Por cinco hechos, condenaron a un joven a un año de prisión efectiva

Un joven de 23 años de edad fue condenado a un año de prisión efectiva por cincho hechos delictivos ocurridos a fines de 2023, uno de ellos, y entre noviembre de 2024 y de enero del 2025. La pena fue impuesta a través de un acuerdo de juicio abreviado, homologado por la Jueza de Control sustituta, Marisol Emilia Rodríguez.

En la sentencia, dictada a fines de febrero, se condenó al joven, de profesión lavacoches y domiciliado en Santa Rosa, por cinco hechos: dos por robo simple, dos por hurto simple y uno por encubrimiento. 

El primero de los hechos imputados ocurrió el 21 de diciembre del 2023, cuando el ahora condenado junto a otra persona, sin ejercer fuerza ni violencia, se apoderaron de varias cápsulas de medicamento que se encontraban sobre el escritorio del cabo de guardia de la comisaría departamental de Toay. Para perpetrar el hecho, los sindicados, que se encontraban alojados en esa dependencia, abrieron la rendija de una de las puertas de la celda y utilizando un palo de madera con un gancho en su extremo, se apoderaron de los medicamentos, secuencia que fue registrada por las cámaras de seguridad del lugar. La calificación legal de este hecho fue "hurto simple".

Los 3 siguientes delitos se produjeron a fines de 2024. El 6 de noviembre del año pasado, el acusado, en horas de la tarde, ingresó sin ejercer fuerza ni violencia, al garage de una casa sobre calle Brasil, entre Castelli y Autonomista, y se apoderó de una bicicleta marca Lamborghini, verde y negra. También se le inició un legajo por hurto simple.

En tanto, el 22 de diciembre de 2024, por la madrugada, fue interceptado por la policía mientras circulaba por calle Eduardo Castex y Miguel Cané, de Santa Rosa, en una bicicleta Mountain Bike, marca Norbic, rodado 29, color negro con letras blanco, la que había sido sustraída a una vecina del Pasaje Algarrobo, dos días antes. La calificación legal de este ilícito fue "encubrimiento por receptación dolosa".

Más tarde, el 30 de diciembre, a las 2:30 horas de la madrugada, el imputado ingresó a una vivienda de la calle Utracán al 500, tras dañar la puerta de ingreso al pasillo, y se apoderó de la suma de $150.000, siendo advertido por el damnificado. La policía acudió al lugar y el sospechoso escapó por los techos. La policía detuvo al joven cuando intentaba ingresar a su vivienda, pero su madre no se lo permitía. Luego se lo imputó por robo simple.

Finalmente, el 21 de enero de este año, el acusado ingresó a una vivienda ubicada en la esquina de Toay y Utracán, previo ejercer fuerza sobre una puerta trasera y se llevó prendas de vestir, anillos y aritos y una mochila tipo escolar, po lo que lo acusaron otra vez de robo simple. 

Por los hechos detallados, la justicia condenó al joven a la pena de un año de prisión de efectivo cumplimiento, con declaración de reincidente. 

Además, se dispuso la devolución de los elementos sustraídos, que se encontraban secuestrados, a sus propietarios.