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EL DIARIO digital
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El titular del Departamento de Irrigación de Mendoza, Sergio Marinelli, aseguró que se espera un año "bueno" en cuanto al caudal de los ríos mendocinos. El río Atuel, el cauce interprovincial que comparte La Pampa con Mendoza tendrá un caudal "normal".
Esto significa que el pronóstico es similar al promedio de los últimos 20 años, lo que, de todas maneras, está por debajo de la cantidad de agua que dejaron las nevadas del 2023.
"Si bien se pronostica un año bueno para todos los usos que le damos al agua, especialmente para el agro -que es el gran consumidor en volumen-, la temporada no será como la última, en la que sí tuvimos muchísima disponibilidad", advirtió Marinelli.
Hizo foco especialmente en el caso del río Mendoza, que es el que más se aprovecha para el consumo de agua potable: "Sacándole la cuota fija que se lleva el uso poblacional, queda con un pronóstico escaso".
Las cinco nevadas que salvaron el año
El doctor en Ciencias de la Atmósfera Maximiliano Viale explicó durante la presentación del pronóstico de caudales de los ríos de Mendoza para 2024 y 2025, que "este año tuvimos tormentas fuertes de nieve", lo que resultó siendo muy positivo.
"El Niño terminó en junio y eso trajo cuatro eventos potentes, lo que terminó salvando el año", señaló Viale.
Es decir que, si bien el cambio climático ya llegó, el fenómeno El Niño es el que ha permitido aprovechar el recurso hídrico en algunos años, como el pasado o este.
Las tormentas de nieve que resaltó Viale son una de fines de mayo, tres de junio y otra de agosto. "Pronosticamos un año bueno, por encima de la media pero con valores un poco más bajos que en 2023, que fue histórico", afirmó.
Año con buen caudal de agua
Marinelli aseguró que incluso los ríos Tunuyán y Grande vienen con un caudal por encima del promedio de los últimos 20 años: "Están con un pronóstico de escurrimiento superior al 100%, más del 105% lo que significa que será un año húmedo".
El resto de los ríos, Mendoza, Diamante y Atuel estarán dentro del promedio normal: "Por ejemplo -dijo Marinelli-, en el río Mendoza, que es donde está la mayor presión porque está el área metropolitana y la mayor cantidad de población, después de que le sacamos al caudal los 250 hectómetros cúbicos fijos para agua potable, nos quedan 980 hectómetros, para uso agrícola y uso industrial".
Algunas de las previsiones de Irrigación para este año.
Algunas de las previsiones de Irrigación para este año.
Eso, comparado con dos años atrás cuando hubo 800 hectómetros cúbicos para todo concepto, es decir que al agro le quedaron solo 550 hectómetros cúbicos, es muy bueno.
Pero si lo comparamos con el verano pasado, que fue histórico y superó los 1.000 hectómetros cúbicos, será más bajo.
Las inversiones que espera Irrigación
"El agua en Mendoza siempre ha sido escasa, lo que pasa es que en los últimos años hemos tenido un incremento de temperatura fuerte, mayor población y mayor actividad económica en general; pero a la vez muy poca inversión en la red de riego", analizó el titular de Irrigación.
En los últimos 30 años, se han invertido unos 300 millones de dólares y la esperanza a futuro, con el plan hídrico, es que se revierta la tendencia.
"Por eso seguimos insistiendo en mirar al 2030, al 2040, al 2050, con las herramientas que dé el plan hídrico", que Irrigación espera finalizar entre diciembre del 2024 y enero del 2025.
Ese plan "solo sirve con un buen financiamiento que haga una inversión sostenida, no solamente en la red pública, sino también en su eficiencia", advirtió Marinelli y es por ello que puja porque parte de los fondos que inicialmente estaban pensados para Portezuelo del Viento vayan a parar a obras hídricas.
A la vez, Irrigación intensifica la presentación del nuevo Código de Aguas.
"El 15 de octubre se baja el anteproyecto de la página web para que los consultores nos entreguen uno nuevo en los primeros días de noviembre. A partir de allí, entraremos en un proceso de revisión y luego en la última etapa del proyecto definitivo, que será el que se presentará en la Legislatura", contó Marinelli.