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EL DIARIO digital
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Los dos efectivos de la Seccional Segunda que ayudaron a una mujer a dar a luz en el baño de su casa hablaron con El Diario y relataron la experiencia de esta madrugada.
Incluso la efectiva que asistió a la mujer, Micaela Symouang, ya tiene un antecedente previo salvándole la vida a un niño haciéndole RCP en 2018.
Este último episodio ocurrió minutos después de las 4 de la madrugada, en el barrio de Zona Norte. Ella junto a Martín Villarreal estaban en un móvil en la esquina de Chacabuco y Río Negro cuando recibieron el alerta luego de un llamado al 101.
"Estábamos cerca de la casa, llegamos rápido y ya estaba teniendo a luz. Me acerqué al baño junto a ella, agarré el bebé, le limpié la cara. A la mamá la sentamos en una silla, hice presión en el cordón umbilical del bebé y llegó la enfermera de la posta de Zona Norte con todos los instrumentos", relató Micaela.
Explicó que la mamá estaba tranquila. "Me dijo que era el segundo hijo, estaba tranquila y pude trabajar bien con ella. Fue todo en 5 o 10 minutos", detalló.
"Por lo general nosotros somos los primeros interventores, no sabemos con qué panorama nos vamos a encontrar. En ese momento no se piensa, actuamos rápido para preservar la vida de las dos personas", señaló Martín.
"Con ella (su compañera) teniendo los conocimientos, los aplicó y logró un parto exitoso. Lo principal era cuidar la higiene del bebé y la mamá para que no se infecte ninguna herida, más que nada porque el parto se desarrolló en un ámbito como el baño", agregó.
Destacó además la colaboración de cuatro colegas (oficial Martínez, sargento ayudante Fredes, sargento Muñoz y cabo Torres) quienes "se acercaron rápido y aportaron en la logística tanto afuera como adentro de la vivienda, buscando una enfermera en la posta más cercana".
"Nosotros más que nada vamos enhebrando los organismos que vamos solicitando por el 101 y el 107 para contarles con qué situación nos encontramos. Estábamos en un móvil por Chacabuco y Río Negro, recibimos la alerta por los operadores y estábamos a cuatro o cinco cuadras. Ella ya iba buscando los elementos de higiene, porque nosotros tenemos un botiquín personal para este tipo de situaciones o algún incidente con lesiones. Cuando llegamos a la vivienda, ella ya estaba lista", remarcó.