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EL DIARIO digital
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El ministerio de Educación pretende que los auxiliares y coordinadores docentes de los colegios secundarios se hagan cargo de las clases cuando hay horas libres, cuando falta un profesor. Un grupo se movilizó y presentó una nota, con un fuerte rechazo, en esa cartera: entienden que eso no forma parte de sus funciones.
Los y las trabajadoras movilizadas juntaron 200 firmas. El gremio Utelpa colaboró en la organización del reclamo, aunque surgió de las bases. Se manifestaron "desacuerdo con que la o el Auxiliar Docente adquiera un rol pedagógico. Tal exigencia, lejos de ser impuesta de un día para el otro (mañana inicia el Ciclo Lectivo), debe ser fruto del trabajo progresivo y mancomunado, entre los actores escolares, gubernamentales y gremiales, de un acercamiento real y significativo, de las autoridades a las escuelas, que no solo contemple las implicancias del rol, sino además revea la remuneración salarial por el incremento de sus funciones".
Una decisión unilateral
En la nota dirigida al ministro Pablo Maccione explicaron que la intención es "dar respuesta a la iniciativa unilateral presentada al Personal Docente, principalmente Auxiliares Docentes, durante la Jornada Institucional del día 28 de febrero en las escuelas de Nivel Secundario basada en la Resolución 131/23 denominada "Régimen Académico para el Fortalecimiento de la Educación Secundaria".
"Desde nuestro rol de Auxiliares que conocemos la realidad escolar, porque la transitamos y vivenciamos día a día, queremos hacerle llegar algunas inquietudes que nos genera el punto de la Resolución que se explicita como "aprovechamiento de las horas en ausencia de la profesora o el profesor", introdujeron.
En primer lugar, advirtieron que "no es función de los/as Auxiliares Docentes, tal cual lo indica la Resolución 1451/11 (denominada "La organización en las Instituciones de Educación Secundaria: Cargos y Funciones"), generar propuestas pedagógicas y/o planificaciones. Las funciones explicitadas en ese documento indican claramente la asistencia a docentes y alumnos/as, definiéndola como una función técnica/administrativa".
"Para que exista asistencia, debe haber un/a docente a la cual asistir o, al menos, una propuesta pedagógica ya generada", remarcaron.
De todos modos, aclararon que "más allá de lo frío de la letra escrita, la mayoría de los Auxiliares Docentes hemos participado, y seguiremos haciéndolo, de las propuestas que surgen desde los Proyectos Institucionales y las actividades extra curriculares, porque entendemos que somos referentes transcendentales en el vínculo entre los/as alumnos/as, sus familias, y la Institución Educativa".
Una función que no corresponde
Sin embargo, pusieron en foco que "atender a los/as alumnos/as en ausencia del profesor/a no significa desarrollar una propuesta pedagógica, mucho menos planificada o gestionada por la o el Auxiliar".
En segundo lugar, indicaron que "es de conocimiento popular, que los/as Auxiliares Docentes cobramos el equivalente a 15 o 18 horas cátedra, cuando en realidad permanecemos el doble de horas dentro de la Institución Educativa. Muchos/as de los/as que actuamos de Auxiliares Docente somos profesores de Áreas que por superpoblación quedamos fuera de la posibilidad de acceder a horas de nuestra especialidad, y por lo tanto optamos por trabajar dignamente en los Cargos de Auxiliares. Implícitamente, aceptamos trabajar por la mitad de las horas cátedra porque nuestra labor no conlleva la responsabilidad de planificar y desarrollar dispositivos de enseñanza, tal cual lo plantean en la Resolución como una responsabilidad del docente. Y en este punto, volvemos a la Resolución 1451/11, donde se hace hincapié en la función administrativa y de asistencia a docentes, alumnado y familias".
En tercer lugar, coincidieron "tal cual lo expresa la Resolución 131/23, que el logro de experiencias educativas significativas implica entre otras cosas, el fortalecimiento y desarrollo del vínculo entre las y los estudiantes con la escuela secundaria. En tal sentido, el o la Auxiliar Docente cumple un papel fundamental, potenciado durante la Pandemia, en relación al vínculo y la comunicación con alumnos/as y sus familias. El nexo entre la Institución, los/as docentes, los/as alumnos/as y sus familias fue en un gran porcentaje, facilitado por la labor de los/as".
La nota de los auxiliares docentes precisó que "aún en el año 2022, con plena presencialidad, la tarea del o la Auxiliar mutó hacia la comunicación y asistencia permanente con el alumnado y sus familias, en muchos casos fuera del horario laboral por necesidad del Equipo de Gestión, docentes o las propias familias".
"Decir hoy que el rol del Auxiliar Docente es meramente administrativo y disciplinar, no solo es desconocer la realidad de la Instituciones Educativas, sino despreciar la intensa labor potenciada luego de la crisis que significó la Pandemia", plantearon.
Por último, consideraron que "la formación y el desarrollo de nuestros/as alumnos y alumnas no mejora por la obligatoriedad de cumplir con la totalidad del tiempo escolar. Parafraseando a Albert Einstein: "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo". Quienes realmente pisamos los pasillos, sabemos que obligatoriedad no es sinónimo de acceso y mucho menos de permanencia, y está demostrado en el alto índice de ausentismo y deserción escolar de los últimos años".
Sostuvieron que "parte del cambio empieza en propiciar el sentido de pertenencia con las escuelas y encontrar los intereses del alumnado, pero eso no se logra sobrecargando a los actores escolares que ya tienen un rol relevante en el vínculo escuela – sociedad".
"Quizá sea hora de que, quienes promulgan resoluciones, puedan pensar y sobre todo generar espacios nuevos, mejores estructuras con nuevos actores escolares (psicólogos, talleristas, entre otros) que faciliten el acceso y la permanencia a partir de los intereses y las motivaciones, y no a partir de la formalidad, la burocracia y la obligatoriedad", finalizaron.
