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EL DIARIO digital
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El presidente del Consejo de Administración de la CPE, Manuel Simpson, advirtió que la desregulación del mercado eléctrico que dispuso el gobierno nacional puede desembocar en un acuerdo de precios entre las generadoras para cobrar más cara la energía y obtener una fuerte rentabilidad, en desmedro de los usuarios. "Los mercados desregulados en los servicios públicos no son convenientes", aseveró.
Simpson puso como ejemplo el servicio de internet, que la CPE presta en Santa Rosa por mitad del precio que ofrecen las grandes empresas del ramo en el resto del país.
El dirigente cooperativo remarcó que "el objetivo es que compitan las generadoras, para que se esfuercen en ser más eficientes y vender más barato". "El problema es que en nuestro país nunca funcionó la competencia. Tenés el caso de las telefónicas, son tres y se ponen de acuerdo en los precios, acuerdan entre ellos. Lo mismo pasa en otros mercados desregulados", reafirmó.
Expectativa y alerta
Consultado por El Diario, Simpson explicó que en la provincia la Administración Provincial de Energía compra a CAMESA y luego, por un convenio interno, distribuye a través de las cooperativas. El gobierno nacional decidió correr al ese ente de intermediario que regulaba la demanda a las generadoras eléctricas, y a partir de ahora el ente provincial tendrá que ir directamente al mercado a negociar con las empresas generadoras.
"Hasta ahora CAMESA salía a buscar al mercado el combustible todo de una sola vez, supuestamente a mejor precio, y le vendía a las generadoras. Ahora cada generadora lo hará en forma directa. No sabemos el impacto que tendrá en el precio", indicó. Y agregó: "luego, la demanda de energía la maneja CAMESA, el orden del ingreso de los generadores al sistema, paga, y después cobra a los distribuidores. Ahora se libera la posibilidad, es un esquema de los años noventa, y los las generadoras celebran contratos de compra de energía directamente con las distribuidoras".
Según la CPE, la contratación directa de APE con las generadoras acarrea varios riegos. En primer lugar, explicó Simpson, los contratos están dolarizados y la intermediación de CAMESA garantizaba que se pagaron en pesos, al valor del dólar oficial. "¿Qué ocurre ahora? ¿Qué dólar van a cobrar, el oficial o el MEP? Lo van a poder manejar, la energía podría aumentar hasta un 20% y si llega a haber una devaluación, todavía más", alertó el dirigente cooperativo. "Aparte de los aumentos de energía que hubo este año, que fueron tremendos, por una diferencia cambiaria, al estar liberado, podría haber más incrementos", ratificó.
A merced de los lobys
Por otra parte, Simpson consideró que otro riesgo grave es el "famoso lobby". "El objetivo es que compitan las generadoras, para que se esfuercen en ser más eficientes y vender más barato. El problema es que en nuestro país nunca funcionó la competencia. Tenés el caso de las telefónicas, son tres y se ponen de acuerdo en los precios, acuerdan entre ellos. Lo mismo pasa en otros mercados desregulados", advirtió.
-¿La concentración del mercado facilita esto? -consultó El Diario.
-No es un negocio para cualquiera, son pocas empresas, muchas tienen los mismos accionistas. No importa si son cuatro u ocho, tienen una vinculación de negocios. Es un riesgo. La historia argentina lo demuestra. Ha habido oligopolios. Las telefónicas son tres y manejan el mercado. El servicio de internet es el mejor ejemplo. En Santa Rosa es el 50 por ciento más barato que en el resto del país, donde cobran lo mismo. Y es porque nosotros no nos sentamos con nadie a arreglar el precio. Cuando vienen acá tienen que bajar el precio, porque si no no se lo venden a nadie.
Simpson consideró que "lo que no se regula, en este país y en todo el mundo, son servicios en los que perdés el control, das libertad y se generan riesgos de maniobras para que terminés pagando más caro de lo que en realidad vale y que los prestadores tengan más ganancias".
"Con la desregulación del mercado eléctrico estamos a la expectativa, hay varios riesgos. Los mercados desregulados en los servicios públicos no son convenientes. Hay que regularlos. Esa es nuestra manera de verlo", concluyó.