Rosca entre sexo, mentiras y videos

Beto Desuque: - Buenas, buenas, buenas, bueeenaaaasss… ¿qué tal, qué tal, qué tal? ¿Cómo anda la cosa por acá, qué se dice? ¡Salú a la barra!

Mesero: - Hoooola, Betito querido y del alma. Con vos quería hablar. ¡Qué semanita hemos tenido, mamita querida!

Beto Desuque: - ¡Pfff! No nos van a entrar los temas en la agenda, si seguimos así… y eso que venimos diciendo que hay que pasar el invierno, eh.

Mesero: - Yo te diría que es al revés… el invierno nos está pasando a nosotros. Pero por arriba.

Beto Desuque: - Ponele, Fabio, ponele. Pero siempre con buen humor y buena onda. Afrontemos lo que viene hidalgos, erguidos, de pie.

Mesero: - Ah, buá. Te hacés el poeta.

Beto Desuque: - Es la importancia de decirte "algo lindo", como reclamó el filósofo contemporáneo Alberto Fernández a su consorte ocasional Tamara Petinatto.

Mesero: - Ja. Qué pátina épica le das a ese videíto adolescentón. Así me gusta.

Beto Desuque: - Es una salida para tanta mediocridad y chatura: llenemos de gloria lo que a lo mejor no la tiene tanto. Por ejemplo: qué golazo de Cavani para depositar a nuestro amado Boca en instancias decisorias de otra copa internacional…

Mesero: - Hermosamente dicho, Betito. Lástima que no es verdad.

Beto Desuque: - Ja. Pero bueno, más o menos… tenemos una vida más.

Mesero: - ¿Vos decís que somos como los gatos?

Beto Desuque: - Como los gatos es Carlos Verna. Je. Ese sí que saca vidas de la galera, eh. Ahí lo tenemos de regreso, centro de la escena, operando a troche y moche.

Mesero: - Veo que los intendentes que le patalean a El Ruso Ziliotto lo fueron a ver a la quinta…

Beto Desuque: - Tal cual. Se arrimaron a la mítica quinta. A El Barba le encanta que vayan al pie. Y allá fueron, no sé si habrán sido recibidos con alfombra roja, pero palmaditas seguro. Y hubo humo, así que…

Mesero: - ¿Cómo que hubo humo?

Beto Desuque: - Sí, porque por un lado se supone que habrán fumado la pipa de la paz, por ejemplo, con Copete di Nápoli. Alguna vez parecieron muy enemigos, en bandos enfrentados, en veredas de enfrente y con todo el lenguaje bélico que te imagines en el medio…

Mesero: - Ya sé que no tanto, Betito, vos me lo has explicado: la política es el arte de lo posible…

Beto Desuque: - …y de lo imposible también, así que sí, ahí los tenés hermanados.

Mesero: - ¿Qué estarán cocinando?

Beto Desuque: - Bueno, el jueves cocinaron asadito. Pero supongo que están tramando algunas cositas a fuego lento para más adelante.

Mesero: - Con buen vino, supongo.

Beto Desuque: - Ponele que sí. Todas las cosas de la vida con buen vino, sí. Te digo, conociendo a algunos ultravernistas, que deben tener una listita con más de uno a los que quieren poner a las brasas, eh.

Mesero: - Epa, Beto, qué violento.

Beto Desuque: - Es pura metáfora. Interpretame, jugá conmigo, o vas a morir de literalidad…

Mesero: - Yo más o menos esta rosca la entiendo, la veo crecer y todo eso… pero me cuesta entender cómo podrían hacer dentro de un tiempo, si siguen en la misma, Copete y Fernanda Alonso para ponerse de acuerdo en cuál de los dos juega por el premio mayor…

Beto Desuque: - Bajá un cambio, querido. ¿Sabés toda el agua que va a correr por abajo del puente de acá hasta 2027? No os apresuréis… como ha dicho el sabio filósofo decimonónico, anónimo en las memorias que le sucedieron: "los melones se acomodan en el viaje".

Mesero: - Me encanta este rol literato en el que has venido.

Beto Desuque: - Es que están ocurriendo episodios entre novelescos y de las revistas top de los '90. Digo, hay que elegir. ¿Cómo hablamos del piquito de Milei con Yuyito González? ¿En el tono chabacano que merece, o le damos una pátina de erotismo gladiador y decimos que es el encuentro labial de dos potencias que no se saludan, pero se besan?

Mesero: - ¿Y a los chats de Alberto, mamita querida, qué tono le ponemos?

Beto Desuque: - Es que lo de Alberto, según el conventilleo de los medios, fue tan feroz que ya es más para "Nueve semanas y media" que otra cosa. No sé si será cierto que funcionaron tanto los ascensores de la Rosada y de Olivos, pero si te dejás llevar por los relatos parece que más que la casa de Gobierno eso era el reality de la casa de Hugh Heffner.

Mesero: - ¿Y eso?

Beto Desuque: - ¡Apa! ¿No estás al tanto? Es el dueño de "Playboy", la revista paradigma de alguna época… aquel tiempo de "las conejitas". Pero bueno, era una comparación poco afortunada capaz.

Mesero: - Poco afortunada esa presidencia, ¿qué querés que te diga? Mirá que le habían dejado picando una hermosa oportunidad, eh…

Beto Desuque: - Ponele. Y al final, fue El Barba el que la pegó de entrada. Se refería a un simple hecho puntual, pero casi que lo describió para la posteridad cuando dijo: "nos cagó un compañero".