La Pampa

"No hay riesgo en la introducción de carne con hueso a la Patagonia"

Jorge Dillon, sanitarista de amplia experiencia y expresidente del SENASA, aseguró al diario La Mañana de Neuquén asimismo que para la llegada de carne con hueso a la Patagonia se necesitan también consensos.

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EL DIARIO digital

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A una semana de la controversia generada por la barrera sanitaria, tras la publicación de la resolución N°180/2025, que fue postergada transitoriamente pocas horas después, acudimos a Jorge Dillon, un sanitarista de amplia experiencia. El doctor Dillon ha realizado toda su carrera técnica en la administración pública provincial y nacional, ha sido presidente del SENASA, Director Nacional de Sanidad Animal y Subsecretario de Ganadería de la Nación, siendo actualmente consultor internacional en sanidad.

- ¿Cómo analiza la situación que se ha presentado? ¿Puede el gobierno no sumarse a la decisión de la Organización Mundial de Sanidad?

- Ante todo aclaremos que la barrera no está en discusión, ésta va a continuar. Han sido días de gran ebullición, no solo en la Patagonia, sino en todo el país. Se perciben intereses de diversos actores, algunos más evidentes que otros y claro, se genera mucha preocupación. La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) recomendó en mayo del año pasado durante su asamblea, que los países pueden movilizar carnes y animales de zonas libres con vacunación a zonas libres sin vacunación. Esta es una recomendación, y no es obligatoria. El país puede decidir si lo implementa o no. De hecho, SENASA avanzó en respuesta a demandas y algunos sugieren que estas provienen de los propios consumidores de la Patagonia, después de todo la carne es la mas cara del País, también los supermercados y frigoríficos, que están interesados en el negocio, y la Provincia de La Pampa, que insiste en este tema desde hace tiempo.

- ¿Tomó esto por sorpresa?

- Sí, al menos yo y muchos no lo vimos venir, creo que esto refleja lo que está ocurriendo en este gobierno: decisiones que se toman de manera reactiva ante demandas, a menudo sin el consenso de todos los actores involucrados, que sería lo ideal. Uno podría suponer que esta es una estrategia para romper el "status quo" y luego sentarse a negociar y consensuar. En este país hemos construido muchas cosas, y a veces es difícil romperlas. Puede ser una estrategia, ya que no es la primera vez que ocurre. Ya sucedió con el tema de la vacunación de fiebre aftosa y la decisión de importar vacunas de otro país, que por ahora ha quedado en la nada. También ocurrió con la identificación electrónica, que se intentó imponer de la noche a la mañana.

- ¿Y entonces?

- La decisión que tomó el gobierno nacional a través del SENASA va en línea con la cuestión sanitaria, pero podría colisionar con los acuerdos comerciales y a mi juicio también podría impactar en la renta de los productores patagónicos. En 2011, se realizó un análisis de riesgo para la "importación de asado" a la Patagonia desde el norte de los ríos Colorado y Barancas, y el riesgo es insignificante. No hay riesgo para la introducción de virus en la carne con hueso a la Patagonia, dado nuestro estatus sanitario actual. Sin embargo, hay convenios con otros países que podrían ser revisados a la luz de lo que se ha decidido, ya que los análisis de riesgo fueron hechos en determinadas circunstancias y ahora se pretende cambiarlas. Países como Estados Unidos, Japón Chile y el bloque europeo, podrían revisar su postura y decidir si mantienen o no el mercado abierto. Este es un tema que sí es sanitario, pero también estratégico, y necesita ser trabajado adecuadamente, ver lo pro y contras de la medida.

- ¿Argentina tiene la obligación de informar al resto del mundo sobre este cambio de situación?

- Sí, por supuesto. Los países con los que tenemos convenios comerciales deben ser notificados. Ellos también se enteran, pero es fundamental y hace a la transparencia que el país notifique cuál es su nuevo estatus a partir de estas resoluciones. Pero mas allá de esto, quiero alertar algo mas preocupante y es que la propia resolución establece algo que a mi juicio, es erróneo: es como pegarse un tiro en el pie. Se establece que la carne con hueso a enviar sea madurada, sin ganglios y con un pH de menos de 5,9. Esto es una exigencia para un país que está infectado y tiene un programa de control. Entonces, estamos diciendo al mundo que tenemos la zona norte del río Colorado infectada y un programa de control. Eso está mal. La zona al norte de los ríos Colorado y barrancas es libre de fiebre aftosa con vacunación, por lo que esa exigencia es innecesaria. Pero la hemos incluido. Si queremos acceder a otros mercados con este argumento, la verdad es que la redacción de la resolución no es muy afortunada. Puede parecer un detalle técnico menor, pero para mí es un aspecto muy importante y un servicio sanitario de un país podría observar esta cuestión y hacerlo dudar.

Patagonia: precio de la carne con hueso

- Otro tema de debate será el ingreso de carne desde el norte del río Colorado, ya que cuesta mucho menos producirlo que en la Patagonia.

- Podría tener un impacto negativo en la renta de los productores al ingresar carne con hueso desde el norte, a precios mucho más bajos de lo que los frigoríficos de la región le pagan a los productores de la Patagonia. Y esto para mí es un problema geopolítico, donde los propios productores dirán "estoy perdiendo renta" y pueden llegar a abandonar los campos. Y si le sumamos a este problema los guanacos, los zorros, los perros asilvestrados... cuando queramos acordarnos habrá muchos productores que decidan retirarse de los campos. Será una cuestión geopolítica que deberíamos preservarla en el tiempo, inclusive cuando todo el país sea libre de fiebre aftosa sin vacunación. Creo que es bueno que ahora se piense en un futuro con esa visión de geopolítica a largo plazo, de arraigo territorial y se piensen otras cuestiones (infraestructura, comunicaciones, asistencias crediticias, exenciones impositivas, etc) que apunten a preservar el arraigo de la gente en los campos e incluir también como se puede llegar al consumidor con un precio menor al actual.

 - Claro, porque justamente en la región se estaban dando inversiones en cuanto a forrajeras, hubo más inversiones en feedlots para sustentar todo este esquema de comercio que tienen.

- Claro, si eso se profundiza y se produce más y se exporta más, están agregando valor gracias a la condición sanitaria que tienen y es justamente lo que tienen que hacer los productores patagónicos: agregarle valor y exportar más. En algún momento Argentina va a ser libre sin vacunación en todo el país y ahí la cuestión será distinta, con lo cual hay que aprovechar estas circunstancias para ver de qué manera los productores hoy agregan valor a su producción y mejoran su renta.

- Esta medida que tomó el gobierno así, intempestiva, aparentemente, ¿no llevará como fin último levantar la vacunación en todo el territorio? ¿Eso sería posible hoy?

- No lo creo, así no se hacen las cosas. En el país se debe pensar en un programa de ganados y carnes con muchos temas a tener en cuenta y donde dejar de vacunar contra la aftosa sea un componente. Pero pensemos, yo me imagino un período de 4/5 años para establecer las condiciones para dejar de vacunar. Hay que trabajar en el fortalecimiento del SENASA, el fortalecimiento de todo el sistema sanitario, que todos los productores y veterinarios sepan cómo detectar un caso clínico de fiebre aftosa y notificarlo sin miedo, fortalecer los controles de fronteras, repensar el banco de antígenos y vacunas, adecuar los sistemas de captura de datos y procesamiento, mejorar los controles de gestión, etc. Mientras tanto, hay cosas que se pueden hacer en paralelo. La identificación electrónica es muy importante ya que para mí, resuelve un problema operativo que es la lectura y la transcripción del dato y es inequívoco. El soporte de papel es un problema, lo hemos visto con los años desde la implementación de la identificación individual alfanumérica en el 2007, es engorrosa, genera errores y pérdidas de tiempo y también entiendo que hay muchos pequeños productores que tienen problemas pues no cuentan con posibilidades de infraestructura en el campo para implementarla, pero creo que hay que ir por ahí. Ahora bien, esta identificación debe continuar en el frigorífico emparejando el número de tropa y garrón de cada uno de los animales individualizados electrónicamente para conocer el rinde y la calidad de la res del animal que fue clasificado y tipificado y entonces con esos datos se genera información para que el productor decida en donde ajustar su manejo (alimentación, genética, sanidad) para lograr una determinada calidad que requiere el mercado. Pero implementar estos temas no se hace de la noche a la mañana. Son cosas que hay que trabajarlas, lo mismo que la evasión fiscal, o las cuestiones higiénico- sanitarias en muchas plantas frigoríficas provinciales siendo que ésta última cuestión impacta directamente en la salud de la población. Si todas estas cosas se hacen en tiempo y forma lograremos el mayor atributo que puede tener un país agroexportador, la confianza de los consumidores del mundo, que es lo que abre y conserva los mercados.

- ¿Una última reflexión?

- Deseo que este país avance y logre ser un gran exportador de carnes, no solo vacunas, ovinas, porcinas y aviares, pero es necesario tomarnos el tiempo necesario para convenir en el consenso, los temas, las estrategias, los tiempos y su correcta implementación. Así, con decisiones reactivas y aisladas no creo que se resuelvan las cuestiones, ojalá este gobierno que está haciendo muy buenas cosas desde lo macroeconómico nos lleve a buen destino.

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