Certificados "truchos": declararon dos imputados y negaron las acusaciones

Comenzaron esta semana las últimas audiencias en el juicio contra el cirujano Jorge Rigutto, el forense Juan Carlos Toulousse, el médico Ariel Farías y el enfermero Wiliam Tejada, quienes, para la Fiscalía, formaban una "organización" dedicada a la elaboración de certificados médicos para que Rigutto mantuviera la prisión domiciliaria en una causa por abuso sexual de 2022.

Este lunes, el Tribunal integrado por los jueces Gastón Boulenaz, Daniel Sáez Zamora y Aníbal Olié, escuchó a tres testigos de la defensa de Rigutto (ver aparte) y luego pidieron declarar los imputados Tejada y Farías. 

El primero en sentarse frente a los jueces fue el enfermero William Tejada, quien expresó: "Me siento y declaro inocente de lo que investiga en esta causa".

El imputado, que no quiso responder preguntas ni de los fiscales ni de la defensa, detalló que "hace 30 años" que se dedica a esta profesión y "nunca estuve en ésta situación". 

Tejada contó también que fue "convocado para realizar un control de signos vitales en una planilla que registra cada día de atención. La información es la que el paciente refiere al controlarlo, yo no hago diagnóstico".

Por su parte, el médico Farías planteó su declaración en tres puntos. El primero, sobre uno de los primeros testigos y a quien le falsificaron los informes y la firma, el doctor Fernando Nadal. "Me sorprendió que el doctor Nadal diga que no hizo los informes", sostuvo Farías, en referencia a los detalles del estado de salud de Rigutto, que permitieron la prisión domiciliaria.

En segundo lugar, Farías cuestionó al forense Pablo Véliz, quien intervino en una segunda revisión del cirujano en esa misma causa y cuyo informe dispuso la detención de Rigutto en la Alcaidía. "Respeto la opinión de Véliz y sus informes, pero no comparto su posición sobre que todos pueden ir a la cárcel, lo digo desde mi experiencia en el Servicio Penitenciario", expuso Farías.

Finalmente, el médico apuntó a la manera de relacionarse con un paciente tan particular como Rigutto. "Los audios que aquí se reprodujeron fueron una pequeña parte de lo que viví en los 6 meses que debí atender a Jorge. Compartimos almuerzos, mates, cenas, charlas sobre su salud y también de la causa en la que lo investigaban", relató Farías. "Todo eso influyó en su estado de salud. Nosotros hablábamos y después repetía lo mismo en las llamadas. Yo lo dejaba hablar como una forma de contenerlo, estaba angustiado no solo por ir a la cárcel sino también por su salud. El solo escucha lo que quiere escuchar", añadió el médico que realizaba la atención domiciliaria. Finalmente, aseveró que "los informes realizados fueron hechos en base a estudiosm datos y apreciaciones hechas por mí como médico". 

En una de las audiencias, se difundieron casi 7 horas de audios entre Rigutto y los demás imputados, donde se detallaba lo que debía decir cada informe para que el estado de salud del cirujano empeorara y extendieran su prisión domiciliaria.