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EL DIARIO digital
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Beto Desuque: - Buenas, buenas, buenas, bueeeenaass ¿qué tal, qué tal? ¡Salú a la barra! ¿Y? ¿Qué expectativa hay?
Mesero: - Hooola, Betito ¿a qué te referís con lo de las expectativas?
Beto Desuque: - Je. Pensaba un poco, pero sólo un poco, en el superclásico. Veo que no es tan importante
Mesero: - Y están pasando cosas.
Beto Desuque: - Siempre pasaron cosas y van a seguir pasando. Pero antes había un Superclásico y se paraba el país.
Mesero: - Digamos que tampoco es que Boca y River dan gusto con su despliegue futbolístico, ¿no?
Beto Desuque: - Y no. Han tenido tiempos mejores. Pero bueno es lo que hay.
Mesero: - A mí me gustaría que me analizaras mejor las expectativas que despierta el otro superclásico que parece que se viene
Beto Desuque: - Apa, ahora vos te hacés el picante y me mandás a politiquear
Mesero: - Ponele, diría Beto Desuque.
Beto Desuque: - Ponele que si te referís a El Ruso Ziliotto y a Copete di Nápoli, es como que todo queda entre millonarios
Mesero: - ¿Cómo? ¿Qué decís? ¿En qué sentido? ¿Es una denuncia?
Beto Desuque: - Ponele que es una denuncia: son gallinas.
Mesero: - Ah. Ahora sí. Llevan puesta la misma camiseta, pero parece que se van a enfrentar por la presidencia del PJ.
Beto Desuque: - Ponele. Mucha agua puede correr todavía bajo el puente. Parece que Copete se mandó a fondo, eso sí. Aunque no ha dicho nada públicamente.
Mesero: - Retiró avales para presentar la candidatura, dicen
Beto Desuque: - Y bueno vos viste que las 20 verdades del peronismo son flexibles hay una que dice que "para un peronista no hay nada mejor que otro peronista". Pero a veces hay excepciones
Mesero: - Pero por eso te digo: ¿la unidad está en riesgo o no?
Beto Desuque: - La "unidad", la "unidad" es palabrita también es flexible. Aparte, siempre ocurre que hay unidades contra otros. Dentro o fuera del peronismo.
Mesero: - Claro, como que nos "unimos" para enfrentar a otro sector, ponele.
Beto Desuque: - A veces, diría Borges, que de peronista no tenía nada, no nos une el amor, sino espanto
Mesero: - ¿Pero vos venías venías esta pelea de fondo?
Beto Desuque: - Para nada. Si al principio parecían todos de acuerdo. Se ve que en el camino de las conversaciones aparecieron ruidos, a lo mejor malos entendidos, a lo mejor promesas incumplidas, y bué
Mesero: - Al diablo la "unidad". Justo en este momento de tanto ruido, tantos problemas para el bolsillo popular
Beto Desuque: - Ponele. La marchita dice que "todos unidos triunfaremos", pero a lo mejor se puede llegar a la victoria por otro camino.
Mesero: - ¿Vos decís?
Beto Desuque: - No es por venirme con el manual compañero, pero el mundo "peruca" también tiene esa leyenda que enseña que cuando hay mucho ruido no es que los peronista estén peleando, sino que se están reproduciendo...
Mesero: - A mi todo este movimiento me parece demasiado parecido a lo que ocurre en la provincia de Buenos Aires entre Cristina y Axel, ¿qué querés que te diga?
Beto Desuque: - Ponele que sí, que hay varios puntos en común. Pero en La Pampa siempre tenemos nuestros propios condimentos
Mesero: - ¿Por ejemplo?
Beto Desuque: - Por ejemplo, no creo que en provincia de Buenos Aires tengan un Barba como nosotros
Mesero: - ¡Ya lo metiste a Verna!
Beto Desuque: - Ah, sí, claro ponele que yo lo metí
Mesero: - ¿Vos decís que está atrás de todo esto?
Beto Desuque: - Yo lo que digo es que el Barba es, justamente, como Dios: está en todos lados.
Mesero: - Y vos que sabés, ¿esta pelea de Copete empezó porque El Ruso le fue dando más poder a Luchy Alonso y La Cámpora?
Beto Desuque: - ¡Andá a saber! Digamos que una pelea de este tipo nunca ocurre por una sola cosa, ¿no? Aunque simpre hay una gota que colma el vaso
Mesero: - ¿Volvemos a los tiempos de "La Pampa o La Cámpora"?
Beto Desuque: - Digamos que siempre se vuelve al primer amor. Aunque se supone que el compañeraje local tendrá claro aquello de que "primero La Pampa, después el movimiento y por último los hombres". Y las mujeres.
Mesero: - ¿Vos decís que lo tienen claro?
Beto Desuque: - Yo en esta pelea me parece que no me meto. Por lo menos todavía. Así que sigo dando mi grito de corazón, dale, poneme la musiquita: "Compañeros, chequendengue, chequendengue, siempre fuimos compañeros, chequendengue, chequendengue, de alegrías y tristezas, en la escuela y el bar".