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EL DIARIO digital
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Una mujer con tres hijos ocupó una vivienda en el barrio "Los Profesionales", de la localidad de Toay, cansada de buscar respuestas en las autoridades municipales. "Sé que no está bien, pero no tenía otra opción", explicó la joven, de 27 años, quien ocupó la misma vivienda que usurpó el año pasado Antonella Villalba, la joven que finalmente se suicidó en medio del conflicto con el municipio y de denuncias por maltrato contra su pareja.
Lucía junto a sus hijos, dos niñas de 8 y 4 año y un bebé de 5 meses, decidió ingresar el pasado sábado a la vivienda, que estaba clausurada y cuyas puertas y ventanas fueron soldadas luego de la trágica muerte de Antonella. Por ello, tuvo que forzar una de las puertas.
La reacción del municipio fue la misma que en 2024. "Después del mediodía (de ese mismo sábado) vino la policía, de buena manera, a informarme que el intendente, la directora de acción social y alguien más que no recuerdo el nombre, me habían denunciado por usurpación y daño a la propiedad por haber roto la soldadura de la puerta".
La decisión tomada por Lucía no fue apresurada: "me cansé de esperar una vivienda mientras gente acomodada puede acceder", contó la joven a una radio de Toay.
"Me cansé de golpear puertas y nunca me dieron una solución, me daban 20 mil pesos para un alquiler, mostré cómo estaba viviendo a las autoridades y ni así me ayudaron. Sé que no está bien, pero no tenía otra opción", agregó.
Reveló que tiene "una tarjeta alimentaria de $25.000 pesos, una cuota alimentaria de $30.000 y no mucho más. Con changas y ayuda de familiares y amigos llego, con suerte, a $100.000 por mes y con eso nos estamos arreglando".