bastante inferior, pero así y todo no encontró buen eco y derivó en la decisión de una medida de fuerza para defender el poder adquisitivo de trabajadores y trabajadoras.

No es ninguna revelación que ningún gobierno provincial podrá hacer magia para salvar por su cuenta a quienes habitan sus territorios si el gobierno nacional se propone un rumbo donde el federalismo y la patria en general non son para nada un asunto a tener en cuenta, y más bien todo lo contrario aparecen como botines para las fuerzas imperiales de negocios.

Tampoco puede ignorarse que esa ciudadanía de esos estados es la que de modo mayoritario eligió con su voto a la actual gestión, y es también la que definirá el año próximo y del mismo modo, mediante el sufragio, si aplaude su desempeño o prefiere un cambio de rumbo.

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