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EL DIARIO digital
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La Subsecretaría de Derechos Humanos de La Pampa entregó los legajos de Mario Julio y Analía Urquizo, dos hermanos pampeanos víctimas de la Dictadura, a su familia, como un acto de reconocimiento y de reparación histórica. El acto se desarrolló este lunes, a las 10:00 horas, en la sede del organismo estatal.
La documentación sobre cada víctima del Terrorismo de Estado es parte de la construcción del proceso de Memoria, Verdad y Justicia.
El aacto de entrega de legajos se había realizado en octubre de 2022 cuando estuvo presente el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla. Pero en esa ocasión no hubo familiares directos: ahroa la propia amilia recibió en mano esos legajos.
El subsecretario de Derechos Humanos de La Pampa, Juan Pablo Fasce, y el delegado de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Franco Catalani participaron del acto.
"En este caso, se trata de los hermanos Mario Julio y Analía Teresa Urquizo, que habían quedado pendientes del año pasado. Hoy por suerte nos pudo visitar Fernando, sobrino de Mario y Analía y por eso realizamos este acto", dijo el subsecretario de DD.HH. pampeano, Juan Pablo Fasce.
"Estamos convencidos que la única manera de reparar el daño provocado por parte del Estado Nacional a las familias y en particular a las víctimas, es tener gestos como el que llevamos a cabo hoy", agregó Fasce.
"Es necesario este tipo de actos, para cumplir con esa vida de entrega de ideales que tuvieron estos jóvenes, que a muy corta edad fueron a capacitarse y estudiando sus carreras universitarias, cuando fueron ultimados por los represores", remarcó el funcionario.
"De cierta manera, el paso del tiempo nos pone en este lugar de tratar de dar una caricia a las familias y que sepan que el gobierno de La Pampa los tiene presentes y les quiere rendir homenaje por esa vida de ideales que llevaron adelante y que quedó truncada por la decisión de unos pocos que tomaron el poder y lo ejercieron de manera irregular e incorrecta y fueron condenados por la justicia nacional", dijo Fasce.
Franco Catalani de la secretaria de DD.HH. de la Nación dijo que "esta es una política común del Estado Nacional y Provincial que entra en el arco que significan las políticas reparatorias. En este caso, hay que resaltar un dato, que Mario figura como abatido en un enfrentamiento, cuando fue ejecutado en la calle".
"Los registros oficiales tomaron como dato en ese momento, que fue abatido por la policía, pero a través de testimonios recogidos por su hermano, de vecinos del lugar, se supo que no fue un enfrentamiento, sino que se bajó de un taxi y lo ejecutaron. Es fundamental seguir reconstruyendo la memoria, paso a paso, en una disputa que nunca abandonaremos", explicó.
Fernando Urquizo, quien recibió los legajos de sus tíos, agradeció al gobierno pampeano, "No estoy acostumbrado a esto y valoro muchísimo. Siento que cadas cosa de estas que venimos a buscar, los reconocimientos para Mario y Analía, permiten que ellos descansen en paz y sobre todo, mi abuela Sara", confió.
"Cuando esto pasó, tenía siete años. Mi abuela Sara fue la que más sufrió. Su marido murió al año que murieron Mario y Analía. Ella se quedó sola con mi papá, que murió en el año 2000. Lo sufrimos todos, en un principio, no se hablaba mucho y todavía hoy cuesta", dijo Fernando.
"Mi mamá todavía vive y esto le remueve todo, es como un volver a vivir lo que pasó. El tiempo va borrando las heridas y todo esto lo vivimos a través del sufrimiento de mi abuela", agregó.
En referencia a la desaparición de sus tíos Mario y Analía, Fernando recordó que "Mario figuraba que murió en un enfrentamiento. Mi papá fue a Rosario con un amigo, a los dos años que había fallecido y averiguó que él bajó de un taxi y lo ejecutaron. En el caso de Analía, estuvo detenida y luego fue ejecutada".
Mario y Analía Urquizo eran hermanos. Hacieron en Alpachiri y estudiaban y militaban en la agrupación Montoneros, con base de acción en Rosario.
Mario, al que le decían Negro, tenía 26 años, estudiaba medicina en Rosario y trabajaba en la Caja de Ahorros. Analía, de 22 años, estudiaba Psicología. Estaba casada con Daniel Rocche, de 20 años. El 15 de enero de 1977 Daniel fue acribillado en la ciudad de Rosario por una patrulla militar. Mario Urquizo fue muerto un día después que su cuñado y Analía fue ejecutada el 26 de enero también en esa ciudad. Habría estado embarazada.
Las autoridades alegaron que los tres habían muerto en un mismo enfrentamiento. Sin embargo, habían sido secuestrados días antes de sus muertes. Sus restos fueron trasladados en silencio a Alpachiri donde fueron sepultados.
En el 2020, el Tribunal Oral Federal 2 de Rosario condenó a prisión perpetua a los represores que secuestraron, torturaron y asesinaron a los pampeanos Mario Julio y Analía Teresa Urquizo.
En la causa por delitos de lesa humanidad conocida como Feced III y IV, fueron condenados diez ex policías, cuatro de ellos encontrados culpables por los delitos de homicidio, privación ilegal de la libertad, desaparición forzada, amenazas y tormentos, entre otros casos, de los hermanos Urquizo, hechos sucedidos en Rosario en enero de 1977.
El fallo que acerca un poco de justicia demoró 43 años, durante un proceso en el que además la familia tuvo que sortear otros sufrimientos.
El cuerpo de Analía Urquizo estaba enterrado en un cementerio de Rosario, según comprobó el Equipo Argentino de Antropología Forense en noviembre de 2018.
Tres semanas antes de esa revelación se había comprobado que en el cementerio de Alpachiri los restos que sus familiares habían colocado en una tumba eran, en realidad, de una desaparecida rosarina, Marisol Pérez.
El hallazgo, después de más de cuarenta años, hizo sospechar que en el cementerio de Rosario, donde durante la dictadura habían sido asesinadas el mismo día y enterradas juntas, habían quedado los restos de la pampeana. La hermana de la desaparecida rosarina, Iris Pérez.
Los familiares de Analía Urquizo siempre habían tenido dudas. El hermano de Analía, Mario Julio, también había sido asesinado en enero de 1977.
A la familia Urquizo, de Alpachiri, le habían entregado el cuerpo cambiado en 1979. Analía había nacido alli y estudió sicología en Rosario. Militó en el ámbito universitario y en los barrios, pertenecía a la Juventud Peronista y a la organización Montoneros. Sus compañeros de militancia la conocían como "Clara". Fue asesinada el 26 de enero de 1977 en Rosario. Tenía 23 años.
La confusión de los cuerpos se descubrió porque las muestras de ADN cotejadas con los cuerpos encontrados en Rosario siempre daban negativos respecto a Pérez. La hermana, de asistir a los juicios, se enteró que hubo casos donde a los familiares no les entregaban el cuerpo correcto de su ser querido.
Por eso iniciaron un camino judicial para exhumar el cuerpo enterrado como Analía Urquizo en La Pampa. "A mediados de 2015 presentamos en la Fiscalía una nota donde desarrollamos la hipótesis de que esa familia llevó el cuerpo de Marisol y no el de Analía. En esa presentación pedimos que se exhumara el cuerpo y se confrontara con nuestro ADN. Así que el EAAF sacó una muestra del cuerpo, lo confrontó y dio positivo. Evidentemente hubo una confusión", había contado Iris.