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"Hoy, castigados por las mismas injusticias"

El documento que elaboró la Multisectorial que organizó el acto y marcha de este lunes en Santa Rosa.

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EL DIARIO digital

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"El FMI sigue dictando las reglas, la justicia protege a los poderosos y la represión es la respuesta para quienes se organizan", enumeró el documento de las organizaciones que este lunes organizaron el acto y la marcha en Santa Rosa para reivindicar la Memoria en el 24M. Aseguró que "hoy, estamos castigados por las mismas injusticias" que sufrieron "los 30 mil".

El documento describió que "hoy, cuando se cumplen 49 años del golpe cívico-militar -que contó con la complicidad y colaboración de los sectores eclesiásticos, corporativo-empresariales y judiciales - nos encontramos con un pueblo hambreado, una nación en venta y castigados por las mismas injusticias contra las que lucharon las y los 30 mil para lograr una patria libre, justa, soberana y anticapitalista. Aquí estamos las organizaciones sociales, sindicales, políticas, estudiantes y la ciudadanía en general en unidad, con voluntad y convicción para recuperar la esperanza de que venceremos y la identidad popular de los/as oprimidos/as".

"¡Ganemos la calle, disputemos el territorio y el sentido común en todos los frentes, llevando la palabra de resistencia a vecinos/as y multiplicando la militancia y el compromiso social!", pidieron las organizaciones.

Refrescaron que el 24 de marzo de 1976 "fue una bisagra en nuestra historia. La dictadura no surgió de la nada, venía precedida por el accionar de sectores de las fuerzas de seguridad y del poder político, que desde 1974 ya habían desatado una ola de persecuciones, secuestros y asesinatos, preparando el golpe y enfrentando el gobierno democrático de Isabel Martínez. Así el terrorismo de Estado se institucionalizó, dando lugar al mayor genocidio de nuestra historia reciente, después de la mal llamada 'Conquista del Desierto'".

"La dictadura -añadió- fue un plan de saqueo que requirió del exterminio para llevarse a cabo. Con José Alfredo Martínez de Hoz como ministro de Economía, el gobierno militar impuso una política de endeudamiento feroz, apertura indiscriminada de la economía y destrucción de la industria nacional. Se consolidó así una Argentina dependiente, al servicio de las grandes corporaciones y el capital financiero. El rol del Fondo Monetario Internacional fue ser financista y beneficiario directo del golpe".

"Este modelo de entrega, impuesto a sangre y fuego, no terminó con la dictadura: su matriz sigue vigente y hoy se profundiza con el gobierno de Milei. Los mismos grupos que se enriquecieron con la dictadura son los que hoy celebran al presidente. No hay cambio de modelo, sino continuidad histórica. El FMI sigue dictando las reglas, la justicia protege a los poderosos y la represión es la respuesta para quienes se organizan. Pero si en los 70 no pudieron acallar la resistencia, hoy tampoco lo lograrán", añadió.

"Nada de esto fue un hecho aislado. Se dio en el marco de la disputa global entre Estados Unidos y la Unión Soviética, en un contexto donde Argentina era clave para el control del Atlántico Sur. La dictadura no solo se subordinó a los intereses del imperialismo, sino que casi arrastra al país a una guerra fratricida con Chile por el Beagle y, más tarde, en 1982, intentó usar la guerra de Malvinas y el sentimiento patriótico de nuestro pueblo para sostenerse en el poder", insiste el documento.

"Pero si la dictadura argentina cayó antes que las de Chile o Brasil, no fue por sus errores estratégicos, sino porque hubo un pueblo que luchó. Desde el primer día, la resistencia popular marcó el camino. Las Madres de Plaza de Mayo enfrentaron con valentía al aparato represivo, mientras el movimiento obrero, las organizaciones políticas y los organismos de derechos humanos mantenían viva la lucha", añade.

"Es esa misma resistencia la que, en democracia, siguió enfrentando la impunidad y el saqueo: desde los juicios a las juntas hasta la derogación de las leyes de obediencia debida y punto final; desde la masacre de Avellaneda y el asesinato de Maxi y Darío hasta la desaparición de Julio López; desde la crisis del 2001, con 40 asesinados y la caída de cinco presidentes, hasta la lucha contra el intento de otorgar el 2x1 a los genocidas", enumeró. 

"Hoy, en Argentina, vivimos un Estado de Excepción permanente que sostiene la injusticia y la crueldad diaria. La represión es la respuesta del poder a quienes enfrentan el ajuste. No hay ajuste sin represión: la dictadura lo impuso con el terrorismo de Estado; Milei lo impone con el protocolo de Bullrich y la criminalización de la protesta. Mientras se multiplican los despidos y el hambre avanza, la violencia estatal busca disciplinar a quienes luchan", señala el documento.

"En este contexto, las personas de la comunidad LGBTNB+, como en el 76?, son blanco permanente de odio por discriminación sexual y de género por parte del Presidente Milei y sus funcionarios de gobierno. Con discursos falaces y mentirosos, atacan el derecho humano a existir, violando así acuerdos internacionales resguardados en nuestra Constitución Nacional", apunta.

"En La Pampa, también avanza la impunidad con el dictamen de la liberación paradójica por "buena conducta" de Carlos Reinhart, principal torturador de la subzona 1.4, ignorando la opinión de las y los sobrevivientes y sometiéndoles nuevamente a la revictimización. En este contexto de negacionismo, su liberación no solo es una afrenta a la memoria, sino que representa un peligro para toda la comunidad", advierte. 

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