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EL DIARIO digital
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General Pico (Agencia) – Dirigentes de la Asociación Italiana XX de Septiembre revelaron que la vecina Rosita La Gioiosa, fallecida a mediados del año pasado, dejó todos sus bienes a nombre de la entidad, pero con objetivos específicos que transformarán vidas a futuro.
Es habitual que cuando una persona abandona este mundo, luego que en su trayecto impactara con acciones positivas hacia los demás, quienes lo despiden afirmen que fue alguien que "dejó huella". Rosita, en este caso, pergeñó que su nombre no solo quede en el recuerdo de quienes la valoraron por su actitud bondadosa, inquieta y hacedora por el Pico que amaba, sino que lo que cosechó en vida transforme a muchos otros piquenses que jamás la conocieron.
El presidente de la Italiana, José Luis Angelucci, confirmó este viernes que Rosita La Giogiosa dejó a nombre de la institución, por la que trabajó por décadas, su casa del barrio Este y dos campos de su propiedad.
Hasta allí, bien podría ser un hecho a destacar para una persona que no tenía descendientes directos, pero Rosita le dio otro giro a su testamento y en el mismo documento ordenó qué hacer con esos bienes.
En el caso de su vivienda de calle 14, ordenó que se transforme en un centro cultural, mientras que, para los campos de más de 300 hectáreas, ubicados en cercanías de Dorila y Trebolares, les dio a escoger a los dirigentes de la Italiana entre dos opciones íntimamente relacionadas con su pasión por la docencia.
La primera alternativa sería armar un Colegio Agropecuario, iniciativa que, si se complica en su armado, podría ser reemplazada por utilizar la renta de ambos predios para la entrega de becas a jóvenes que inicien sus estudios terciarios o universitarios. Esta última idea sería la que los socios de la institución ven como más factible a desarrollar como voluntad de la testadora.
El próximo 27 de abril, a partir de las 9 de la mañana en el Cine Gran Pampa, la Asociación Italiana convocó a su Asamblea Ordinaria. Culminado este acto, se pasará a una Asamblea Extraordinaria donde los socios de la entidad deberán aceptar la donación de Rosita y definir los pasos a seguir, siempre acorde a su expresa voluntad.
Rosita La Gioiosa falleció a los 98 años en los primeros días de julio del año pasado. Fue docente y una incansable colaboradora de diversas instituciones, entre ellas la Italiana, y también la creadora y custodia por décadas del Museo de General Pico.