El truco infalible para evitar estafas virtuales: ¿cómo ocultar tu número de teléfono?

Las estafas virtuales están a la orden del día y es fundamental estar atento a los descuidos de los ladrones para no caer en sus trampas. Sin embargo, existe un método clave para no ser robados y consiste en ocultar nuestro propio número del celular. 

Al tener esta opción inhabilitada, las posibilidades recibir llamadas de estafa y de telemarketing disminuyen. Además, es muy fácil de activar y puede hacerse en teléfono con sistema operativo Android, y también, iPhone. 

Para los equipos Android estos son los pasos a seguir:

Ir a la aplicación "Llamadas" y hacé clic en los tres puntos verticales.

Entrá al apartado "Ajustes".

Ubicá la sección "Servicios complementarios".

Encontrá el botón "Mostrar ID de llamada" o similar y desactivalo.

En caso de no encontrar la opción "Mostrar ID de llamada", podés activar la herramienta "ID de llamada y antispam" que se encuentra en la sección "Ajustes" de tu dispositivo.

Para los equipos iOS estos son los pasos a seguir:

Abrir la aplicación "Ajustes".

Seleccionar el apartado "Teléfono".

Ubicar la sección "Mostrar ID de llamada" y desactivarla.

Ahora, si se quiere realizar una llamada con el número oculto, se puede hacer lo siguiente:

Abrir la aplicación "Teléfono".

Escribir en el teclado "#31#".

Seguido, hay que escribir el número de teléfono al que se desea llamar.

La palabra que hay que decir en llamadas desconocidas

Recibir llamadas de números desconocidos es algo frecuente: en algunos casos se trata de vendedores o publicidad, pero cada vez es más común que se usen para una red de estafas virtuales. Y en esos casos una simple palabra es suficiente para que los ladrones tengan acceso a todas las cuentas de la víctima, y por eso hay que evitarla.

Los fraudes telefónicos se modernizaron y con la ayuda de la inteligencia artificial los ladrones ya no necesitan pedir explícitamente los datos personales. Cuando nos llama un número desconocido no hay que decir la palabra "Si".

Esa simple afirmación puede ser grabada por los estafadores para autorizar transacciones fraudulentas o comprometer la identidad de la víctima. Las tácticas más usadas fingen ser empresas conocidas, como bancos o servicios de salud, para que la persona responda con la palabra prohibida.