Entre Pocillos

El horno no está para bollos

El popularísimo vecino santarroseño, Beto Desuque, dialogando con su mozo predilecto en el restobar de la calle Quintana: el tiempo loco, la política esquizo, las internas feroces y la picosidad de cada día.

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EL DIARIO digital

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Beto Desuque: - Buenas, buenas, buenas, bueeeenassss… ¿qué tal, qué tal, qué tal? ¿Cómo anda la cosa en este hermoso rincón del mundo? ¡Salú a la barra!

Mesero: - Hoooola, Betito querido y del alma. ¿Cómo te trata la vida?

Beto Desuque: - No me puedo quejar. De maravillas. Aunque mamita querida qué calorazo se vino…

Mesero: - Va y viene, Betito, como los grandes carrileros.

Beto Desuque: - Ponele. O como los grandes políticos. Je.

Mesero: - Ya tirás esa porque querés meterte en el ruedo de la rosca, ¿no es cierto?

Beto Desuque: - Ponele que el horno no está para bollos no sólo por el calorazo anticipado que se vino, sino porque algunos rincones politiqueros están picantes picantes.

Mesero: - El que sabe de esos asuntos sos vos, Betito, así que soy todo oídos si tenés algo interesante para contar.

Beto Desuque: - Ponele que por un lado la novelita libertaria perdió su color de rosa. Ya era hora, me parece.

Mesero: - ¿Qué me querés decir con eso?

Beto Desuque: - Ponele que hasta ahora parecían en permanente luna de mil los soldaditos de Milei. Verseaban su unidad, su odio a la casta, esta idea de que los cargos estatales no les importan…

Mesero: - Ah, sí, claro, contate otra…

Beto Desuque: - Pero de golpe les estalló todo en la cara, y la interna que se venía cocinando desde hace rato les quedó a cielo abierto.

Mesero: - Son personajes medio desconocidos, así que por favor explicame con un manualcito porque ni sé de quiénes estamos hablando…

Beto Desuque: - Los dos capos que se generaron de La Libertad Avanza acá en La Pampa fueron Luciano Ortiz y Nicolás Boschi. Cada cual atendió su juego hasta que los dos quisieron ser capangas y ya se sabe que en todos los pabellones capanga hay uno solo.

Mesero: - Bueno, no digas pabellones, ni que LLA fuera una cárcel.

Beto Desuque: - O un siquiátrico. 

Mesero: - Bueno, mejor seguí…

Beto Desuque: - Estalló una pelea por distintas cosas. Los dos es como que quieren ser dueños del partido y de algún modo ser las referencias de las órdenes de Karina Milei, que es la que hace todo ese armado.

Mesero: - Y por lo que se dice por ahí, también metió la cola el PRO.

Beto Desuque: - ¡¿Y qué te parece?! ¿Vos te imaginás que se van a andar acercando a La Libertad Avanza para hacer caridad u ofrecer manos alzadas en forma gratuita?

Mesero: - Y bueno, qué se yo… tanto hablarnos de la casta, capaz que un poco me la creí.

Beto Desuque: - Ponele, sí, ponele. Pero bueno, resulta que el arreglo con la casta ya lo hicieron y este muchacho Juan Pablo Patterer, que supuestamente era de los globitos amarillos, apareció ahora como el apoderado partidario.

Mesero: - Ya hubo algunas renuncias y todo.

Beto Desuque: - Ponele. Con el grado de importancia que tienen las renuncias de gente a la que no se conoce, que tiene a lo sumo un añito y medio de militancia, y así…

Mesero: - Che, donde también se picó y hay grieta madre es en la Intersindical, ¿no?

Beto Desuque: - ¡Fuáaaa! Es que Marcelo Morales, un dirigente de ATE, pisó el pianito en el plenario del otro día.

Mesero: - ¿Cómo fue eso?

Beto Desuque: - El plenario ya venía picante, porque buena parte de los y las laburantes estatales ven que sus sueldos se caen, y que esa inflación mentirosa que nos vende el INDEC se hace cuesta arriba mes a mes…

Mesero: - Ajá, hasta ahí no me das ninguna novedad, Betito, ¿qué más?

Beto Desuque: - Bueno, paciencia. Te quiero decir que la posibilidad de un paro ya se analizaba… pero nadie sospechaba el tremendo derrape de este muchacho, que le tiró a Pedehontaá con toda la artillería.

Mesero: - Más que picante, y por los videos que ví en las redes, te diría que estuvo puteador.

Beto Desuque: - Claro. Viste que algunos gremios estatales comparan a El Ruso Ziliotto o a Copete di Nápoli con algunas actitudes de Milei. Bueno… digamos que el discurso sindical de ese día, con tanta agresividad, insulto y ataque, se pareció bastante al de El Peluca.

Mesero: - ¿Pero vos decís que habrá paro, realmente?

Beto Desuque: - Bueno, por ahora es una advertencia… en el medio hay una reunión paritaria. Y hay dirigentes que ya dijeron que no están de acuerdo con haber lanzado esa amenaza, ponele. 

Mesero: - Y el muchacho este Morales también quedó medio solo con lo que dijo, ¿no? No ví que lo acompañaran demasiado…

Beto Desuque: - Ponele que más o menos quedó como Pinochet en el Día del Amigo… o como Milei el día de su cumpleaños, ¿te acordás?

Mesero: - Por el tono del discurso daba la sensación de que si Pedehontaá hubiera pasado por ahí, lo "embocaba"…

Beto Desuque: - Ponele. O le tiraba un bollo. Pero por eso te digo… el horno no está para bollos.

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