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EL DIARIO digital
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El gobierno de la provincia de Neuquén buscará que los tres meses que acordó con el Estado nacional para que se analice la quita o no de la barrera sanitaria sirvan para avanzar en un tema central: la baja del precio de la carne que se paga en la Patagonia.
El gobierno nacional a través de una resolución del SENASA anunció la eliminación de la barrera sanitaria que impide llevar asado con hueso al sur del río Colorado. La medida, que beneficiaba a frigoríficos de La Pampa y el sur de Buenos Aires duró algunas horas: los poderosos gobernadores de Río Negro y Neuquén se opusieron. El Gobierno de Milei dijo que la eliminación se postergó por 90 días. Y los dos mandatarios patagónicos afirman que perjudican las medidas sanitarias que tienen (no vacunan contra la aftosa)
El gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa ya adelantó algo de lo que el Ejecutivo planea respecto a este tema y tiene que ver con un análisis que se hace puertas adentro del gobierno respecto a que en un escenario hipotético de eliminación de la barrera el precio de la carne con hueso no bajará de manera milagrosa porque el problema es mucho más complejo.
Por esta razón, el mandatario neuquino apuntó a los intermediarios, que son los que se quedan con la gran porción del negocio. Se sabe, que por imperio de la actividad petrolera Neuquén es una provincia con precios minoristas altos. Sucede en todos los rubros del comercio, incluido el de los alimentos. Y, dentro de este, especialmente la carne.
Hoy el kilo de asado supera los 20 mil pesos en varias carnicerías y no hay señales de que se estabilicen, independientemente de lo que suceda con la barrera sanitaria.
También es de público conocimiento que los precios se rigen por la oferta y la demanda, y mientras haya quien compre, habrá quien los suba.
Consumo
En noviembre del año pasado se conoció un estudio según el cual el consumo de asado fue en alza tanto en Neuquén como en Río Negro, pese a la retracción que se registró a nivel nacional por lo que, desde el punto de vista puramente mercantilista y pragmático, si la rentabilidad va en alza por qué deberían ir en baja los precios.
En el medio, el único afectado es el bolsillo del consumidor y de productores a lo que se les paga el mismo valor por el kilo de carne (unos 3.800 pesos) desde hace mucho tiempo pese a que en góndola sigue subiendo.
¿Cómo bajar el precio?
Figueroa dio a conocer esta semana algunas definiciones respecto a cómo ir hacia un escenario de descenso del precio de la carne, donde apuntó a "achicar los márgenes de ganancias de la cadena de intermediarios" y señaló que en ese eslabón de formación del precio hay quienes "se están quedando con una rentabilidad excesiva". Dijo que existe "especulación con el valor de la carne" y que se debe "atacar a esos sectores y proteger al productor".
Uno de las propuestas del gobierno neuquino, que será planteada en las mesas de trabajo que se conformen en con el Estado nacional, es lograr la unificación de todo el territorio argentino como zona libre de aftosa sin vacunación, con el objetivo de bajar los precios por el mayor ingreso de ganado, incluso de países vecinos como Brasil, que tienen el mismo status sanitario que la Patagonia.
De esta manera, según la visión del gobierno provincial, también se protegería al productor local porque se seguiría respetando la actual condición de sanidad.
Por el contrario, Rolando Figueroa entiende que si la medida sólo se limita a levantar la barrera se pondría en riesgo el estatus y no se garantizaría una estabilización de los precios.
Para el gobernador un escenario con un nuevo estatus sanitario a nivel nacional "abriría otros mercados" (y dio el ejemplo de Brasil), daría otro tipo de oportunidades y también nos quitaría el problema de tener barreras internas en el país".