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EL DIARIO digital
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Jugadores e integrantes de los cuerpos técnicos de ambos equipos se trenzaron tras el partido.
El clásico entre Tigre y Platense terminó sin goles pero con un polémico y bochornoso enfrentamiento en el estadio José Dellagiovanna.
Tras el empate 0-0 en un partido sin grandes emociones, el caos estalló cuando ambos equipos se dirigían hacia los vestuarios, dando lugar a un violento cruce entre jugadores y cuerpo técnico de ambos planteles.
El incidente comenzó apenas Leandro Rey Hilfer dio el pitazo final. Al dirigirse al túnel, algunos intercambios de palabras entre los jugadores se transformaron en una gresca generalizada. A la altura del vestuario visitante, volaron puñetazos y botellas de agua, como el caso de Agustín Cardozo, quien lanzó una desde el sector de Tigre. Jugadores de Platense intentaron calmar la situación incluso desde una pequeña ventana que da al pasillo, mientras la seguridad del estadio intentaba contener la pelea, sin éxito inmediato.
Luego de varios minutos de tensión, la situación se calmó y ambos equipos lograron ingresar a sus respectivos vestuarios.