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EL DIARIO digital
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Un total de siete trabajadores del Inta en La Pampa se adhirieron a los retiros voluntarios que impulsó el gobierno nacional en ese organismo nacional. En la provincia hay 136 empleados y quienes optaron por el retiro tenían entre 15 y 21 años de antigüedad. Hay temor en el personal por la posibilidad de cesantías, ya que consideran al régimen que se cerró el lunes "despidos encubiertos"·.
El secretario general de APINTA, Roberto Maldonado, recordó que el plan de retiros voluntarios en el organismo nacional se dividió hasta este lunes en dos etapas. La primera era de septiembre hasta el 9 de octubre, cuando se adhirieron 235 trabajadores. Y en la segunda etapa, a nivel nacional, se sumaron 10 hasta el pasado lunes.
"A nivel provincial, nosotros tenemos en la primera etapa 6, y en esta segunda etapa se adhirió uno más, o sea, 7 en total en las dos etapas a nivel provincia", precisó en CPEtv. "Es importante que se pierda un solo agente de INTA porque nosotros creemos que no hay que achicar ni uno solo. Por eso no estamos de acuerdo en este retiro voluntario, nos parece que es un despido encubierto", indicó.
En ese sentido, manifestó su preocupación porque "son muy poquitos los que se adhirieron y sabemos que este gobierno quiere achicar la planta sí o sí en 1.200 agentes". Este lunes se venció el plazo de la segunda prórroga que dieron: "No sabemos con qué pueden llegar a salir, pero es lo que quieren".
"Hoy no tenemos todavía designado por el consejo el presidente del INTA que fue nombrado hace poco menos de un mes, por el gobierno nacional, porque el anterior había renunciado. En lo que es la presidencia, no tenemos firma", explicó.
"El presupuesto está totalmente recortado. Nosotros tenemos un presupuesto que está con lo mismo que el año pasado y la verdad que eso se hace muy, muy difícil poder cumplir los objetivos que teníamos el año pasado", finalizó.