Este sábado después del mediodía se realizó la audiencia de formalización contra Yanina Coronel. La jueza resolvió que quede en prisión preventiva, bajo arresto domiciliario, en principio por 30 días.
Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
Este sábado al mediodía, a través de plataforma zoom, formalizaron la acusación de tentativa de homicidio agravado por el vínculo y por usar veneno contra Yanina Coronel, la mujer que habría colocado insecticida en un batido de banana que consumió su pareja, el policía Gabriel Paez Albornoz, que se encuentra en terapia intensiva desde hace cuatro días.
La jueza de Control, Florencia Maza, dispuso la prisión preventiva de la sospechosa bajo la modalidad de arresto domiciliario por 30 días. Tendrá una pulsera de control. El fiscal había pedido prisión preventiva por considerar que había peligro de fuga y la defensa su libertad.
La defensa pretendía que quedara en libertad. La joven no declaró por ahora en indagatoria, hizo uso de ese derecho, aunque podría hacerlo más adelante si lo deseara.
El fiscal Oscar Cazenave impulsó la investigación ante la presunción de que la mujer habría incurrido en ese delito, agravado por el artículo 80, inciso 1 y 2 (vínculo y envenenamiento) del Código Penal, por el que podría caberle una pena muy dura de comprobarse la autoría. La jueza de control, María Florencia Maza, estuvo al frente de la audiencia. Por su parte, el abogado Rodrigo Adrián Villa asumió la defensa de la mujer.
El policía sigue en coma en el hospital Lucio Molas después de haber ingerido el tóxico que estaba dentro de una botella donde tenía un batido. La pareja fue detenida el viernes por la tarde.
Según los investigadores, el tóxico que había ingerido es metomil, que se utiliza como insecticida. Además, la mujer, de 31 años, había reconocido que fue ella quien le preparó la bebida.
Los restos de ese producto estaban tanto en la botella de donde consumió el batido como en la licuadora que ella utilizó para prepararlo. También en la vivienda que comparten había un sobre con restos del tóxico.
Fuentes extraoficiales aseguraron que en el caso habría un trasfondo de violencia de género: la relación de la pareja no era buena y que Coronel incluso había querido denunciar a Páez por violencia de género pero "no le daban bola". Sobre este punto, Cazenave le dijo a El Diario que "no hay ninguna denuncia formal".
La pareja tenía una relación "medianamente corta", con un hijo en común y estaban conviviendo.
Páez, de 37 años, había llevado la bebida desde su casa en una botella de vidrio. La consumió durante un encuentro con otros colegas del área de Seguridad Rural, dijo que estaba fea y la volcó al piso: un perro bebió de ahí y minutos después murió. Un rato más tarde, fue el policía el que se descompensó y fue trasladado de urgencia al hospital de Toay para luego ser derivado al Molas.
El jefe de Policía, Héctor Lara, contó que Páez "hace gimnasio, hace pesas, entonces estaba siguiendo una especie de dieta, con un batido de banana y algo más".