Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
El 19 de noviembre es el Día Mundial para la prevención y lucha contra el abuso sexual infantil. El abuso sexual infantil es un delito gravísimo que atenta contra la integridad y los derechos de las infancias. Según datos de UNICEF:
1 de cada 5 niñas y 1 de cada 13 niños sufren o sufrieron abuso sexual antes de llegar a los 18 años de edad. De estos casos sólo se denuncia el 10%, y de cada 1000 denuncias solo una tiene sentencia firme, perpetuándose la impunidad en la mayor parte de las ocasiones.
El 90% de los agresores son varones. A su vez, suele suceder que cuando un niño o niña denuncia una situación de abuso su entorno más cercano no le cree, ya que los atacantes son en un 75% personas del círculo cercano a la familia y el 53% de las agresiones se cometen en los hogares de las víctimas.
Por su parte, la existencia del grooming (acoso y abuso sexual online), demuestra que el abuso sexual no siempre requiere de un contacto físico para provocar un daño en la emocionalidad y subjetividad de los niños y niñas.
¿Qué es el abuso o violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes?
Es la búsqueda u obtención por parte de una persona adulta de placer sexual sacando provecho del vínculo de confianza o poder que tiene con niños, niñas o adolescentes. Este delito no implica necesariamente un contacto físico, ya que se observa en diferentes conductas tales como el hostigamiento, el exhibicionismo, las humillaciones de carácter sexual, las intrusiones en la intimidad, los tocamientos, el hacer que sean partícipes de prácticas propias de la sexualidad adulta, entre otras.
Todas estas prácticas tienen en común los siguientes aspectos:
- Asimetría de poder: la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes (NNyA) se caracteriza por la asimetría de poder, de conocimiento y de gratificación. NNyA son entonces objeto de un vínculo de dominio y cosificación por parte de quienes la ejercen.
- No consentimiento: las personas adultas que utilizan a NNyA para su gratificación sexual están vulnerando su condición de sujetos de derecho. Y es que no existe consentimiento cuando se impone una conducta por el ejercicio de poder, o cuando la persona no esté en condiciones de consentir.