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EL DIARIO digital
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Los hechos fueron valorados en el marco de la ley 26061 de Protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
La sentencia fue rubricada por el juez de audiencia santarroseño, Carlos Alberto Besi, tras la realización del juicio oral. Durante los alegatos de cierre, el fiscal Cristian Casais y la querellante particular, Vanesa Ortiz, en representación de la madre de la víctima, habían requerido diez años de prisión; mientras que el defensor particular, José Ramón Rodríguez, requirió la absolución del imputado.
Besi, en base a la prueba analizada durante los dos días de debate (denuncias, declaraciones testimoniales, informes y pericias), dio por acreditado que sin poder precisar fechas exactas, el acusado en reiteradas oportunidades realizó tocamientos, entre otros actos, en perjuicio de un niño desde que tenía ocho años y hasta los 16.
Las agresiones sexuales ocurrieron en distintas viviendas donde residió la familia de la víctima, ya que el acusado se quedaba a dormir en ellas. También se produjeron en el domicilio de este último, porque el niño también pernoctó allí, porque el asesor lo ayudaba con las tareas escolares. El imputado, detalló el magistrado en el fallo, le decía que no dijera nada y que "era un secreto entre ambos".
Los abusos se consumaron hasta casi finales de 2023, cuando la víctima ya tenía 16 años y su madre formuló la denuncia. Un dato significativo para la revelación de los hechos fue que el niño había sido derivado desde una escuela secundaria al psicólogo de un hospital y recién en ese ámbito pudo contar lo que le estaba pasando; ya que hasta ese momento no lo había hablado ni con los familiares más directos.
Por otro lado, Besi dispuso que el condenado deberá presentar cada 15 días ante el Ministerio Público Fiscal, en Santa Rosa, hasta que la sentencia se torne ejecutable o sea ratificada en segunda instancia. Además mantuvo las medidas de restricción de acercamiento y de cualquier tipo de contacto con el adolescente.?