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EL DIARIO digital
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El Vaticano enterró al primer pontífice argentino de la historia ante la presencia de más de 200.000 personas.
Multitudinaria y emotiva fue la despedida al papa Francisco a quien más de 500.000 personas despidieron este sábado en la misa funeral y el cortejo fúnebre que lo llevó hasta la Basílica de Santa María la Mayor. Miles de fieles y líderes internacionales dijeron presente para rendir homenaje al pontífice, quien falleció a los 88 años el pasado lunes.
La Plaza de San Pedro se colmó de personas que recibieron con aplausos y vítores la llegada del féretro del primer Papa latinoamericano, cuyo pontificado de 12 años se caracterizó por un profundo fervor popular.
Según estimaciones del Centro de Gestión de Seguridad de Eventos de la Jefatura de Policía de Roma, unas 140.000 personas se congregaron en la zona de la Plaza San Pedro para asistir al funeral y se estima que otras 250.000 estuvieron presente en las calles de Roma. Además unas 150 delegaciones internacionales ingresaron al Vaticano para participar en la ceremonia.
Milei junto a la primera ministra de Italia
El presidente de la Argentina, Javier Milei, junto a la comitiva oficial argentina, llegó al Vaticano y ocupó un lugar privilegiado en la primera fila, junto a la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni.
Esta ubicación responde al reconocimiento de las dos nacionalidades más significativas en la vida del Papa Francisco: la argentina, como su país de origen, y la italiana, como la de su ascendencia y sede de su pontificado.
La misa exequial, que se realizó frente al atrio de la Basílica de San Pedro, comenzó a las 10:00 y se extendió hasta el inicio de la tarde. Este será el último rito antes de la inhumación de los restos de Francisco, quien, según su voluntad, fue trasladado a la Basílica de Santa María Maggiore, ubicada frente a la Embajada argentina en Roma, donde descansará definitivamente.
El protocolo establecido por el Vaticano para esta ceremonia fue riguroso. Detrás de Milei y Meloni, en la segunda fila, se ubicaron los monarcas invitados, incluyendo al rey Felipe VI de España y la reina consorte Letizia, así como los reyes de Bélgica, los grandes duques de Luxemburgo y el príncipe Guillermo, en representación del Reino Unido. En la tercera fila, lo hicieron otros jefes de Estado y delegaciones internacionales.