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Cómo cuidar tu salud mental con actividades cotidianas

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Estas actividades pueden ofrecer beneficios iguales o incluso superiores a los de ir al gimnasio.

Es bien sabido que hacer ejercicio es bueno para la salud en general y también para la salud mental y múltiples estudios demostraron los resultados positivos del ejercicio como intervención en el estilo de vida para apoyar el tratamiento de la depresión. Lo más prometedor y aliviador de estas investigaciones es que demostraron que para que el ejercicio nos ayude a mejorar la salud de nuestra mente, no es necesario realizar sesiones duraderas de ejercicio intenso.

La concusión de diversos estudios es que con un simple paseo se puede obtener el mismo estímulo psicológico que con un entrenamiento de alta intensidad. Investigadores de la Universidad Anglia Ruskin de Inglaterra llevaron a cabo una revisión general de estudios para investigar el potencial de la actividad física como intervención en salud mental.

Qué demostró el estudio

La revisión más reciente del citado estudio publicada en Neuroscience & Biobehavioural Reviews descubrió que unos niveles más altos de actividad física reducían "significativamente" el riesgo de depresión (en un 23%) y "notablemente" el de ansiedad incidente (en un 26%).

El estudio también descubrió que el ejercicio de intensidad baja a moderada tenía las cualidades preventivas más eficaces contra la depresión. Esta asociación particularmente fuerte se encontró al participar en actividades como el golf, caminar e incluso la jardinería, mientras que otra investigación se enfocó en los ejercicios más intensos.

Un estudio publicado por Psychiatry Research descubrió que el entrenamiento de fuerza tenía un fuerte efecto antidepresivo. Esta investigación analizó la eficacia de un programa de entrenamiento de fuerza de 8 semanas para reducir los síntomas depresivos en jóvenes con depresión o ansiedad. El estudio halló "reducciones significativas, clínicamente significativas y de gran magnitud en los síntomas depresivos" de los participantes.

Las conclusiones

Sabemos que el ejercicio físico es bueno para nosotros, pero es fácil confundir las diferencias entre el ejercicio suave y el entrenamiento de alta intensidad. Hay un momento y un lugar para dedicarnos a obtener nuestros objetivos de forma física, pero no debemos dejar que eso nos reste motivación para hacer algo de ejercicio más cotidiano, sea cual sea su intensidad y duración.

Esto no significa que las sesiones de mayor intensidad, como ir a CrossFit, no sean útiles, ni mucho menos, pero podemos ver también beneficios en los ejercicios menos agotadores y de menos intensidad, lo que nos anima aún más a abandonar la mentalidad de todo o nada cuando se trata de nuestra forma física.

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