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EL DIARIO digital
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La Legislatura de Mendoza aprobó recientemente los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) para la exploración de 34 proyectos mineros en el departamento de Malargüe. El objetivo es determinar si la riqueza en elementos como cobre, oro y plata en la zona justifica su explotación. Sin embargo, desde la Fundación Chadileuvú se advierte sobre serias "irregularidades" en los procedimientos y el impacto ambiental potencial de estos proyectos.
Según el comunicado de la fundación, los 34 EIA son prácticamente idénticos, a pesar de referirse a locaciones diferentes, y carecen de estudios de campo específicos. Se denuncia que los informes son, en realidad, síntesis de otros proyectos, algunos sin relación directa con la actividad minera, como el EIA del dique Portezuelo del Viento. Esta falta de rigurosidad pone en entredicho la validez de los estudios presentados.
Además, las áreas de exploración propuestas se encuentran en zonas glaciares y periglaciares de las cuencas de los ríos Grande y Barrancas, principales afluentes del río Colorado. Este último es un cauce interprovincial que afecta a Mendoza, Neuquén, La Pampa, Río Negro y Buenos Aires. A pesar de su impacto potencial en cinco provincias, los EIA no fueron comunicados ni a las jurisdicciones involucradas ni al Comité de Cuenca del Río Colorado (COIRCO), contraviniendo los protocolos de consulta interprovincial.
La Fundación Chadileuvú señala que esta actitud unilateral de Mendoza ya ha ocasionado en el pasado graves daños ambientales, como la desaparición de los ríos Atuel y Desaguadero-Salado-Chadileuvú-Curacó, así como la pérdida de miles de kilómetros cuadrados de humedales y lagunas. Estos desastres, según la fundación, han provocado el despoblamiento del oeste pampeano y la pérdida de sistemas productivos.
En el presente, el río Colorado abastece de agua a más de 200.000 personas, y se proyecta que en el futuro esa cifra alcance los 500.000. También es esencial para el riego de 150.000 hectáreas productivas en provincias aguas abajo. En el caso particular de La Pampa, el Colorado es el único recurso hídrico de calidad, ya que las aguas subterráneas son escasas y contienen altos niveles de flúor y arsénico.
"Si algo negativo le sucede al río, La Pampa no tendría futuro y el despoblamiento sería constante", advierte el comunicado, que llama a la reflexión sobre el manejo de los recursos hídricos y exige mayor transparencia en los procesos de evaluación ambiental. Los habitantes de las localidades ribereñas expresan su profunda preocupación ante la posibilidad de que decisiones inconsultas comprometan su principal fuente de vida.