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EL DIARIO digital
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General Pico (Agencia) Un cadete de la ciudad confesó ayer ante la policía haber inventado un robo a mano armada, para quedarse con la recaudación del comercio para el que trabajaba. En Tribunales analizan ahora como avanza el expediente contra el arrepentido.
El joven de alrededor de 28 años denunció a mediados de diciembre que desconocidos le sacaron la recaudación y su moto, que la policía logró recuperar en cuestión de horas, pero luego de varias citaciones el cadete regresó ayer a la Comisaría Primera para retirar la moto y allí se quebró.
El 21 de diciembre de 2024 el muchacho se presentó en sede policial y contó que había sido víctima de un robo con arma en calle 1 entre 40 y 44 del barrio Carlos Berg. Allí desconocidos supuestamente lo habían despojado de 150 mil pesos y la moto en la que trabajaba, una Zanella 110 cc.
Como también le habían sacado el teléfono, el cadete caminó hasta calles 9 y 34 desde donde llamó al CeCom con un celular que le prestó un vecino. En la denuncia indicó que, mientras atravesaba el bosque de Carlos Berg, dos personas lo sorprendieron y una de ellas le apoyó algo en la espalda que interpretó que se trataba de un revolver, por lo que entregó todo lo que tenía y escapó del lugar a pie.
Efectivos de la Comisaría Primera comenzaron a investigar el caso y en cuestión de horas lograron recuperar la moto a pocas cuadras del lugar del robo.
Al mismo tiempo, desde la dependencia policial giraron la causa al fiscal de Delitos contra la Propiedad, Damián Campos, que rápidamente advirtió que a la denuncia le faltaban datos por indagar y le sobraban cabos sueltos.
Llamaba la atención el lugar despoblado donde se cometió el delito, que haya ocurrido a plena luz del día y que la víctima debiera caminar varias cuadras para conseguir un teléfono para avisar a la policía, entre otras cuestiones. Por tal motivo, el fiscal solicitó que se vuelva a citar al denunciante para requerirle información más detallada y así encaminar la investigación.
Con la orden de Campos, la policía comenzó a citar al denunciante, pero no logró ser hallado en la ciudad. El cadete había viajado a Santa Rosa al día siguiente del supuesto robo y se cree que también salió del país por una situación fatídica por la que se cree que tomó el dinero.
Finalmente, este martes a la mañana el muchacho se presentó en sede policial con la intención de retirar su moto, pero allí los uniformados comenzaron a pedir más detalles del robo y en ese momento se quebró. Confesó que había inventado el robo porque necesitaba el dinero, pidió disculpas y aseguró que habría todo lo posible para devolver el monto a la firma damnificada. Tampoco pudo retirar la moto por falta de documentación.
El caso ahora es motivo de análisis en Tribunales, ya que pasó de un robo agravado a una falsa denuncia, que implica a su vez posiblemente una defraudación contra la heladería. Si se confirma en esos términos, podría pasar al ámbito de la Fiscalía General.
El cadete no tiene antecedentes penales y podría afrontar un proceso judicial con pena de prisión en suspenso o una suspensión de juicio a prueba.