La Pampa

El derrumbe de la actividad textil pega fuerte en La Pampa

Trabajadoras del sector venden sus máquinas, en medio de la crisis que paraliza su economía y la falta de perspectivas. "Es como remar en brea", metaforizó Marta González, sindicalista del sector.

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EL DIARIO digital

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"Está todo negro. Peor que mal. No es remar en dulce de leche, es remar en brea". Esa es la descripción del panorama de la actividad económica que en el área textil hace Marta González, delegada gremial del Sindicato Argentino de Trabajo Textil a Domicilio.

La crisis en el sector tiene fuerte impacto, obviamente negativo, en la provincia. A tal punto que las personas dedicadas a esa tarea están vendiendo sus máquinas, agobiadas por la situación económica y con pocas esperanzas de que pueda revertirse la parálisis.

"Estamos peor que mal. El textil domiciliario siempre trabajó para fabricas, para mini pymes o algún emprendedor. En la actualidad, por abrir importaciones y por la economía argentina, entran telas e hilados re contra económicos y las de acá, se dispara el precio", lamentó González.

Explicó que "el valor de la mano de obra se fue al demonio; quien se pueda sentar en su taller está regalando su trabajo, la mayoría de los textiles domiciliarios están haciendo arreglos. Desde el verano está todo parado el taller hogar. La otra triste realidad es que las compañeras costureras que tenían sus mayores ingresos de la producción, ahora están vendiendo sus máquinas". 

Comentó que hace un par de años, la realidad era otra: "En invierno había producciones de jogging y en verano de guardapolvos", puso como ejemplo. "Pero ahora no hay. Resulta que esos emprendedores ahora también tienen sus talleres parados", añadió en declaraciones a Radio Kermés. 

La sindicalista dijo que en el país hay alrededor de medio millón de personas dedicadas al trabajo textil domiciliario, en tanto que en la provincia hay 200 afiliadas al sindicato. Dijo que en esta instancia, las personas afectadas por la nueva realidad laboral "venden las cosas que producen, alguna que otra debe estar trabajando en alguna boutique, otras rebuscándosela como puede y otras laburando afuera de la casa como sea.

"Aquellas compañeras que está viendo todo este parón, se les vienen las cuentas encima y terminan vendiendo sus máquinas", insistió.

Lamentó que "nuestro primer mandatario estudió Economía, lleva un año y la cosa no está mejorando. Yo la veo gris, cada vez es más alto el costo de vida, cada vez son más altos los servicios, cada vez es más caro mantener tu máquina y producir. No es remar en dulce de leche, es remar en brea".

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