“Son muchas cosas que tiene que hacer el que quiera ser futbolista, no es solo patear la pelota”

Sobre la Avenida Perón al 4100, camino a Toay, se levanta un complejo deportivo que lleva el nombre de un futbolista pampeano que vistió camisetas de varios equipos en el país, en otros países de Sudamérica y también en Asia.

Mauro Olivi, nacido en Jacinto Aráuz hace 40 años, repasa su carrera deportiva y cuenta las cosas que debe resignar un joven que quiere ser futbolista profesional. “Desde chiquito siempre tuve una pelota al lado. Por eso el día del futbolista para mi es todo, desde chiquito quería serlo y por suerte me pude dedicar a esto”, contó Olivi.

“Los 40 años que tengo fueron a puro futbol, es todo. Hoy lo poco o mucho que puedo disfrutar es gracias al futbol, porque me dediqué y pude conocer países y otras culturas”, destacó.

“Hay otras cosas que no las tengo también por el futbol, sobre todo por la adolescencia. Son muchas cosas que tiene que hacer el que quiera ser futbolista, no es solo patear la pelota, es cuidarse, estar dispuesto a aprender siempre, concentrar y la presión de los resultados”, expresó el volante.

Carrera

Surgido en Villa Mengele, de Jacinto Arauz, (“el equipo de fútbol más antiguo de La Pampa”, aclara) se fue a los 14 años a jugar a Liniers de Bahía blanca.

“Estuve un año yendo los fines de semana a jugar y después ya me quedé allá”, relató. Y explicó que allí se notan los primeros cambios. “Era todo un periodo de adaptación, irte a los 14 años del pueblo a la ciudad, es otra vida, otra cultura. Me costó bastante tiempo adaptarme a los horarios, los viajes de un destino a otro, no eran 5 minutos como en el pueblo”, indicó.

Consideró además que “en todas las actividades hay cosas que se pierden para lograr un objetivo. El futbolista pierde la adolescencia, la salida con los amigos, los cumpleaños de 15, creo que fui a dos nomás. El cuidado personal es importantísimo y hay muchísimos jugadores muy buenos que no llegan. Hay un embudo que se achica, cada vez son más cosas que se tienen dar en conjunto para que te puedas dedicar al futbol. No solo hay que jugar bien, la cabeza tiene que estar preparada para abandonar ciertas cosas, hasta tu familia”.

“A mi hijo que hoy tiene 17 años –continuó-, cuando me fui a Olimpo, el recién nacía, y cuando fui a Chile, el cumple años en marzo y yo nunca estaba. Esas cosas hay que resignar para dedicarte al futbol”.

En Liniers desde los 14 hasta 22 años, un paso por Sporting de Punta Alta para jugar un Argentino B y seis meses en Brasil fueron los primeros pasos de Mauro Olivi futbolista. “Cuando vuelvo de Brasil, surge la posibilidad de ir a Defensa y Justicia, hago la prueba y quedo. Me vuelvo a Bahía Blanca para juntar mis cosas y el presidente me dice que me iba a Olimpo, con Omar Labruna de DT. Al poco tiempo debuté en Primera y ese fue un salto muy grande, que quizás no me ayudó”, sostuvo el futbolista pampeano.

Exterior

Cuatro años, de 2004 a 2008, en Olimpo permitieron el primer pase internacional de su carrera. “Me compra el pase Audax Italiano de Chile, que ya me habían buscado en 2007 pero no hubo acuerdo económico, En 2008, la economía de Olimpo no estaba bien y se hizo el pase”, detalló´Olivi.

Otra vez los cambios: “otro país, dejar a mi familia, irme a 1300 kilómetros de donde estaba, pero en Olimpo nos debían 4 o 5 meses de sueldo, estaba difícil”, añadió.

En Chile fue elegido mejor jugador, quedó a un gol de ser goleador del torneo por una decisión que beneficiaba a un compañero y al equipo. “Habíamos hecho goles todos los que habitualmente eran titulares, hasta el arquero, menos el enganche. Yo era el encargado de los penales y faltando pocas fechas, le cedí uno para que tuviera su gol. No llegue a ser goleador por un gol, pero era importante que el pudiera tener el suyo”, relató.

Luego paso a Colo Colo, donde jugó 4 años. “Salimos campeones, jugamos Copa, pero fue difícil ese período, hay una presión muy alta de salir campeón porque es el club más grande de Chile. Y coincidimos con la Universidad de Chile dirigida por Sampaoli, que ganaba mucho y tuvo su mejor época”, agregó

De Colo Colo regresó al Audax, luego a Perú para jugar Copa Sudamericana (“un desastre el club, la ciudad”) y el posible regreso a Argentina. “Tenía la posibilidad de ir a Ferro, que dirigía Perazzo, me llamaban para ir a Malasia y como no había acuerdo acá, me fui a Asia”, indicó Olivi.

Después de irse tan lejos, comenzó el camino del retiro. “Vuelvo a Liniers para cerrar la carrera y después a Villa para ya terminar. Me hizo muy bien cuando vuelvo a Liniers, después de andar por tantos lugares y lejos. Y cuando a Villa Mengele, me instalo en el pueblo y me retiro. Surgió la posibilidad de ir a Huracán de Guatrache, jugamos un partido y arranca la pandemia, ahí se terminó todo”, relató.

Emprendimiento

La realidad de Olivi hoy se centraq en el emprendimiento deportivo instalado en la Avenida Perón, al 4100, un espacio con canchas de varios deportes y un ambiente para disfrutar de la naturaleza.

“Con la posibilidad del complejo, me vengo para la zona de Santa Rosa y Toay. Con Mariano Ferrero, que estuvo en All Boys hasta hace poco tiempo, nos metimos en este proyecto del complejo. Siempre en el mismo ambiente, lo hice toda la vida y la actividad más importante es el futbol”, sostiene Olivi en referencia al complejo deportivo que lleva su nombre.

El predio tiene tres canchas finalizadas, dos de fútbol 5 y una de 7, con luminarias completas, mientras “estamos terminando otra para colocar el pasto sintético. Faltan detalles, firmando unos papeles para lanzar el complejo”, detalló.

Además, indicó que “hay una cancha de paddle, con profe de 14 a 17 horas para aprender, y esta la posibilidad de hace una cancha más. Y estamos con el Bar, para que funcione paralelamente al complejo”.

Como particularidad, contó que “hay un gran espacio verde, la familia puede venir con los chicos, escuches los pájaros, disfrutar la naturaleza y que te puedas relajar”,