Marcha por los dos operarios que murieron en una obra de cloacas: "los mandaron a morir"

Familiares, compañeros y amigos de Claudio Olgado y Ezequiel Iriarte, los dos operarios que murieron por los gases tóxicos en una boca de registro del sistema cloacal de Santa Rosa, realizaron una manifestación durante la tarde de este sábado.

Bajo la consigna "Justicia. Esto no puede quedar así" se realizó por redes sociales una convocatoria para las 17.30 horas en la plaza San Martín. Se reunieron en el monumento y luego marcharon por el centro de la ciudad.

El trágico hecho ocurrió cerca de las 13 horas del martes 22, cuando empleados de la empresa Vial A realizaban una obra cloacal en la esquina de Jujuy y Río de la Plata, en el norte de Santa Rosa. Según se ha determinado, no contaban con máscaras de protección y los afectó un gas tóxico conocido como sulfuro de hidrógeno.

""Los mandaron a morir. Hace un año que vengo arriesgando la vida abajo y tengo videos de la cámara donde falleció mi compañero. Fueron a hacer un trabajo para el que no estaban capacitados", dijo a la prensa Rodrigo Silva, compañero de las víctimas. Advirtió que la empresa nunca les dió "un piloto, una mascarilla, un barbijo, ningún elemento de seguridad".

Silva dijo que el día de la tragedia Olgado e Iriarte estaban haciendo ese trabajo como "un castigo". "Llegaron tarde el martes y el jefe, como castigo, los mandó a reventar un tapón de yeso que estaba a tres cuadras del hospital, con una escalera de aluminio, una carretilla, un casco, una maza y un cortafierro", advirtió.

Recordó el trabajo que se hizo el jueves en el lugar, donde personal de la Agencia de Investigación Científica confirmó la atmósfera tóxica en el lugar: "Ni siquiera se metieron: mandaron un palito para saber si la gente se podía morir o no. Sabiendo que el lunes estuve más de dos horas revocando en esa misma cámara, gracias a Dios estoy vivo", completó.

El hecho.

Según la investigación, Claudio Olgado, de 24 años de edad, bajó al sistema cloacal y se mareó por los gases tóxicos. Su compañero Ezequiel Iriarte, de 27 años, intentó rescatarlo, pero también fue afectado por esos gases.

Olgado murió esa misma tarde mientras que Iriarte falleció días después, ambos luego de ser trasladados al Hospital Favaloro.

Además, uno de los bomberos que trabajó en el rescate fue hospitalizado, ya que también aspiró gases tóxicos. Había sido dado de alta, pero se descompensó y volvió a ser internado.

El viernes, personal de la Agencia de Investigación Científica realizó tareas con reactivos para medir el grado de toxicidad de la boca de registro donde ocurrió la tragedia: detectaron alta concentración de ácido sulfíhídrico y monóxido de carbono, una atmósfera casi "letal" para cualquier persona que baje al lugar sin protección.