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EL DIARIO digital
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El año pasado ingresaron al Sistema Informático de Gestión de Expedientes (SIGE), que incluye a todos los fueros no penales, 13.337 causas. Ello significó un incremento del 12,3 por ciento con respecto a 2023. Cuatro de cada diez de esos expedientes fueron al fuero de familia, niñas, niños y adolescentes.
Esas 13.337 causas se dividieron de la siguiente manera, de acuerdo al fuero: familia, niñas, niños y adolescentes (5.494), civil, comercial y de minería (4.267), ejecución, concursos y quiebras (2.987) y laboral (583). El resto correspondió al fuero contencioso-administrativo, aunque sin incidencia en los porcentajes generales.
Con esos números, el fuero de familia recibió el 41,20 por ciento de los nuevos expedientes; el fuero civil el 32 por ciento; el fuero de ejecuciones, concursos y quiebras el 22,40 por ciento; y el fuero laboral el 4,36 por ciento.
En la comparación porcentual interanual, familia creció un punto ya que en 2023 ese índice había sido del 40,2; civil bajó cuatro (36); ejecución aumentó algo más de cuatro puntos (18,1) y laboral también mostró un punto a la baja (5,4).
En números nominales, el fuero de ejecuciones, concursos y quiebras fue el de mayor aumento ya que el año pasado ingresaron al SIGE 829 causas más que en 2023. Allí se tramitan juicios por apremios, ejecuciones hipotecarias y prendarias, embargos, concursos, quiebras, etc. Esas cifras significaron un incremento del 38,4 por ciento.
En ese fuero sobresalió la suba de las causas por apremios, que fue del 90,4 por ciento. En ellas se tramitan los créditos fiscales a favor del Estado, provincial y municipal; es decir las deudas que deben cobrar el gobierno pampeano y las comunas. Por eso no es casual que el 88 por ciento de los expedientes ingresaran en la Primera Circunscripción Judicial, con sede en Santa Rosa, ya que en los tribunales capitalinos es donde se gestionan los apremios iniciados por el Estado provincial.
En el fuero de familia, el crecimiento nominal fue de 710 expedientes, lo que equivalió a un 14,8 por ciento más. Allí se destacó el aumento del 20,9 por ciento de las causas por deudas alimentarias. También el alza de un 45 por ciento de ingresos en General Pico, al pasar de 1.438 a 2.090 legajos y del 12,7 por ciento en General Acha sede de la Tercera Jurisdicción.
En cambio, en los dos fueros restantes los ingresos disminuyeron con respecto a 2023: en el civil, comercial y de minería hubo 15 causas menos y en el laboral 62.
Nuevo modelo
Desde la justicia se destacó como hecho importante, que viene sirviendo para que haya un funcionamiento más eficiente y una agilización en la tramitación de los expedientes, la sucesiva apertura de oficinas de gestión en los fueros civil y de familia. Se trata de una política institucional que el Superior Tribunal de Justicia vino profundizando en los últimos años.
A partir de la buena experiencia de la Oficina Judicial en el fuero penal, ello se trasladó a los fueros no penales. De ese modo, en agosto de 2022 comenzó a funcionar en Santa Rosa la Oficina de Gestión Judicial para los Juzgados de Familia, Niñas, Niños y Adolescentes de la Primera Circunscripción Judicial y, paralelamente, se creó un tercer juzgado.
Luego, en febrero de 2023 y tras una prueba piloto, abrió la Oficina de Gestión Común Civil, Comercial y de Minería, también en Santa Rosa. A partir de ese momento desaparecieron como tales los cinco juzgados civiles de primera instancia, los ingresos se unificaron en una sola mesa de entrada, los procesos se simplificaron y se agilizó la toma de decisiones y, además, las modificaciones permitieron que los jueces y juezas comenzaran a priorizar la realización de audiencias y el dictado de sentencias y derivaran las tareas administrativas.
Finalmente, en agosto pasado, en la Segunda Circunscripción Judicial, con cabecera en General Pico, asumió una tercera jueza de familia y a la par empezó a funcionar allí la Oficina de Gestión Judicial de Familia; replicando el modelo metodológico y de organización de la Primera Circunscripción.
Todas estas decisiones impulsaron un cambio de paradigma del sistema, con un nuevo esquema de organización que impactó en lo interno y en lo externo; al ser más flexible, contar con mesas de trabajo especializadas y permitir que los diligenciamientos de los expedientes sean más rápidos y eficaces.