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EL DIARIO digital
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Esta enfermedad es causada por el Bacillus anthracis, bacteria que tiene la capacidad de formar esporas de resistencia a efectos de sobrevivir fuera del hospedador en condiciones adversas, al ingresar a este puede recuperar la capacidad de infectar y generar toxinas que provocan la muerte.
Afecta principalmente a rumiantes domésticos (bovinos, ovinos, cabras) y silvestres (ciervos, antílopes). El principal síntoma en los animales es la muerte súbita, con salida de sangre sin coagular por los orificios naturales (boca, nariz y ano), donde se encuentra la bacteria. Equinos y porcinos también pueden contraerla, con el mismo resultado, aunque con una evolución más lenta.
Se transmite a los humanos por la manipulación de animales muertos o enfermos pero no se contagia entre personas enfermas o convalecientes. En estos casos, la severidad de la enfermedad varía según el modo de contagio y la celeridad en la atención del enfermo.
Existen vacunas para animales pero no para humanos.
Además, desde el organismo oficial difundieron una serie de medidas preventivas:
* Vacunación de los animales en riesgo.
* No se debe retirar el cuero de los animales muertos por carbunclo ni manipularlos sin las correspondientes medidas de protección.
* No alimentar a los perros ni otros animales con productos derivados de animales con signos de enfermedad.
* No quemar los cadáveres, ya que con esta práctica provoca la diseminación de esporas y favorece el contagio por vía respiratoria. Se los entierra, siguiendo las indicaciones del SENASA.