Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
El querellante de la Subzona 14 y fundador del MPPDH, Juan Carlos Pumilla, consideró que con la liberación del represor Carlos Reinhart, el jueves pasado, "se materializa una gran injusticia" porque el condenado por delitos de lesa humanidad "se va a la casa con pleno dominio del conocimiento de cómo se manifestó la represión en La Pampa y no ha hecho ninguna contribución a las víctimas ni a la sociedad en este sentido".
Reinhart fue liberado por la justicia el jueves, en forma condicional, por haber cumplido dos tercios de su condena a 25 años de cárcel, y tener informes favorables del Servicio Penitenciario Federal. Las víctimas se habían opuesto a que se le otorgara ese beneficio.
"Ahora se corre el riesgo de que sus víctimas se crucen con él en las mismas condiciones", dijo Pumilla, durante una entrevista en Radio Nacional, a horas de conocerse la resolución judicial del Tribunal Oral Federal de Santa Rosa. Pumilla es un referente en derechos humanos: es uno de los fundadores del movimiento en la décda del '80 en La Pampa, y fue querellante, como víctima de la represión, durante los juicios.
"El fallo materializa otra paradoja que colisiona con el sentido social de la justicia, que lo pongo en otros términos. Milagro Salas lleva casi 10 años en prisionera, prisionera política, acusada por lo que es equivalente a un robo de gallinas. Esa contradicción es desagradable y lesiona el sentido de justicia que soñamos, al que aspiramos y por el que luchamos", remarcó.
"Si hay un buen deseo para el niño que viene, esto es no olvidar, no olvidar y no olvidar en la calle, que es donde se producen los grandes cambios y se concretan las aspiraciones sociales", añadió.
Pumilla aclaró que respeta a la fiscala Iara Silvestre. "Tengo un gran aprecio por ella. Ella tuvo la gentileza y generosidad", dijo. Sin embargo, estimó que el dictamen y la resolución "de carácter puramente técnico, soslaya la estructura de un sentido de la justicia que nosotros hemos aprendido desde el secundario, el sentido aristotélico de justicia que está ligado a razones éticas. Un fallo que no esté vinculado con la ética queda mal hecho, deja un gran espacio por recorrer".
El militante de derechos humanos advirtió que el represor "va a gozar de privilegios que no tuvieron su víctima". "Él fue privado de la condición ambulatoria, pero gozó de todas las libertades, poder ir, estudiar, recibir visitas, cultivar espacios de recreación, mantener una fraternidad dentro y fuera de la prisión. Ninguno de estos beneficios le fue otorgado a su víctima, que aún padece las consecuencias de su paso por el terrorismo de Estado, sus secuelas, las condenas sociales, la falta de trabajo, la falta de toda una década de sinsabores que se prolongan en la actualidad, lo mismo que la percepción de sus heridas".
"El desafío ahora es la militancia por obtener un futuro donde interese la memoria, la verdad y la justicia. Yo creo que esas son las consignas para el año que viene, sobre todo en un año donde se adelgazaron las condenas de los juicios de esa humanidad como producto de una política de olvido y de negacionismo", alertó.
"Hay que enfrentar además este otro escollo y la lucha se duplicará como ya se viene manifestando en las calles, que es el único escenario que resuelve las cuestiones y que es el escenario que llevó adelante los juicios de esa humanidad en la Argentina. Esto no fue producto de una actitud bondadosa de la justicia, sino que fue impulsada por la lucha", completó.