La Pampa

Cáncer infantil: detectan en promedio 15 casos por año

Es gracias al trabajo del Servicio de Oncopediatría de los hospitales Molas y Favaloro.

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EL DIARIO digital

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Cada 15 de febrero se conmemora el Día Internacional contra el Cáncer Infantil, fecha en que se busca concienciar a la población sobre la importancia de la detección temprana y el diagnóstico oportuno en el tratamiento de una enfermedad que, a pesar de su complejidad, puede ser curable en muchos casos si se detecta y trata a tiempo.  

En el Servicio de Oncopediatría del complejo hospitalario Molas-Favaloro, se diagnostican en promedio 15 casos nuevos de cáncer por año. La estadística incluye niños y niñas desde recién nacidos hasta los 15 años. 

Los tipos de cáncer más comunes en la infancia son las leucemias, los tumores del sistema nervioso central y los linfomas. La detección temprana resulta fundamental, ya que entre el 70% y el 80% de estos cánceres pueden ser curables.

María Laura Fontanes, oncóloga pediatra y referente del Servicio de Oncopediatría, destacó a la Agencia Provincial de Noticias la relevancia de esta fecha: "Esta efeméride no solo busca sensibilizar sobre la enfermedad, sino también mejorar la accesibilidad al diagnóstico y tratamiento oportuno. Es fundamental que los adultos responsables de los niños reconozcan ciertos patrones o señales de alarma, como pueden ser fiebre persistente sin causa aparente, moretones o sangrados, dolor de cabeza o vómitos matutinos, pérdida de peso injustificada, crecimiento de ganglios, entre otros. Aunque estas señales puedan parecer banales, si persisten, deben ser consultadas a tiempo con los pediatras. Afortunadamente, estamos logrando avances en este aspecto, y nuestro servicio está creciendo significativamente".

Trabajo en red.

La profesional enfatizó el trabajo en equipo y la detección temprana como factores clave en la lucha contra esta enfermedad al señalar que el porcentaje de sobrevida es alto "cuando se realiza un diagnóstico precoz, preciso y se administra el tratamiento de manera adecuada. Desde su creación, el Servicio de Oncopediatría creció considerablemente y ahora trabajamos en red con pediatras de toda la Provincia. Ante la mínima sospecha, los pediatras nos consultan y, si es necesario, derivan a los pacientes. La detección temprana es fundamental para obtener resultados favorables".

Avances del Servicio.

La especialista explicó que el equipo de Oncopediatría del complejo hospitalario Molas-Favaloro está compuesto por pediatras, especialistas en oncología pediátrica, soporte clínico, psicología, infectología, cuidados paliativos, cirugía, trabajo social, rehabilitación y terapia ocupacional. 

Además, señaló, trabajan de forma colaborativa con el Ministerio de Educación "para brindar apoyo escolar a los pacientes durante sus períodos de tratamiento y recuperación".

"Este enfoque integral garantiza que los pacientes reciban no solo tratamiento médico, sino también el apoyo necesario para su desarrollo emocional y educativo. Asimismo, a través del Gobierno provincial se ofrece acompañamiento psicológico y emocional a las familias que lo necesitan, así como la cobertura de alojamiento cuando son derivados a Buenos Aires en la Casa de La Pampa, viandas y transporte urbano. En ocasiones, familias enteras se mudan, y contar con ese apoyo y acompañamiento, tener a alguien esperándote en Buenos Aires y guiándote sobre cómo continuar, es fundamental para las familias que atraviesan estos procesos que causan un gran impacto emocional", remarcó.

En el mismo sentido, la referente continuó: "es precisamente este trabajo en equipo el que nos permite abordar todas las necesidades de los pacientes y sus familias. Desde el diagnóstico hasta el tratamiento y el seguimiento, cada miembro del equipo juega un papel esencial en brindar un cuidado integral".

Diagnóstico y seguimiento.

En La Pampa, el diagnóstico se realiza localmente, y los pacientes son derivados a Buenos Aires para recibir tratamiento especializado, situación que cambiará cuando los tratamientos se comiencen a realizar en la Provincia.

Una vez finalizado el tratamiento, se comienza con el mantenimiento y seguimiento del paciente, el cual ya se lleva a cabo en La Pampa, lo que permite a las familias evitar largos periodos de estancia en Buenos Aires. "Llegar a Buenos Aires con un diagnóstico claro facilita comenzar el tratamiento rápidamente y permite a las familias regresar a su hogar para continuar con el mantenimiento, evitando así el impacto que implica una larga estancia fuera de su entorno provincial ", detalló Fontanes.

"El mantenimiento y seguimiento de los pacientes los realizamos desde el Servicio con supervisión y en trabajo conjunto con los equipos tratantes de Buenos Aires, logrando de este modo que las familias regresen antes a la Provincia a veces 6 meses o un año antes, con todo lo que eso implica para cada integrante del grupo familiar y para el paciente", añadió.

Cuidados paliativos.

Los cuidados paliativos pediátricos constituyen un modelo de atención que tiene como objetivo aliviar el sufrimiento de niños y adolescentes cuando el tratamiento de su enfermedad no avanza según lo esperado. En este sentido, indicó: "se trata de un trabajo en equipo que realizamos con las profesionales Rosario del Toro, Lucia Loeffer y Antonella Lis Caballero, entre otros referentes, con el objetivo de minimizar el sufrimiento que produce una enfermedad cuando se vuelve incurable. Nosotros trabajamos con pacientes pediátricos, y aceptar la muerte de un niño es muy difícil. Es en este contexto que nos enfocamos en ofrecer cuidados integrales a lo largo de un proceso que puede durar mucho tiempo, nuestra meta es mejorar su calidad de vida".

"Este modelo de cuidados integrales no solo se centra en la atención médica, sino también en el apoyo emocional y psicológico, tanto para los pacientes como para sus familias. La empatía y la comprensión son elementos esenciales en este acompañamiento, y nuestro equipo de profesionales trabaja incansablemente para proporcionar un entorno de apoyo y contención durante todas las etapas de la enfermedad" concluyó la oncóloga.

Acompañamiento.

Alina Aguilera es trabajadora social y forma parte del Servicio de Oncopediatría. La profesional resaltó la importancia del trabajo de acompañamiento que se realiza desde el momento del diagnóstico.

"La situación de ver a un niño enfermo siempre es devastadora. El diagnóstico de cáncer pediátrico es sumamente complejo de aceptar e involucra numerosos desafíos. No solo tenemos a un niño enfermo, sino también a veces hermanos, mamás y papás que se enfrentan a millones de miedos y a un sinfín de incertidumbres", explicó. "Son muchas situaciones, todas entendibles, en las que nos abocamos para que se sientan lo más acompañados y seguros posibles. Buscamos ayudar en el proceso, porque entendemos que no es un proceso fácil de enfrentar".

La profesional continuó: "Una vez obtenido el diagnóstico, tenemos un primer acercamiento con la familia, lo cual es fundamental. Es una crisis emocional muy fuerte y muchas de las personas están en shock. Ver una cara conocida que te guíe y te oriente les sirve de ayuda. Buscamos brindarles información, explicarles cómo va a seguir el tratamiento, qué va a suceder en Buenos Aires. Queremos que estén tranquilos y para eso trabajamos interministerialmente. Se les gestiona el alojamiento, el transporte urbano, las viandas, y en Buenos Aires también cuentan con un servicio social que los acompaña y responde a todas sus dudas. Los ayudamos a ordenarse, porque muchas veces están en shock y a veces tenemos muy poco tiempo desde el momento que se realiza el diagnóstico hasta la derivación y salida. A partir del diagnóstico, el acompañamiento es permanente. Consideramos que estar a disposición, asesorarlos, escucharlos, orientarlos y brindarles ciertas seguridades en momentos de tanta vulnerabilidad es fundamental para aliviar y facilitar la transición de estos procesos".

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