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Emergencia alimentaria: el gobierno ya piensa en reasignar partidas

La oposición traba el tratamiento del aporte solidario obligatorio, una suerte de impuesto a la riqueza pero únicamente por seis meses. El Ejecutivo analiza alternativas por si esa iniciativa no se aprueba en el próximo mes.

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EL DIARIO digital

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El gobierno provincial estudia con seriedad la posibilidad de reasignar partidas previstas en el presupuesto vigente, y para destinar dineros a la emergencia alimentaria, ante la posibilidad de que la oposición insista en ponerle palos en la rueda al proyecto de aporte solidario obligatorio.

El Ministerio de Hacienda de la provincia, a cargo de Guido Bisterfeld, ya maneja los números de lo que la Provincia tuvo que poner en ese rubro en lo que va del año, y de acuerdo a las cuentas que sacan en el área si en un mes y medio no hay ley y por lo tanto nuevos ingresos, habrá que apelar a la herramienta de la reestructuración.

La expectativa original del gobierno era cosechar unos $10.000 en el semestre, cifra que después se extendió a los más de $17.000 como consecuencia de la disparada de la inflación. Pero la oposición política primero dilató el tratamiento de la iniciativa, luego sugirió modificaciones, más tarde presentó un proyecto "espejo" y al final ni siquiera la votó en contra, sino que decidió no dar quórum para trabar su tratamiento.

El área de Economía evalúa, a partir de la inversión que se ha hecho en el rubro de alimento para los sectores más vulnerables en lo que va de 2024, que si en un mes y medio no hay otra fuente de financiamiento tendrá que apelar a otros recursos que forman parte del presupuesto ya aprobado.

De todos modos el oficialismo tiene alguna expectativa de que la oposición en conjunto, o alguno de los sectores que integran el ala no peronista del Poder Legislativo, acceda al menos a tratar el tema en el recinto, por más que lo voten en contra y lo fustiguen discursivamente.

También está en el radar de todas las fuerzas que la maniobra de negar el quórum no puede ser eterna: se pagan costos políticos por una medida de ese tipo, sobre todo en una provincia donde algo así no ocurrió nunca desde el regreso de la democracia, salvo en esta instancia.

Hay tiempos que conspiran contra el afán de diligencia del oficialismo: el receso de invierno paraliza las sesiones, y facilita el juego opositor, que juega casi de local en un escenario donde el tiempo pasa y no hay nuevas sesiones convocadas.

El proyecto que agita el peronismo impone mayores aportes a los bancos, llevando el impuesto a los Ingresos Brutos del 9,1% al 13.65%. Serían $11.800 millones, más de la mitad aportado por el Banco de La Pampa.

También cae sobre los propietarios de vehículos de alta gama (valuados a diciembre de 2023 en $40 millones) y de cinco inmuebles no productivos, $1.900 millones. Alcanzaría a funcionarios de los tres poderes, si es que los incluídos deciden estar en la lista, aunque ya el Poder Judicial abrió el paraguas y se negó a ser solidario a través del Colegio de Magistrados y Funcionarios. La expectativa oficial es que de esos bolsillos salgan $50 millones.

La otra vía de financiamiento es el 50% del FODECO (Fondo de Desarrollo Comunal), que hoy se reparte entre los municipios. Serían unos $3.700 millones. Y también alcanzaría al Casino, con un aumento en Ingresos Brutos.

Antes de negar el quórum, cosa que la oposición ya hizo en la primera sesión del año cuando se trató el proyecto para la emergencia de la obra pública, el radicalismo, el PRO y el tiernismo sugirieron que los fondos podrían conseguirse exclusivamente del FODECO, pero todo el tiempo se negó a la posibilidad de "crear un nuevo impuesto", aún cuando se trate de los sectores menos productivos y más acomodados, con la excusa de que fue un slogan de campaña.

Además hay asuntos políticos de tinte electoral: esa oposición viene diagramando, con mayor o menor entusiasmo y mayor o menor velocidad, una gran coalición antiperonista y en ese marco la decisión de no dar quórum fue una especie de declaración de guerra a la gestión de Sergio Ziliotto, un mojón que avisó claramente que no están dispuestos a dejarle pasar nada y a aprovechar hasta donde puedan el "empate" legislativo que surgió el año pasado de las urnas.

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