La Pampa

La tinta de la lapicera

El último enfrentamiento público entre Verna y Ziliotto había sido irónico: una historia cargada de intrigas, en varios capítulos.

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EL DIARIO digital

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El exgobernador Carlos Verna había chicaneado al gobernador Sergio Ziliotto en su última aparición pública: a fines de diciembre se había mostrado con una lapicera para aludir a una frase anterior del jefe del Ejecutivo, quien aclaró que sería el dueño de la lapicera y que no se la iba a prestar a nadie.

Ziliotto se vio obligado a hacer esa aclaración para corregir una declaración que pronunció días antes, cuando dijo que en 2027 se retiraría de la política y generó ruidos y suspicacias.

Si la lapicera era, entre otras cosas, para definir candidaturas legislativas, ahora Verna se la saca de encima. Y Ziliotto tendrá que verificar si le queda tinta para escribir las páginas que viene o también deja la hoja en blanco para que la completen otros espacios del peronismo.

Ziliotto se había referido tanto a la gestión como a la vida partidaria: "No le voy a prestar la lapicera a nadie, voy a tomar decisiones de gestión y en el peronismo hasta el último día", dijo como gobernador y presidente del PJ en una entrevista con El Diario.

Poco después Verna se sacó la foto, una burla desafiante a las palabras de Ziliotto, junto al comunicador preferido que tiene en General Pico, Juan Ramón García. 

"Acá está la lapicera, feliz año", fue la leyenda que acompañó la imagen que circuló primero entre simpatizanets y después en redes y medios. "¿Quién es el dueño de la lapicera?", se preguntaron algunos militantes vernistas en las redes.

-¿Esperabas más acompañamiento? Verna no te ha respaldado, precisamente... - le preguntó El Diario a Ziliotto en la última entrevista.

-Es lo que me tocó. Quizá por una cuestión lógica, veníamos de grandes liderazgos, y yo planteé la horizontalidad, por ahí alguno no lo entendió. Me tocó lo que hay. Pero tuve acompañamiento de intendentes. No dejé de hacer nada por algún tipo de ruido político interno. 

Del amor al desencuentro

La historia entre Verna y Ziliotto va del amor a los desencuentros. El actual gobernador fue un escudero fiel en la trayectoria política de Verna. Siempre lo acompañó en la función, ejecutiva o legislativa. Desde los tiempos en el municipio de Pico, el Senado y los dos períodos en la gobernación pampeana.

Tanto es así que cuando en setiembre de 2018 anunció que tenía cáncer y dejaba la política para concentrarse en el tratamiento de su enfermedad, lo ungió como su sucesor, incluso relegando a Daniel Lovera, el otro hombre de confianza que caminó a su lado durante toda su carrera. Fue triunfo contundente en mayo de 2019.

En octubre de 2019, Verna fue estrella central del acto del 17 de octubre, cuando Alberto Fernández y Cristina pidieron un "nunca más" al neoliberalismo y sellaron la unidad del peronismo para derrotar a Mauricio Macri.

Sin embargo, al poco de iniciarse la primera gestión de Ziliotto, algo se rompió. El nuevo ocupante de Casa de Gobierno hizo algunos gestos de independencia y habló de un nuevo liderazgo, basado en la horizontalidad, que dejaba atrás otro estilo, más personalista.

A partir de ese momento, Verna no hizo respaldos explícitos a la gestión. Cada vez que abandonó su reclusión o hizo irrupciones puntuales en las redes, golpeó en la línea de flotación a la gestión del que había sido su delfín. Nunca estuvieron claras las razones ni el origen del desencuentro.

Primero petardeó al presidente Alberto Fernández, a poco de asumir, por haber girado recursos a la provincia de Mendoza para construir Portezuelo del Viento. "Nos cagó un compañero", dijo. El distanciamiento de Verna se mantuvo.

Y quedó al desnudo en la campaña para la reelección de Ziliotto. Verna le sacó el cuerpo casi por completo. Ziliotto logró la reelección, por un margen muy estrecho. El líder de la Plural, desaparecido en acción, recién regaló una foto con Ziliotto a último momento, previo a las elecciones, el 12 de mayo de 2023. "Gracias por la visita", tuiteó, con frialdad.

Pasaron las PASO, la primera y la segunda vuelta y Verna mantuvo el silencio. Ya con Milei en el poder, Verna se refugió en el mismo silencio, hasta que volvió a atacar a Ziliotto, a mitad de 2024. Desde agosto del 2023 no aparecía en ningún lugar público y su cuenta en Twitter (X), que es la plataforma de sus definiciones políticas, estaba en silencio político.

A fines de julio de 2024, reapareció sorpresivamente para criticar el alineamiento con el gobernador bonaerense Axel Kicillof, a quien recibió en Casa de Gobierno y le ofició de escudero en su cruzada de resistencia a las políticas de ajuste de Milei. Con la excusa de celebrar que YPF haga la mayor inversión de su historia en Río Negro y no en la provincia de Buenos Aires, volvió a las andadas: mientras un Kicillof encendido protestaba por la decisión nacional de que la planta de GNL se instalara en Río Negro, el exsenador lanzó su tweet: "¡Una buena noticia para la PATAGONIA y para los trabajadores petroleros de Río Negro, Neuquén y La Pampa!".

Mucho más que un saludo a la provincia sureña fue un regodeo con la derrota política de Kicillof, y de carambola una chicana a su enemigo íntimo Ziliotto, que venía agitando los encuentros con el bonaerense. El PRO local se plegó al relato de Verna y castigó duro a Ziliotto por su vínculo con Kicillof. Y el exgobernador, como nunca, se vio obligado a una reaparición aclaratoria, también en "X": por un lado, trató de separarse del gobierno libertario y reivindicar a la Patagonia, por otro lado, subió la apuesta.

"La Pampa forma parte de la Región Patagónica sin beneficio de inventario. El Gobernador de La Pampa integra la Liga de Gobernadores Patagónicos y los Diputados Provinciales de La Pampa integran el Parlamento Patagónico. La Pampa nunca será el patio trasero de Buenos Aires", aseveró.

A los pocos días, un jueves de agosto, abrió las puertas de su mítica quinta en Pico, donde se han tejido intrigas, pactos y listas completas, y se erigió en padrino del Grupo No Alineado de intendentes del PJ. Recibió a su preferida, la intendenta de General Pico, Fernanda Alonso; al jefe comunal de Santa Rosa, Luciano di Nápoli, y a otros integrantes del grupo que desde principios de año se venía reuniendo con una mirada crítica al Ejecutivo provincial.

El de hoy es un desafío más en la larga cadena de desencuentros con Ziliotto.

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