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EL DIARIO digital
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General Pico (Agencia) - Un 6 de noviembre de 1954, expresaron ante Dios y el Registro Civil sus deseos de vivir juntos, y vaya si lo hicieron; Elvira Giovanini y Roberto Pacho, queridísimos vecinos de la localidad de Hilario Lagos, celebraron su boda de titanio, 70 años de amor y trabajo.
Son las historias que despiertan admiración, y porque no de orgullo, ejemplo de personas que se convirtieran en el espejo a mirarse para ser un buen vecino que no sólo luchan por el propio crecimiento, sino que ambos trabajaron por el fortalecimiento de las instituciones, lo que se traduce al crecimiento de una Patria, tal cual era la meta de sus padres, inmigrantes que le enseñaron el camino del trabajo y de ser buenas personas.
Roberto vivía en la zona rural de Van Praet y junto a sus hermanos trabajaban un campo ubicado en la Colonia Denevi, en tanto Elvira vivía en Hilario Lagos, junto a sus hermanos que desde muy chicos colaboraban en la sodería de su padre.
Cuenta Roberto que muchas "leguas" galopó los fines de semana para visitar a Elvira en tiempos que, cuándo había algún auto, el uso era restringido para los mayores. Elvira recuerda sus años en la escuela N° 52, en tanto Roberto asistió a una escuela rural, y ambos coinciden en valorar las enseñanzas por aquellos tiempos.
Dos varones y dos mujeres coronaron este matrimonio, sus hijos, hoy inmersos en una vida tecnológica de avanzada, pero reflejan que para las buenas acciones no necesariamente se necesita de una moderna máquina, si no que los grandes valores se transmiten con grandes acciones de generación en generación.
El pasado miércoles 6 de noviembre no fue una reunión más, sí parecida a las de todos los domingos, con hijos, nietos y bisnietos, pero había un motivo muy especial y una torta con el número 70 que presidió la mesa, que Roberto y Elvira mano sobre mano cortaron juntos, y no estuvo ausente el beso de amor. Felicidades Elvira y Roberto, y gracias por el ejemplo de vida.