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EL DIARIO digital
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El estado de la Ruta Nacional 5, que conecta Buenos Aires con Santa Rosa, es motivo de creciente preocupación entre los intendentes de varias localidades bonaerenses.
Los jefes comunales de Suipacha, Chivilcoy, Mercedes, 9 de Julio, Pellegrini y Trenque Lauquen han alzado su voz, denunciando la falta de mantenimiento y la paralización de obras esenciales por parte de la empresa concesionaria Corredores Viales. Sin embargo, en La Pampa, los intendentes de Catriló, Uriburu, Lonquimay y Anguil han optado por el silencio.
Los intendentes bonaerenses han sido categóricos en sus críticas. Juan Luis Mancini, de Suipacha, recordó que un 12% de los impuestos al combustible se destinan al mantenimiento vial, pero desde la asunción del nuevo gobierno, no se han licitado tareas básicas como el corte de pastos. Por su parte, Guillermo Britos, de Chivilcoy, cuestionó la inacción de Vialidad Nacional y advirtió que las obras seguirán paralizadas hasta al menos febrero. En Mercedes, Juan Ignacio Ustarroz destacó que su municipio ha asumido algunas responsabilidades viales, pero enfatizó que la solución debe venir de la Nación.
La intendenta de 9 de Julio, María José Gentile, señaló que las banquinas están cubiertas de vegetación que oculta la señalización y genera riesgos de accidentes. Añadió que pese a los pagos de peajes, no hay mejoras visibles en el estado de la ruta.
En contraste, los intendentes de las localidades pampeanas que atraviesa la ruta 5 han mantenido un llamativo silencio. A pesar de que la problemática también afecta a los tramos entre Catriló y Santa Rosa, no han emitido comunicados ni formulado reclamos públicos hacia la empresa concesionaria o Vialidad Nacional.
Además de la falta de mantenimiento de las banquinas, hay tramos que hay que transitar con precaución como el que une Santa Rosa con Anguil, a partir de que en un sector hay desniveles pronunciados en el asfalto.
El deterioro de la Ruta Nacional 5 no es solo una cuestión de infraestructura, sino también de seguridad vial. Las banquinas en mal estado y la falta de señalización incrementan el riesgo de accidentes. Además, la paralización de obras de ampliación afecta la conectividad y el desarrollo económico de las localidades.
